Me desperté, era sábado, y no tenía que ir a la universidad. Aunque era un descanso que no necesitaba, porque no asistí a clases por un par de días en la semana.
Pensé en que me quedaría en la cama por un largo rato.
Estaba pensando en el tema de Parker, por qué me mentiría, por qué haría algo así, cuál sería su objetivo... Todo era un verdadero misterio que sentía necesidad de resolver, sobre todo por qué todo resultaba demasiado extraño. En todas las teorías que imagine , ninguna tenía sentido, o todas eran extrañas al pensar en lo último, en la meta de hacer todo esto.
Me pase lo que restaba de la mañana pensando en eso, acostado.
Entro mamá, con un tono gracioso
-Mama: Por que sigues acá, ya es tarde dormilón.
- Lo siento, es solo que...
-Mamá: Que...?
-Nada, solo dormí poco y quería estar acostado otro rato.
No quería seguir hablándole a mí mamá sobre el mismo tema, sabía que se preocuparía más, y no quería que siguiera pensando en eso. Sobre todo porque ella era la que había sido secuestrada.
Bajé, y mientras desayunaba estaba pensando en algún pretexto para decirle a mamá, para poder salir e investigar un poco más.
- Mamá, tengo que salir, debo ir a la universidad por unos libros que me olvidé en la semana.
- Mamá: Vale, pero no tardes tanto.
Salí, y realmente cuando pensé no había realizado un plan, o no había pensado a qué lugares ir para seguir investigando.
Después de caminar por unos minutos, pensé en que iría a casa de Parker, seguro ahí lo encontraría y lo podría enfrentar... Aquí, yo mismo me sorprendí de mis pensamientos, como podía pensar en lastimar a alguien que es, o fué, mi mejor amigo por un largo tiempo.
Recuerdo que lo conocí desde el primer grado escolar, ahí estábamos en el mismo salón. Reí cuando pensé que comenzamos a hablarnos por una discusión sobre quién tenía un mejor móvil. En aquellos tiempos, el más popular era quien tuviera un mejor celular, así que discutir sobre eso no era muy extraño.
Llegué a casa de Parker, toqué el timbre pero nadie respondió, nadie abría la puerta. Me sorprendió ver de nuevo la casa de Parker, hacía años que no la visitaba, si, era mi mejor amigo, pero jamás fuimos de ese tipo de amigos que estuvieran en sus casas, o que hicieran pijamadas.
Seguí insistiendo pero nadie atendía al llamado. Me cansé de intentarlo. Pensé en el siguiente paso, en que más podría hacer. Decidí ir a sentarme en una banca que estaba justo al frente de la casa de Parker.
Saque mi celular, y escuche música por un largo rato. En este momento, pensé acerca del futbol, en como lo veía antes y en como lo comencé a ver ahora. Ahora entendía el porque los niños todo el tiempo hablaban de fútbol, los equipos que siempre escuchaba eran Barça y Madrid, y estas conversaciones se intensificaban cuando estaba cerca el partido entre ellos dos. Realmente jamás me interese en sus pláticas, tal vez por eso no había tenido muchos amigos, porque que debía interesarte para entrar en algún grupo de amigos era el futbol.
Sobre todo recordaba como todos hablaban de los enfrentamientos entre Messi y Cristiano Ronaldo, hablaban sobre quién era el mejor, y todo tipo de cosas acerca de ellos dos.
Llego un coche y aparcó en la cochera de la casa de Parker, era extraño porque nunca había visto ese coche por la colonia, esto porque la colonia era lo suficiente pequeña como para saberlo. Me acerqué lentamente al coche, bajo de este un señor, era algo bajo y gordo.
- Sr: Que quiere? Que hace en mi cochera? —preguntó con un tono agresivo.—
- Solo quería saber si conoce a Parker... John Parker
- Sr: No!... No me viene ningún hombre con ese nombre a la cabeza, no se por que me pregunta por el, ni siquiera le conozco.
- Eeee... yo sé que no me conoce, ni yo a usted, el caso es que aquí vive mi amigo Parker, no se porque usted me miente. —Lo dije con un tono más agresivo aún.—
- Sr: Nnn... No necesito mentir, no se de me me está hablando. —Dijo con unas palabras menos convincentes que las anteriores.—
- Ok, supongo que tal vez cambio de casa o algo así. —Le contesté algo más tranquilo—
Me fui de ahí, realmente no había creído en nada de lo que me dijo, pero supuse que hacerle creer a aquel señor que me había convencido de lo que me dijo podría hacer que el no estuviera alerta si es que tenía algo que ver con lo que había pasado, o si estaba encubriendo a Parker.
Que haría después, no tenía ninguna idea de que era realmente lo que estaba sucediendo, de dónde podría estar Parker. Fui a casa.
Al llegar
- Mamá: Y... En dónde están los libros?
- Que libros?
- Los que olvidaste en la universidad.
- Aaaah, es que los dejé en mi casillero, había olvidado que ahí los había dejado desde el principio.
Sabía que no me creería nada, mamá era demasiado inteligente.
- Y que tal si me cuentas la verdad.
- Es eso mamá, fui a la universidad, los busque pero recordé que los dejé en mi casillero.
- Bien Alex, pero si me entero de que sigues con esto de mi secuestro...
- Qué? — le contesté antes de que pudiera terminar— No, siquiera había pensado en eso en todo el día.
Fui a mi recámara antes de que discutiera más con mamá, sabía que no era lo mejor, porque, aunque no lo pareciera, mamá tal vez seguiría asustada por lo que pasó, pero ella siempre trataba de mostrarse fuerte ante mí, lo hacía para que no me preocupara más.
Pero la realidad es que ya estaba lo suficientemente preocupado como para dejar de pensar en ello, aunque no dejaria que se diera cuenta de que estoy buscando a Parker. Pensé en lo difícil que iba a ser inventar un pretexto cada vez que quisiera salir a buscar, o cada vez que llegara tarde a casa. Pero de cualquier modo no dejaria de pensar e investigar, estaba dispuesto a todo con tal de saber que era lo que estaba detrás de todo esto.