Jungle Diaries Parte 5

Después de varios contratiempos,  el fotógrafo Arcángel Gabriel finalmente llegó a la iglesia. Ahora todos tienen que esperar la llegada de los padres de la novia quienes están sobre 30 minutos tarde.  Los novios tenían razón cuando dijeron que esto va pa' largo.

"¿Dónde están? ¿Dónde están?" – se preguntaba la novia mientras caminaba en círculos utilizando el teléfono celular de Arcángel para llamar a su madre. Sonaba y sonaba el teléfono pero no contestaban. (Cabe señalar que la recepción telefónica en las montañas es pésima con cojones.) Después de veinte intentos, finalmente contestaron. El padre de la novia le explicó que en 5 minutos ya deben estar llegando a la iglesia. La novia sintió alivio y le devolvió el teléfono a Arcángel dándole las gracias por su amabilidad y sobre todo por el sacrificio que ha hecho en las últimas horas.

"Toda una aventura..." opinó Arcángel con una sonrisa hipócrita.

Entonces la novia se antojó de retratarse con sus damas en lo que llegaba la familia. Yailemar, alias Morena de la montaña, estaba escondiéndose detrás de un árbol escuchando todo el bochinche. Yailemar no quería saber de fotos pero la novia le ordenó a colocarse al lado de ella, posar, sonreír, y cooperar. Era su boda y ella tenía poder.  Arcángel tomó las fotos que le pidieron y a los cinco minutos, a toda velocidad, llegaron los padres de la novia. Se disculparon por la tardanza y por no contestar el teléfono. Explicaron que se distrajeron bailando salsa y boleros en su habitación. La novia dijo que lo único que le importaba en este momento era casarse y acabar con su ansiedad. La novia le ordenó a Arcángel avisarle a los músicos que ya podían darle play a la música de entrada. "Vestida de Blanco" por Luis Santiago.

"¿Algo más su majestad?" - preguntó en tono sarcástico y en voz baja. "Yo que pensaba que la monarquía ya no existía."

"¿Qué dijiste?" – preguntó la novia.

"Les diré que avancen a darle play a la música."

Mientras murmullaban, los feligreses clavaron sus miradas en el fotógrafo. El novio corrió hacia donde Arcángel y le preguntó si ya sus suegros habían llegado. Arcángel le dijo que ya llegaron los padres de la novia y ella pidió que le dieran play a la música. "Vestida de Blanco" por Luis Santiago es el tema de entrada. El novio se paró frente al altar, dio la orden a los músicos, y al mismo tiempo exclamó a viva voz que la ceremonia estaba a punto de comenzar.

"Caballero, esto no es un circo." –El reverendo regañó al novio. "Usted se encuentra en la casa del señor."

"Discúlpeme estoy nervioso, ansioso, loco."

"Vestida de Blanco" tocaba en el fondo mientras la novia, con una enorme sonrisa, iba desfilando y lanzándole besos a todo el mundo.  La novia fue entregada por sus padres ante al altar y tomó la mano de su esposo. Unas tres horas después que se dividieron entre los juramentos de noviazgo, sermón del reverendo y varias danzas, la ceremonia religiosa llegó a su fin. Mientras los novios desfilaban hacia la salida, los invitados aplaudían y lanzaban confeti. Ahora venía lo bueno y a dónde va la gran mayoría de los invitados: la fiesta. La recepción será celebrada en la Hacienda Rancho Libre localizada en una montaña a media hora de la iglesia. El mismo chófer que los trajo a la boda seria el mismo que los llevaría a la fiesta. Para evitar otro problema como el de esta tarde, el chófer cambió de vehículo. Esta vez trajo un vehículo Lincoln modelo 1961. Esta limusina es similar a la que utilizaban los presidentes de Estados Unidos. Los novios, al abordar el vehículo, comenzaron a saludar a todos los invitados y residentes del área que salían a darles la mano y gritaban "¡Viva los novios!" Arcángel abordó la limusina para continuar su trabajo.

"¿Podrían bajarle 3 al confeti y al arroz?"- preguntaba Arcángel. "Me van a ensuciar la cámara."

"Solo están emocionados, Arcángel." – explicó el novio sonriendo y aun saludando agitando la mano derecha a todas las personas que se acercaban. "Hace una década que no se celebraba una boda en Jayuya."

"Suave con los embustes..." – comentó entre dientes.

"¿Qué dijiste?"

"Debemos irnos ya o nunca llegaremos a la recepción."

"¡Tienes razón!"-exclamó la novia. Le ordenó al chófer a guiar a toda velocidad hacia la Hacienda Rancho Libre localizada en una montaña en el barrio Veguitas de Jayuya. Veguitas, localizado al norte de Jayuya, tiene una superficie total de 17.17 km, que corresponden a tierra firme. Media hora después de un viaje a toda velocidad a través de cuestas y curvas llegaron a la fiesta. Arcángel desabordó la limusina mareado y con las manos en el estómago.

"¿Te encuentras bien?"- le preguntó la Novia a Arcángel colocando su mano sobre su hombro.

"Creo que voy a vomitar mis pulmones." Dijo mientras tocia.

"El fotógrafo envidioso es dramático. Vaya, vaya, vaya." comentó Morena de la Montaña de manera burlona.

"Vete a sacarte los mocos y déjame quieto." – respondió Arcángel mientras recuperaba la compostura.

"Bah! Yo no me saco los mocos." protestó Yeilimar mientras le sacaba la lengua. En ese instante llegó Kate y les pidió que dejaran de pelear.  Parecían nenes chiquitos.

La recepción (fiesta) de boda estuvo hermosa. Adornada con velas colores azules y rojos, hubo música, comida criolla, y un delicioso pastel de chocolate de tres niveles. Kate, como lo había indicado Morena de la Montaña, le tocó cantar. Encima de un piano color negro, vestida con un traje rojo y blanco y un gorro de Santa Claus, cantó el tema "Navidad en mi país" de la cantante Lourdes Toledo. La fiesta culminó a las 3 de la mañana. Al regresar al hotel había un tema pendiente: ¿Dónde dormirá Arcángel? Solo hay 3 camas disponibles. Los ancianos a cargo del hotel explicaron que si Arcángel quería dormir en la misma habitación tendría que pagar 50 coquí dólares adicionales. Al pagarlos, se le entregará una corcha y en ella dormirá en el suelo. Arcángel protestó porque no le habían dicho nada de que habrían dos huéspedes en la habitación donde el dormiría. Dijo que no dormirá en el piso y prefiere dormir ahí en la recepción. Los ancianos le dijeron que solo ellos (los administradores) pueden dormir en esta  sala. El solo tenía tres opciones: Pagaba la cuota, reservaba otra habitación, o dormía en la calle. Cuando les exigió el dinero a los novios y a los padres de la novia como establecía el contrato, ellos desaparecieron misteriosamente.