Addison mencionó aquello mientras veía detalladamente el hermoso paisaje frente a nosotras, lo que ella no sabía es que la vista frente a mi era aún más hermosa, pues la estaba mirando a ella.
Ella apartó su vista de la ciudad y giró su mirada hacía mi, de modo que nuestras miradas chocaron. No tenía sentido desviar la vista, ella me había atrapado observándola.
Debido al viento, un mechón de mi cabello cayó sobre mi rostro, bloqueando mi vista. No pasó mucho tiempo hasta que sentí la mano de Addison tomarlo cuidadosamente y posicionarlo detrás de mi oreja mientas me seguía observando.
Contrario a lo que pensé, no apartó su mano y la puso detrás de mi cuello. Volteó su cuerpo hacía mí, a lo que yo hice lo mismo, quedando frente a frente.
En ese momento se me congeló el mundo, nada más importaba, solo lo que estaba pasando entre nosotras.
No sabía que era y no sabía porqué yo sentía todo esto; mis nervios cuando estaba cerca de ella, pero al mismo tiempo la tranquilidad que ella me brindaba, una sensación sumamente extraña para describirla.
No sé cuando comencé a sentir todo ésto, pero tampoco quería detenerme, así que tomé su cintura entre mis manos.
Nos quedamos mirándonos mutuamente, hasta que ella bajó su mirada a mi boca, que estaba ligeramente abierta por mi respiración nerviosa. Lentamente nos fuimos acercando, a tal punto de que podía sentir nuestras respiraciones chocar y nuestras narices apenas tocandose entre si. Al parecer ella también estaba nerviosa, pero ninguna tenía intensiones de frenar esto, lo que sea que fuera.
De haber sabido el futuro, la hubiera besado en ese mismo instante.
Subió nuevamente su mirada, permitiéndome observar sus ojos azules y sus pupilas dilatadas. Sus mejillas estaban sonrojadas, por inercia quité mi mano derecha de su cintura y la coloque sobre su rostro mientas mi pulgar recorría la comisura de sus labios. Sentí que como ejerció presión en mi nuca con la intensión de finalmente unir nuestros labios.
—Lamento interrumpirlas... pero el teléfono de una está sonando –dijo nuestro mesero desde dentro del restaurant, tenía el teléfono de Addison en la mano.
Rápidamente nos separamos nerviosas y Addison camino hasta él para tomar su celular.
Decidí darle privacidad e ingresé de nuevo al restaurant, una vez dentro me senté en la mesa a beber vino mientras veía a Addison caminar de lado a lado mientras hablaba por teléfono.
¿Qué demonios acaba de suceder?
Me quedé analizando todo lo que hacía pasado apenas unos minutos antes, si no fuera por la interrupción ¿Nos hubiéramos llegado a besar?.
Ante la creciente duda dentro de mi, tomé más vino, permitiendo saborear cada gota y esperando que mis dudas fueran resueltas.
—¿Se le ofrece algo más? –el camarero preguntó mientras me miraba atento.
—Por el momento no, gracias –dije seria.
—¿Se encuentra bien?
—Si, sólo... Todo está bien, muchas gracias –sonreí nerviosa.
Él solo asintió y se alejó.
Tomé mi teléfono y comencé a revisar mi bandeja de entrada. Me sorprendió ver un mensaje de Richard a estas horas.

Rápidamente abrí su contacto y le marqué.
—Meredith –dijo Richard al otro lado de la línea, sonaba ligeramente agitado.
—¿Qué pasó Richard? ¿Todo bien?
—Addison... ¿Está contigo?
—Si, estamos cenando
La interferencia comenzó a hacerse presente, por lo que decidí salir a la terraza, era amplia, por lo que al salir, aún podía darle privacidad a Addison.
Me levanté de la mesa y me puse mi abrigo.
—Richard no cuelgues, espera.
Abrí el ventanal que separaba el exterior del restaurant, crucé y lo cerré detrás de mí. Caminé lo más lejos que pude de Addison, quién al parecer no había notado mi presencia.
—¿Richard? ¿Sigues ahí?.
Acto seguido, la llamada de cortó.
Suspiré y me recargue sobre el balcón frente a mi.
Pensar que momentos antes, aquí mismo, estaba tranquila entre sus brazos mientras nos mirábamos cómo si nada más importara, sólo ese instante.
Oculté mi rostro entre mis manos unos segundos, hasta que nuevamente sonó el teléfono.
—¿Richard?
—Meredith ¿Dónde está Addison?
—Está un poco ocupada ahora mismo... –volteé al otro extremo de la terraza, ella estaba de espaldas a mi.
—Necesito hablar con ella.
—Richard por dios, dime que esta pasando, comienzas a asustarme.
—Es Jake...
—¿Qué?
—Jake es el esp-
Lo interrumpí
—Si ya sé quien es Jake, pero... ¿Qué hay con él?
—Está buscándola y afirma que es urgente –él toma una pausa —está aquí, en el hospital.
Me quedé en shock, sin emitir una palabra durante algunos segundos.
—Creo que necesita venir Meredith, traela –fue lo único que dijo antes de colgar.
Me recargue en la pared, apoyando mi cabeza contra esta y respiré, necesitaba estar tranquila. Después de un par de minutos, tomé compostura y caminé lentamente hacia Addison, que aún estaba de espaldas.
—¿Cómo qué quiere venir? ¿Cuando te dijo eso Naomi? –preguntó Addison a la mujer del otro lado de la línea.
Se quedó callada un par de minutos.
—Bien, te marco después –colgó y volteó hacia mi.
—Mer... –tomó un respiro. —Naomi dice que él quiere venir...
—Él ya está aquí, te está esperando en el hospital.