The Magic World

C2: Tu destino

—Debemos actuar pronto, Prometheus. —Declara con preocupación y levantándose Alba, la especialista en magia zoan.

—Yo me haré cargo, profesora Alba. —Le responde Prometheus. —A pesar de que su sangre venga de alguien que fue tan peligroso y sanguinario, hay que recordar que nosotros recibimos a todas las personas de dones y habilidades muy particulares. No hacemos ni hemos hecho alguna excepción. —Le recuerda sin quitar el contacto visual conmigo.

¿Sanguinario? No comprendo nada de lo que hablan. Mi padre fue un humano cualquiera, mi madre igual. Me crié como cualquier otro, sin dones, sin habilidades particulares. Leí varias historias desde los 12 años, pero jamás alguna que siquiera mencionara a un tal Rey Demonio.

El director mandó a que se terminara de descubrir los dones de las personas nuevas que faltaban, y luego que nos fuéramos a los dormitorios. Mi mente está nula, no sé qué pensar al respecto, y ni siquiera me explicaron algo del por qué tanto alboroto.

Un hombre llamado Restrict nos guió por los pasillos directo a las habitaciones. Estos son fríos, de color blanco con algo de amarillo, iluminados por velas, grandes y espaciosos, que conectan con otros más y distintas puertas que podrían ser los salones de clases.

Llegamos a las habitaciones. No tienen nada en especial aunque me gustan las ventanas largas que hay, son de mi tamaño, alrededor de 1.74 metros. Además, estas habitaciones son individuales, y es algo que me alivia saber, ya que después de ese alboroto prefiero evitar conflictos con alguien.

Al siguiente día, a las 8 am, todos los nuevos que son de la clase mítica nos encontramos en el salón  4, para recibir la enseñanza de la profesora Mercy. Antes de eso le pregunté al director cuál era mi tipo de magia, ya que por el alboroto Beatríz no se definió. Así que me respondió que es de la clase mítica, y que mi don es Demon King.

De las 25 personas que estábamos frente a la tarima, solo 3 pertenecemos al tipo de magia mítica. Boonie, un chico llamado Bakugo y yo. Será la primera vez que recibiré una clase con tan pocas personas.

—La magia mítica es de las más complicadas para poder usar. —Explica Mercy mientras camina al lado de nuestros pupitres. —Para poder hacerlo, deben sentir ese pequeño poder mágico que está dentro de ustedes y soltarlo. Deben sentir la magia como su propio ser. —Boonie levanta la mano bien alto sentada en su pupitre en medio de Bakugo y yo. —Dime, ¿cuál es tu duda?

—En cuanto a mi don, me explicaron que puedo ser capaz de robarle energía mágica al enemigo. —Menciona frotándose la barbilla mirando justo a la pizarra en blanco que está al frente. —Pero, ¿también seré capaz de hacerlo viceversa, o sea, que pueda darle a alguien mi energía?

—Ese ha sido un muy buen planteamiento, jovencita. —Opina Mercy mirándola con satisfacción. —Pues si, aunque debas manejar muy bien tu poder, eres capaz de realizarlo. Posiblemente serás excelente para las competencias y combates de arena.

—¿Combates de arena? —Preguntamos Bakugo y yo curiosos. No sabía que habían combates internos.

—Si, cuando lleguen a 3er año competirán contra estudiantes de la escuela del mismo nivel hasta los de 6to, sin importar la experiencia ni categorías. —Nos explica Mercy con una pequeña sonrisa. Eso tendrá que ser muy interesante.

Después de varios intentos que realizamos los 3 durante toda la mañana de distintas maneras, ninguno pudo lograr algo al respecto. No hubo ni una pizca de magia por ningún lado, no sentí nada. Antes no sabía que tenía un don, y que por eso me aceptaron en la escuela. Ahora intento hacer algo para conseguirlo pero no tengo idea de lo que puedo ser capaz. Al menos mis compañeros saben en qué se basa su don. Yo no sé que podía hacer el Rey Demonio.

En vez de preguntarle directamente a la profesora Mercy, decidí ir con el director. Me servirá para aclarar dudas, confusiones y malos entendidos con quién fue mi padre.

Le pregunté a Restrict cómo llegar a la oficina de el director. Él amablemente me llevó hasta la puerta de la misma. Tiene una voz muy gruesa, mucha barba, bastante alto como el hombre que cargaba a Beatríz, es muy caballeroso y servicial. Me está agradando.

—A pesar de que la escuela reciba a cualquiera que tenga dones. —Escuché a una mujer hablando en la oficina del director. Estoy justo al frente de la puerta, pero aún no he tocado. —Yo creo que deberíamos tener una excepción, porque este es un caso especial y muy delicado Prometheus.

—Si lo sacamos de la institución, es muy probable que cree o se vuelva aliado a una organización peligrosa. —Escucho la voz de un hombre que no logro identificarlo. —Eso es algo que debemos de evitar totalmente, o provocaría el posible fin para todas las razas exceptuando a los demonios.

—El ministerio de defensa, al enterarse de quién es el muchacho, tomarán ciertas decisiones. —Asume Prometheus. —Si está fuera de la escuela, lo más seguro es que lo maten. —Comienzo a ponerme nervioso y a preocuparme aún más. —Eso estaría en contra de las leyes, ya que el chico no ha cometido ningún delito.

—Si eso sucede, se crearía una guerra de los Magos Santos contra el ministerio de defensa. —Vuelve a hablar el hombre que no reconozco su voz. —Eso les convendría a los demonios. Quedaríamos algo desprotegidos.

—Por esa misma razón pienso dejar que este chico aprenda de magia, y que lo eduquemos durante los 6 años que necesita para graduarse. —Confiesa el director. —Es un joven de 17 años con un poder atroz, pero que puede ser controlado.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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