The Magic World

C16: Kevin vs. Genji

Kevin:

Estamos en uno de los comedores, del cual es bastante amplio. Yo enciendo las luces para tener mejor visión. Lo encuentro parado en todo el centro del lugar, mirándome con una sonrisa que muestra confianza en sí mismo.

—Respondiendo a tu propuesta de entregar a Sanderict. No la acepto.

Al terminar de hablar, le disparo rápido con la pistola que tengo en la derecha. Él se mueve velozmente quedando al lado mío. Cuando noto lo cerca que está, esquivo por muy poco una patada que me venía hacia el rostro, del cual me roza la frente. Sin esperar ni un segundo más, levanto un poco el arma que tengo en la mano, apuntando a la cabeza. Este nota mi movimiento, y esquiva el tiro retrocediendo.

Luego, tomo una mesa que tengo justo al lado, y la convierto en una ametralladora. Me pongo a dispararle seguidamente con cientos de balas que trae la correa de munición que he creado con esta. El tipo esquiva con algo de facilidad, pero al ser tan continuo, le impide acercarse a mí. Solo se abstiene a evadir.

Cuando termino de gastar toda la munición sin darle ni una vez, corre directo hacia mí. Yo tomo una silla, y la convierto en varias granadas, soltando la ametralladora, del cual solo me quedo en la mano con tres de estas. Al estar en frente mío, saco una de las pistolas con la mano que tengo libre, pero me la quita dando una patada en la misma. Después, me da una en la pierna derecha, consiguiendo que me arrodille, y levanta la suya hasta la altura de su cabeza. Yo esquivo el golpe que probablemente me hubiese enterrado la cabeza en el suelo, y tiro una de las granadas que tengo mientras me alejo.

El tipo se pone tenso al ver que la lancé. Me alejo bastante, y él hace lo mismo hacia la dirección contraria. La granada explota, y nos deja un poco aturdidos, destruyendo varias mesas, sillas y bombillas, dejando parte del comedor a oscuras. Antes de recuperarme del aturdimiento, lanzo las otras dos que tengo a donde están el resto; alrededor de diez granadas más. En cuestión de cuatro segundos, convertí mi ropa en un traje especial resistente a explosiones que solo amortiguará el impacto.

Me tiro al suelo cubriéndome con una mesa, además del traje que estoy usando. El hombre se desespera al ver lo que acabo de hacer, y corre en gran velocidad. Las granadas están cerca de la única entrada, así que tiene que irse al otro extremo, donde me encuentro. La explosión que se genera es muy potente, destruyendo el muro y techo que estaban allí, la entrada y los objetos cercanos. Yo resisto satisfactoriamente el impacto, el hombre no. Salió impulsado, e impacta con la pared que está a cuatro metros detrás de mí.

Me levanto con cuidado, y observo el alrededor. Muchas bombillas están dañadas y destruidas, ya estamos casi completamente a oscuras, y está siendo de noche. Sería bueno buscar una zona con iluminación para no estar en desventaja. Lo escucho toser. Al voltearme para verlo, noto que se levanta lento, estando herido, pero no con gravedad.

—Eso fue muy problemático. —dice mientras le cuesta levantarse, y tose—. Tu poder mágico no es tan potente.

—Eso lo tengo bien en claro. —confieso mientras lo observo.

—Solo eres capaz de usar armas comúnes.

—¿A qué te refieres con eso? —le pregunto confundido.

—He visto a un tirador que sería capaz de vencerte sin problemas. —cuenta, y se toca el abdomen por el dolor—. No tiene que depender ni siquiera de la iluminación, y sus armas son fuera de lo común. Teniendo otras formas de usarse.

Al ver que ya se ha levantado, retrocedo de espaldas hacia la entrada. Él se acerca velozmente, y gira su cuerpo bastantes veces. Por tener un traje tan pesado, se me dificulta moverme. Puedo notar como la pierna de él comienza a brillar, debe ser un movimiento como encender una fogata; esta vez frota a gran velocidad su pie con el suelo, haciendo que la pierna se caliente bastante. Ya que tiene resistencia en la misma, no se estaría haciendo daño.

Cuando termina de calentarla, que no duró casi nada para mí, impacta fuertemente en mi abdomen haciendo que reciba mucho daño. El traje logra amortiguarlo, pero ha sido tan potente el ataque que se me ha hecho inútil resistirlo por completo. Así que salgo impulsado con fuerza hacia la entrada, y salgo del comedor sin poder impedirlo. Después de un par de segundos en el aire, choco con un muro destruyendo parte del mismo.

Ahora me encuentro en un pasillo un poco largo que conecta la cocina con otra área que desconozco. Hago que mi traje vuelva a ser la ropa que tenía antes, y me levanto para tomar un respiro, ya que el tipo se dirige hacia acá sin darme tiempo de descansar. Tengo que cuidarme de recibir ese ataque de nuevo, pero sin el traje, ya que posiblemente no podría resistirlo.

Él lanza varias patadas que llegan a ser más lentas que las anteriores, y que logro esquivarlas por poco. Toco el reloj que tengo en la muñeca izquierda, y lo convierto en una granada cegadora. Cierro los ojos, y aparto mi rostro para luego, soltarla elevándola en el aire. Al explotar, deja ciego por unos cuantos segundos al tipo. Él se toca los ojos, y los frota con ambas manos. Cuando ve que no tengo ningún objeto realmente cerca, me quito la camisa, y la convierto en un guante de electricidad. Lo tomo por el hombro con una mano, y con la otra lo golpeo varias veces en el abdomen con el guante de electricidad. Hago que reciba varios choques eléctricos. Luego, cae al suelo torsiéndose por el dolor. Aprovecho el momento para dirigirme a la otra área, donde posiblemente pueda usar algo más para convertirlo en un arma.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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