C22: Flechazo de amor

Drake:

Cuando Kevin dijo que debíamos volver a Bextruz por la hora para ir a clases después de visitar a Zefirth y Restrict, en verdad se nos hacía tarde. Así que corrimos desde la entrada de la escuela por los pasillos. De repente, una chica sale por la puerta del comedor, y termino tropezándome con ella. Ambos caemos al suelo accidentalmente, y todas las cosas que llevaba cargando en entre los brazos se le han caído al suelo. Mis amigos no se percatan de esto, ya que estaban más adelante que yo, y siguen corriendo, dando vuelta a otro pasillo.

—Ahg, lo siento. —le digo mientras me levanto rápido para ayudarla—. ¿Te encuentras bien? —pregunto, y la ayudo a levantarse, tomándola de ambas manos.

—Si, tranquilo, solo me he golpeado mi brazo derecho y mis pompis. Lo bueno es que he caído sentada. —responde, y se le sale una pequeña carcajada, la cual rápidamente se tapa la boca.

La ayudo a recoger sus cuadernos y útiles de clase mientras le sigo pidiendo disculpas avergonzado. Ella me habla muy amablemente. Boonie se asoma por el pasillo en que estamos los dos, y nos ve sin que lo sepa. De esta chica percibo una voz muy tierna, expresión dulce y un tipo de olor súper encantador con una fragancia deliciosa para el olfato; además de tener una pequeña sonrisa muy linda. La conozco, es de primer año, pero no sé de qué clase es, aunque con total seguridad asumo que no es la Mítica. Aquella vez que tuvimos nuestros primeros enfrentamientos entre nosotros, recuerdo que ella no peleó, solo estaba sentada en la banca.

—Ya está listo, no tienes de que preocuparte. —informa, mostrándome su bella sonrisa después de terminar de recoger sus cosas—. Creo que vamos tarde a nuestras clases.

—Soy Drake. —confieso, extendiendo mi mano, lo cual no sé por que lo he hecho. Boonie nos mira fijamente desde lejos, aún sin que nos demos cuenta.

—Jaja, soy Raven. —se presenta, estrechando mi mano y mirándome a los ojos, manteniendo su sonrisa. Yo la veo hipnotizado por su belleza—. Ahm, si quieres nos vemos luego, en verdad debo ir a mi clase, y creo que tú también deberías. —agrega, soltándome y caminando hacia su salón.

—¡De acuerdo! Nos veremos luego. —me despido mientras observo su forma de caminar, no es nada especial, pero me gusta.

Boonie se acerca disimuladamente, fingiendo que acaba de llegar a este pasillo. Yo vuelvo a conectarme al mundo real fuera de mis pensamientos. Cuando veo lo que hace, me paro con firmeza. Ella se detiene en frente mío a dos metros de distancia, y me mira fijamente a los ojos con expresión desconfiada. Ya Raven ha salido del pasillo en que nos encontramos.

—¿Acaso cupido te ha flechado? ¿qué ha sido eso? —me pregunta, apoyando ambas manos en su cintura.

—Siéndote sincero, no entendí bien lo que ha pasado en ese momento. —le respondo, extendiendo mis brazos y manos hacia los lados.

—Eso ha sido una escena muy cliché de romance. —opina, mostrando un poco de desagrado—. Aunque ciertamente se vieron lindos en ese momento. —agrega, siendo de nuevo Boonie. El desagrado no parecía cosa de ella.

—Hey, esto queda entre nosotros únicamente, ¿okey? —aclaro, sujetándola del brazo levemente. Ella lo agita con fuerza, y consigue ser soltada.

—No soy quien para expresar con precisión lo que piensas, pero estoy segura de que tú y yo creemos que eso ha sido extraño. —me dice con su linda voz, teniendo expresión seria. Esto me hace tenerle ternura—. Mejor regresemos a nuestra carrera para llegar a clases sin perdernos mucho de la misma.

Después de unos minutos, nos encontramos viendo la clase de Mercy, la cual no nos dijo nada al respecto por llegar tarde, pero si nos miró con expresión muy seria, moviendo los labios. Bakugo ya estaba sentado, recibiendo la clase en una de las primeras sillas centrales. Nosotros simplemente habíamos entrado al salón de manera silenciosa, evitando contacto visual con la profesora.

—Chicos, ha llegado el momento en que cada uno de ustedes comience a subir su nivel de habilidad en cuanto al uso de su don. —dice Mercy mientras camina alrededor de nosotros como lo hace habitualmente—. Para poder ser magos excepcionales, deben ser capaces de darle diferentes usos a su don.

—¿A qué se refiere realmente con eso? —pregunta Bakugo, mirando su pupitre. Él no suele tomar apuntes en las clases, por eso no tiene ningún material fuera de su bolso.

—Todos los magos profesionales tienen la increíble capacidad de darle otros usos a sus dones más allá de la habilidad base. —confiesa, y se para al lado de Boonie—. Con el Steal Magic eres capaz de robar magia a cualquier ser vivo que la tenga, pero este poder se le considera atroz no solamente por eso.

—¿Significa que hay algo más de mi don que lo hace tan poderoso? —pregunta Boonie curiosa, sacando su lápiz y cuaderno.

—Todos los dones que han visto son capaces de hacer mucho más que lo primero que ven. —le dice como respuesta a su pregunta, y camina a la pequeña tarima en frente de los pupitres.

—Así que los dones son mucho más complejos de lo que parecen. —dice Bakugo, dándolo por cierto, y el lápiz de Boonie con el uso de su don de magnetismo y jugando con este. Ella se lo quita con molestia al darse cuenta segundos después.

—La magia es compleja en su totalidad, entenderla es algo sumamente difícil. —expresa Mercy—. Lo mejor que pueden hacer es comunicarse con esta.