Drake:
—¡Hey! ¡Paren ya! —ordeno mientras me interpongo en medio de Boonie y los dos amigos de Raven—. ¿Qué está pasando aquí?
—Tu amiga Boonie anda buscando pleito con nosotros. Mejor que no lo haga o todos saldremos perjudicados. —responde y advierte Shey con mucha seriedad, mirando a Boonie directo a los ojos.
—Tranquilos. —dice Jake, tomando a Shey por los hombros—. No ha pasado nada. —La voltea, y ambos se retiran.
—¿Puedes decirme qué rayos a pasado? —le pregunto a Boonie algo enfadado, mirándola seriamente. Kevin la suelta.
—Me parece que hay algo raro en esa gente. —confiesa mientras se acomoda la ropa—. Y voy a descubrir lo que están intentando hacer.
—¿Qué demonios vez de mal en esas personas? Si tú eres la que anda enfadada buscando pleitos. —le digo, alterándome. Ella solo camina hacia la salida sin prestarme atención.
—Solo déjala, ya se le pasará. —me dice Kevin. Me abraza por los hombros, y la seguimos detrás.
Shey es una de las amigas más cercanas que tiene Raven en la escuela, lo cual la hace muy importante. Esta tiene el don para separar su cuerpo en varias partes, algo simple en realidad. No conozco más allá de lo que pueda hacer y acerca de su personalidad, pero nunca he tenido mala vibra con esta chica. Es de cabello azul que combina con sus ojos y color usual de vestir. Piel clara, delgada, tiene un cuerpo poco voluptuoso y mide 1,67.
Jake tiene un don muy bueno y que puede ser problemático para sus rivales, es la magia logia del humo. Es capaz de generar vapor y manipularlo. Si consigue saber manejarlo bien, puede que sea difícil vencerlo en las competencias; eso es algo que estoy tomando en cuenta. Él es amigo de Raven, se la pasa con ella y Shey en horas fuera de clase como un grupo de junta. Se nota cierta musculatura, piel bronceada, forma de vestir un poco gótica y tiene peinado militar en su cabello castaño oscuro. Su estatura es de 1,74.
Dos días después, nos informaron a todos los estudiantes de Bextruz que ya comenzarán las competencias. Estas se llevarán a cabo fuera de la escuela en un campo bastante amplio que podremos usar. Tendremos que pasar por un pueblo llamado Halstatt que se sitúa poco después del bosque, ya que nos tomará unos cuantos días realizarlas. Además de hacer el viaje, empacamos para quedarnos en el pueblo. Los 25 estudiantes de primer año iremos, pero no todos participaremos. Al parecer, 5 observarán las competencias y los demás, unos 20 estudiantes estaremos compitiendo; esto debido a que algunos no quisieron.
Después de empacar en una noche, salimos en la mañana siguiente temprano, apenas estaba saliendo el sol por la madrugada. El tren no está diseñado para llevarnos a sitios cercanos sino más bien a los que se encuentran muy lejos de la escuela. Por lo tanto, nos hemos ido en carrozas para allá. Algo que se me hace curioso es que en el mundo mágico no se usan autos, y parecen estar muy por debajo al avance tecnológico del mundo humano.
Pasaron muchas horas de viaje. Llegamos al pueblo a comer el almuerzo en un restaurante al aire libre que se sitúa cerca de la entrada por el bosque. Todos los profesores vinieron con nosotros. Ellos tienen la responsabilidad de cuidarnos, y se encargarán de la organización de las competencias. Además, la escuela se hará responsable de los gastos, así que no tenemos de qué preocuparnos. Prometheus se mantuvo cuidando de Bextruz junto a Loken, Beatriz, Zefirth, Restrict y otros profesores que no conocemos. Los únicos que hemos hecho el viaje hasta acá fueron todo 1er año y los 4 profesores de los dones.
—Woa, la comida de aquí es riquísima. —opina Lucy encantada al probar su plato de ensalada Cesar. Estamos los 5 sentados, compartiendo una mesa.
—Le doy la razón, está bastante buena. —admite Kevin al probar su pasticho, mostrando satisfacción.
—Tal vez le echan una pizca extraña a la comida, ya que huelo algo más que eso. —dice Leo extrañado, observando y probando su pasticho.
—¡Eso es totalmente cierto! —le da la razón un señor mayor y bajito en tamaño parado con las manos en la espalda al lado de él, se asusta por eso—. La comida es cien porciento natural, y lo que hacemos es darle una pequeña pizca mágica ¡para que sea lo más sabroso que hayan probado!
—Vaya, me imagino que fue por medio de pociones, ¿cierto? —pregunta Kevin con curiosidad mientras juega con el tenedor y ve al señor.
—¡Eso es correcto! Tenemos una pólvora especial que vuelve la comida mucho más exquisita. —le responde con mucho ánimo y alegría mientras salta.
—Antes de subirme a la carroza, escuché a Merlyn decirle a Zed que en el mundo mágico es tan común la magia como la tecnología en el humano. —nos cuenta Boonie con algo de seriedad, viendo su plato. Parece algo rara.
—¿Eso significa que encontraremos muchas cosas más ligadas a la magia? —pregunto con emoción, dejando de comer para ver al señor.
—Claro que sí, jóvenes. —nos responde con una gran sonrisa—. En este pueblo se suele usar mucho la magia al igual que en distintas partes de este mundo.
—¿Y quién es usted? —le pregunta Leo.
—Soy Rometheus, pero pueden llamarme Rom. —responde, sonriendo de nuevo y haciendo gestos cómicos—. Soy el dueño de este bello restaurante.
—¿Rometheus? —pregunta Boonie extrañada. En realidad, tiene un nombre muy parecido al del director de la escuela.