Boonie:
—Vamos de una vez al tiro, ¿qué deseas hacer ahora? —me pregunta con expresión que denota fastidio.
—Solo quiero saber algo: ¿Cómo pudiste engañar a Drake para que se enamorara de tí?
—¿Qué? JAJAJAJA... —pregunta y se ríe por unos pocos segundos. Luego toma aire y sigue—. ¿En verdad crees que lo engañé? ¿acaso no crees en el amor a primera vista?
—No. —respondo en seco con seriedad.
—Pues, déjame aclararte que fue así, ambos sentimos un tick en el momento en que hicimos contacto visual. —me cuenta como si no hubiera visto eso. Ella no me notó aquél día cuando estaba observando—. Después tuvimos gran interés en compartir buenos ratos juntos.
—No me convence. —confieso sin miedo. Desde aquí puedo sentir su aroma refrescante.
—Tendrás que creerme. Tal vez en no mucho tiempo comencemos una bonita relación de pareja. —dice, mirando maravillada al techo, imaginándo tales escenas—. Espero que no vayas a entrometerte.
—Ya sé cuál es tu don. —confieso apenas me doy cuenta.
—¿De qué hablas? Ni siquiera le he dado uso.
—No te gusta darle a conocer a los demás cuál es tu don, porque prefieres ocultarlo para usarlo como engaño. —le explico mientras camino hacia ella, la cual retrocede lentamente—. Esa habilidad funciona, en parte, para alterar las emociones de las personas.
—¿De dónde sacas todo eso? —pregunta mientras sigue retrocediendo y, a la vez, siento como se pone nerviosa por cada segundo que pasa.
—Drake solo está confundido con lo que siente debido a la habilidad que sueles usar día tras día. —continúo contándole lo que creo mientras camino—. Lo engañas para algún fin mucho más grande o porque quieres tener una relación con él, y piensas que sin esto no podrías conseguirlo.
—Malvada sea. —se queja, y deja de retroceder al igual que yo me detengo—. ¿Cómo pudiste deducir todo eso?
—No creo firmemente en el amor a primera vista, estamos en el mundo mágico y por mera intuición. —le respondo, metiendo mis manos en los bolsillos.
—Tienes razón, lo estuve utilizando. —confiesa con expresión molesta—. Lo engañé desde aquella vez que tuve la oportunidad.
—¿Por qué?
—¿Estás conciente del poder que tiene? ¡Todos dicen que es el hijo del Rey Demonio! —dice, realizando expresiones de asombro—. Si eso es tal como declaran, podría convertirme en la reina del mundo. Él está destinado a convertirse como su padre y forjar de nuevo ese gran impe...
—¡CÁLLATE! —le ordeno gritando, la cual me obedece—. No eres más que una interesada, y le pondré fin a toda esta hipocresía que montas en su cara sin que se de cuenta.
—Ja, ¿y cómo piensas hacer eso? ¿En verdad conoces mi don? —pregunta con ironía, mostrando confianza en sí misma. —Jamás lo he mostrado en público.
—Tienes el don del aroma. —le contesto, mostrando más confianza que ella, y esta se sorprende por mi respuesta—. El aroma que generas puede alterar en cierto grado la emoción de las personas. Drake se confundió pensando que eran sus sentimientos, y por eso creía estar enamorado.
Sin esperar ni un segundo más al escuchar eso, libera desde su cuerpo un fuerte olor podrido que me provoca mucha repugnancia. No solamente puedo olerlo, también lo estoy sintiendo con pesadez. No le doy mucha importancia, así que corro hacia ella para atacarla. Seguidamente mis ojos comienzan a irritarse. Me pican y arden a la vez. Los tapo con mi mano izquierda, y abro la derecha para absorber su poder mágico. De esta forma consigo hacer que el olor no sea tan fuerte y tóxico. Cuando abro un poco los ojos, me da un puñetazo en la mejilla. Me quejo y chillo por el dolor del golpe a pesar de que no fue tan fuerte.
—Te tomaste tres meses para darte cuenta, ¿eh? —deduce mientras prepara otro puñetazo, aprovechando que no puedo ver bien aún.
—No creíste que era observadora, o ¿sí? —le digo, bloqueando su puñetazo con ambos brazos cruzados.
Inmediatamente ella retrocede y se prepara para realizar su siguiente movimiento. Abre sus dos manos y deja salir de su cuerpo mucha cantidad de aroma dulce y refrescante, aunque distinto al que siempre usa. Este se siente mucho mejor. Me endulza de alguna manera, logrando relajarme al pasar cada segundo. Mis ojos ya no se encuentran tan irritados, pero no puedo abrirlos por completo; los dos se me adormecen al igual que mi cuerpo. Oh, no, en verdad me estoy adormeciendo por completo. No logro dejar de pensar en lo delicioso que es este olor y lo bien que se siente.
Intento resistir, moviendo bruscamente una de mis piernas y cacheteándome con fuerza mientras me digo a mí misma que no debo dormirme. Es tan intenso el aroma que lentamente pero efectivo consigue debilitarme. Solo provoca acostarse en el suelo a descansar como si necesitase una siesta. Ella se mantiene a unos pocos metros de distancia generando este aroma. Está dominándome con mucha facilidad. Así que uso mi don para debilitar su habilidad. Al bajar la intensidad, me levanto, recuperando mis fuerzas, y le doy un buen golpe en el rostro que le hace retroceder dos metros.
—Tu don podía servir excelentemente en la competencia. —le digo mientras recojo mi brazo. Ella se limpia la sangre que tiene en la nariz—. Pero decidiste no participar para que ninguno de nosotros se diera cuenta de lo que eras capaz.