Drake:
Los estudiantes nos encontramos en una plaza con tejado de Bextruz, disfrutando de un baile programado por los profesores. Esta idea la tuvo Alba y, acomodando el cronograma de eventos y horarios de clase, hizo esto posible. Mis amigos y yo estamos llegando al lugar. Da la impresión que la escuela es sumamente grande. No creíamos que tendría aún más espacio como para un sitio así.
Leo viene muy hambriento. Así que es el primero en separarse para ir a probar los dulces que se encuentran en la mesa principal. Aunque él desea comer carne, en realidad. Observo detenidamente mi entorno. La plaza tiene un techo de vidrio que permite ver las estrellas y la luna. Cubierta con un resplandor de luces frías hermosas, emitidas de cristales blancos azulados. Llena en este momento de un muy buen ambiente. Unos están bailando, otros charlando, riendo, tomando, comiendo y disfrutando del evento.
—Atención, jóvenes. —llama Prometheus desde una esquina de la pista de baile—. Ahora que se puede dar por hecho que las competencias han terminado. Quiero darles esta noche para que puedan distraerse de sus obligaciones. Pronto comenzaremos duro con las clases, pero tanto ustedes como las autoridades de la institución merecemos un descanso.
Ayer llegaron los estudiantes de sexto año al haber culminado su competencia, también se les dió un discurso del director como a todos. En ese tiempo que pasó, nosotros 5 estuvimos apartados de la magia. Preferimos tomarnos 3 semanas libres tanto de clases como entrenamientos. Según comenta Prometheus: «El aprendizaje de la magia es un camino largo y complejo para seguir, por eso debemos ser constantes, pero puede ser agobiante tener casi un año continuo de ese estudio». Esta es la razón por la que de vez en cuando permite que nuestras mentes se dispersen.
—Uyyy, ¡qué lugar tan bonito! —opina Larazy, maravillada al llegar con su grupo de junta.
—Me sorprende lo grande que es la escuela. —confiesa Alaric, mirando todo su entorno.
—Se me hizo muy extraño verte con vestido. —le confieso a Bibi cuando pasa cerca mío. Ella se percata de mí al escucharme.
—A cualquiera le extrañaría. Este no es mi estilo. —aclara, tocando y viendo su vestido—. Tú tampoco te ves bien.
—No suelo ser de traje, eso va más para Kevin. —le digo, y ajusto mi corbata—. Por cierto, buena pelea que diste.
—Jaja, no esperaba un halago de tí directamente, pero opino lo mismo. A mi parecer, estuvo bastante bien el combate. —admite con una pequeña sonrisa y agrega:—. Oye, ¿por qué estás en la clase de magia mítica si tu don aparenta ser de logia?
—Eso me ha tomado de imprevisto.
—Se me hizo muy curioso desde que te ví en la carrera. Cada una de las habilidades que usas son de logia. El control de las llamas de fuego azul. —aclara curiosa, con una mirada extrañada.
—No sabría responderte esa pregunta.
—Jum, si algún día tienes la respuesta, no olvides dármela. —dice, y se retira, perdiéndose entre el público.
—¡KEVIN! —grita Agnes desde lejos, y corre rápido hacia él para abrazarlo fuerte—. No te había visto desde la vez en que volvimos de la competencia. ¡Te extrañé mucho!
—Aahm, sí. Estuve más tiempo en mi habitación que en algún otro lugar. —le cuenta Kevin sin devolverle el abrazo por la incomodidad que tiene—. Me alegra que estés tan activa y alegre.
—Cuídala bien, Kevin. —le pide Melo mientras va por una copa de vino—. Es una buena chica.
Boonie se interesó en bailar conmigo. Así que me pide de manera muy amable y tierna que lo hagamos. Yo, sin poder negarle a esa carita bella, acepto. Ambos nos ponemos en el centro de la pista a dar unos cuantos pasos leves, ya que la música que anda puesta es suave. Makiu, Alaric y Bazasel también están bailando en la pista con distintas parejas. Melo toma varios sorbos seguidos de vino en la mesa donde Leo busca qué comer.
—Me extraña que no hayas dado todo de tí, Bakugo. —confiesa Zed, estando en las escaleras de bajada que conducen a la plaza.
—No la ví tan interesante además de enfrentarse a Mercy. —contesta, apoyando en el barandal de las escaleras—. Tranquilo, otro día tendré la oportunidad de darte una paliza.
—¿De qué estás hablando? —pregunta a risas.
—Me encanta este ambiente tan tranquilo, sereno, amistoso y fiestero. —confiesa Shey mientras camina hacia la pista de baile para con Jake.
Lucy busca conversar con un estudiante de tercer año. Un chico se acerca a Bibi, y le pide que bailen juntos. Le da un halago, y se puede notar cómo se sonroja por ello. Admito que el vestido le queda bastante bien, se ve diferente y hermosa. Larazy charla con otro mientras toman ponche. Cerca de ella está Dalas mostrándose como el chico guapo del salón con mucha confiesa y una gran sonrisa dibujada en su rostro. Intenta llamar la atención de chicas de años más avanzados. Por otro lado, Kim solo pasea, observando y detallando la plaza. En realidad, aunque no se note en la cara, le está gustando mucho. A Rooper y Raven no los veo por ninguna parte, tal vez no vinieron al evento.
Después del baile que disfrutamos hasta el amanecer, volvimos a retomar las clases. Todo fue más tranquilo y menos movido. Una vez más, aliviados y satisfechos por tener la normalidad de Bextruz. Ahora comenzamos con la metodología que se ve cada día. Agregado a eso, se están planteando varios estudiantes abrir oficialmente El Bar de la escuela; de tal manera que posiblemente tengamos de regreso los juegos, las bebidas y la pista de baile tipo discoteca.