C47: Flashback de Boonie - Parte 2

Boonie:

—No puedo abandonarla. —confiesa mami con lágrimas en los ojos, intentando contenerlas.

—Hey, Carla, todo podrá salir bien. Solo tenemos que actuar ahora mismo. —dice papi, y la toma por el hombro—. Nos reencontraremos, sin importar lo que pase.

—Gerald, Charlie, prométanme que mi princesa estará a salvo con ustedes. Jamás permitan que caiga en las sucias manos del poder corrupto.

—Te prometo, Carla, que la protegeré aún así me cueste la vida. Todo por una gran amiga y una bella familia. —responde Gerald.

—Tienes mi palabra, amor.

—No te preocupes por mí, mama. Yo acabaré con tipos malos, así como hacen los superhéroes.

—Mi hija, mi querida y bella Boonie. Jamás dejes que te quiten esa sonrisa, amabilidad y tu forma tan única de ser. Algún día podrás hacer todo lo que piensas ahora, siendo solo una niña. Recuerda: mami te ama, siempre te amará. Sin importar lo que pase, eso será lo único que importará. —me dice. Deposita un beso en mi frente y me da un fuerte abrazo para luego irse hacia la entrada del pueblo donde están disparando.

Ahora estoy junto a mi padre. Él intentando abrir un portal a la dimensión humana; mientras que yo veía el pueblo, donde nací, arder en llamas. Gerald se acerca aún más a mí, y me habla bonito para suavizar la ida de mami. Me asegura que volverá. Confío en que será así. En eso, varios pedazos de la montaña siguen cayendo. A pesar de ya estar en la parte inferior, todavía podemos sufrir mucho daño. Las explosiones y toda la destrucción no paran.

—No me dará tiempo para abrir un portal al mundo humano en una zona segura. Tendré que mandarnos a otro sitio mágico. —informa papi, tratando de abrirlo con el uso de su libro como guía y apoyo mientras que con la otra mano realiza su magia.

—Estará bien así, ¡solo inténtalo! Yo cubriré a la pequeña mientras tanto.

Seis meses después...

Luego de lo sucedido en Bagres, tuvimos que abandonar nuestro hogar para comenzar a vivir en Castle Combe. Este es otro pueblo que se encuentra bastante lejos del anterior. Aquél día pudimos escapar por el portal teletransportador de papá. Pero... mamá nunca volvió a reencontrarse con nosotros. Así que él fue en busca de ella por todo el mundo mágico tratando de que regrese con su familia.

"—Volveré cuando consiga a mami. Estarás con esta nueva familia que te cuidará mientras no estoy. —me informa papi en la entrada de la puerta, listo para irse.

—¿Por qué no me puedo quedar con Gerald?

—Su trabajo es cuidar de este pueblo así como hacía en Bagres. Él tiene la capacidad para protegerte, pero no el tiempo ni la seguridad.

—No quiero esto. No quiero tener una nueva familia ni escuela, tampoco otros amigos. Deseo seguir viviendo en Bagres. —confieso con ganas de llorar, pero me resisto. Él me abraza rápidamente.

—Sé que será muy difícil adaptarse a una nueva vida, pero podremos lograrlo, mi princesa. Cuando vuelva con mamá, volveremos a las mismas costumbres de antes. Solo ten paciencia."

Esa fue la última vez que hablé con él. Lo extraño mucho, y tener otra vida como sorpresa para nada agradable resulta difícil de llevar. La familia temporal que cuida de mí son una pareja de 50 años que no les gusta mi forma de ser. No quiero dejar de divertirme como salía cada día luego de clases a jugar por todas partes. A ellos no les gusta eso.

—¿Esta es la mocosa que nos han dado? Apuesto a que no sabe cocinar. —comenta la mujer.

—No esperes nada de una niña que tiene 6 años. —dice el esposo.

No entiendo por qué ha pasado todo esto. De un día para otro tuve que cambiar mi vida, sin siquiera saber la razón. Nadie de los que conozco quiere explicarme lo sucedido, tratan de evadir las conversaciones que empiezo sobre ese tema. A pesar de intentar encontrar la verdad, parece que no será algo de constancia; tendré que buscarla por mi parte.

Tres años después...

Al tanto tiempo en Castle Combe para la edad de 10 años que tengo, me he podido adaptar lentamente a mi otra vida. No me ha costado hacer nuevos amigos ni adaptarme a las costumbres y rutinas de acá. Aun así, lloro usualmente por las noches, deseando con muchas ganas que todo vuelva a ser como antes. Desde aquél entonces donde mi padre fue en busca de mamá y el día que ella intentó protegerme, no los he vuelto a ver. De hecho, ni siquiera he tenido comunicación con ninguno. Esto, a pesar de que he podido sobrellevar lo sucedido, no consigo dejar de querer por las noches que regrese a estar con ambos.

—¡Eh, tú! Ve a por dos panes canillas. Has algo decente y colaborador en esta casa. —me ordena ella, mientras tira el dinero en el suelo para que lo tome.

—Tárdate lo que quieras. Necesito un poco de tiempo lejos de niños. —confiesa el esposo, sentándose en el sofá para relajarse en el mismo.

Algo que nunca pude entender, y mucho menos que lo sucedido en Bagres, fue la razón de que papá me dejara con estas personas. No son malos, y me cuidan a diario, pero no muestran ni la más mínima expresión de cariño y gusto por lo que hacen. Parece que solo me tienen aquí por el dinero que reciben mensualmente. En eso no estoy de acuerdo, porque el amor lo veo muy fundamental en cualquier hogar. Si las personas que viven juntas en la misma casa no se quieren y se sienten incómodas, entonces no tienen por qué estarlo. De esta forma, no hay manera en que se pueda crear una familia. Se suponía que debía aceptar tener una nueva mientras mis padres regresan, pero no resulta.