The Magic World

C53: Dynamo

Drake:

—Qué estupidez, ahora me siento ridículo por tenerlos como molestia para cumplir mi objetivo. —confiesa Dynamo, parado a varios metros frente a mí.

—Me siento inútil por haber dejado que mataras a un buen hombre. —contesto, tratando de mantenerme sereno.

—Deben abandonar todo lo que está por irse de sus vidas. Forzar a quedarse no es la mejor idea.

—¿Acaso no consideras que hay sentimientos detrás? Sus amistades están aquí por lo que sienten.

—Es mucho apego a una persona destinada al sufrimiento. Aunque el gobierno no la haya capturado todavía, sigue escapando y siendo atormentada. ¿Cómo van a desear tal amistad con alguien así?

—La queremos por su forma de ser. Su don... su pasado... y su destino no son nuestra principal razón para quererla . La personalidad y vivencias con ella es más que suficiente.

De repente él realiza un desplazamiento veloz que, en menos de dos segundos, ya estaba al lado mío. Me tomó por sorpresa otra vez. No me da tiempo de encender el cuerpo. Así que recibo una patada en medio rostro, caigo y me arrastro por el suelo, sufriendo el doloroso impacto. Cuando consigo levantarme rápido, noto de inmediato que lanzará un puñetazo. De nuevo, no tuve cómo esquivar ni pararlo. El golpe que conecta en la misma parte de mi cara es fuerte. Me tira al piso con bastante facilidad por segunda vez.

«Joder, ¡Drake! Levántate carajo. Tienes que estar atento a sus movimientos. ¡El combate ha comenzado» me digo mentalmente.

Estoy de pie otra vez, y conecta una patada muy fuerte en el abdomen, la cual me impulsa varios metros. Termino impactando contra un carrito de carga. De nuevo, me levanto. Los dolores son soportables pero sumamente molestos. Dynamo vuelve a usar su tremenda velocidad para acercarse. En este momento, preparo mi puño de fuego, alzándolo bien alto. Sin embargo, esquiva con agilidad el ataque, y me golpea desde la barbilla con su mano abierta. Estuve a punto de morderme la lengua, los dientes chocaron entre si.

—Realmente escogiste al peor enemigo aquí presente. —comenta, con una sonrisa, mientras se truena los dedos.

—Mierda, sé que no será fácil, pero pondré mi vida por encima ante esto. ¡Es un reto que debo alcanzar!

—¿Reto? Idiota, ¡no es un puto juego! —contesta, preparándose para seguir peleando.

Dynamo realiza su desplazamiento rápido. Bloqueo un puñetazo suyo, y libero buena cantidad de fuego azul que lo obliga a retroceder. Mientras se reincorpora, me impulso, con ambos pies, para tirar una patada voladora en llamas. Este la detiene, usando sus dos manos. Increíblemente, resiste el ardor solo teniendo un poco de dificultad. Luego la toma y me tira hacia el otro extremo, donde atravieso la puerta de una casa.

«Resistencia, fuerza y velocidad. Posiblemente posea un don Paramesia que altere su cuerpo, consiguiendo fortalecerlo en gran medida» analizo.

—Le pondré fin a esto de una vez. —informa, estando ya en la entrada. Me ha impresionado el poco tiempo que me permite reaccionar.

—¿Alguna vez has pensado que las demás personas sienten, a diferencia de tí? —pregunto, adolorido, en el suelo.

—Es el error que cometen muchos, pero no en mi caso. Deberían aprender a no sentir dolor y, por lo menos, resistir el físico, aunque no estemos hablando de eso.

Flashback de Dynamo:

Salgo de clases, y voy a la parada donde me recogerá mi molesto hermano. Al llegar, encuentro a un compañero de 5to año de secundaria. Él está sentado, cabizbajo.

—¿Todo bien? —pregunto, con las manos en los bolsillos.

—Diría que no. Mi pareja me ha dejado esta mañana. —responde, sin levantar la mirada.

—Ohh, pues. No deberías de estar así.

—¿Cómo no debería estarlo? Duramos dos años, ¡y en verdad la amaba! Aunque sea muy joven todavía, sí se puede amar.

—No tiene caso llorar y sentirse mal por algo que ya no forma parte de tu vida. Ese malestar emocional afectará otras cosas cuando las estés realizando o ni te dignes de ello por desánimo.

—¡Buenas, buenas, hermanito! —saluda Junior, mi hermano mayor, tocando la bocina de su minivan—. ¿Ya terminaste con tu ronda de chicas hermosas? ¿Piensas llevar para casa a una?

—Él es un chico. —respondo, mirándolo mal. Pensó que mi compañero era una chica por su cabello que llega hasta los hombros de largo.

—¡Ouh! Disculpa, en verdad me pareciste una dama, ¡JAJAJAJAJA! —dice, siendo demasiado irritante para mí.

Él es la clase de hermano patán que suele burlarse de la gente, sobretodo de los que no tienen mala pinta, esos que son pésimos defendiéndose. Debido a su cuerpo tan grande y fuerte, siempre me jode con mucha facilidad. Nuestros padres no le paran a la malicia que tiene, se encuentran muy ocupados para atender "pequeñeces". Es un hecho, tengo que aguantar todas sus molestias.

—¿Alguna vez has pensado en perder a una persona valiosa para tí? —pregunta mi compañero.

—Siempre lo tomo en cuenta, y llego a la misma conclusión: no se debe darle tanto sentimentalismo a lo que no puede estar con nosotros. Si este era el destino, así tiene que continuar...



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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