C56: Todo estará bien

Drake:

Han pasado dos semanas desde que los asesinos se largaron del pueblo. Durante ese tiempo, nos quedamos para ayudar a las personas en la reconstrucción de Lastres. Con el uso básico y sencillo de varitas mágicas, pudimos lograrlo en ese tiempo. A pesar de haber sufrido la pérdida de familiares y amigos, muchos desean festejar por conseguir proteger este hogar. Casi todos estuvieron de acuerdo, así que elaboramos un pequeño compartir nocturno; respetando el ánimo y tranquilidad de otros.

—Uff, ¡fuchi! Huele mucho a caña. —expresa Rubí, mientras reparte galletas y leche—. ¡Deberían tomar menos alcohol!

—¡¿Qué?! ¿No le gusta la bebida alcohólica? —pregunta Leo, impresionado, y bebe un poco de cerveza.

—Baaaahh, creo que ustedes dos nunca se entenderían, mi amigo borracho. —comenta Boonie, mientras le da palmadas en la espalda, las cuales hacen que se atragante con la cerveza.

—¡¡MALVADA SEA, BOONIE!! ¡¡DEJA DE HACER ESO CUANDO ESTOY COMIENDO O TOMANDO ALGO!! —exige Leo, fastidiado, sentado junto a ella. Esta se ríe con muchas ganas.

—Ehh, traje un juego curioso. —informa Jason, acercándose junto a dos amigos con un portafolio a la sala—. Drake y Kevin son los que vienen del mundo humano, ¿cierto? Pues, les tengo algo curioso.

Estamos en la casa de Rubí. Un lugar acogedor, cálido y servicial por parte de ella y sus amigas. Hay varias personas que se encuentran afuera charlando, unas toman y otras bailan. Acabo de notar que algunos andan divirtiéndose con juegos de mesa, la pasan bastante bien. Justo eso ha traído Jason, el cual lo abre, y este aumenta de tamaño automáticamente. ¡No deja de crecer! Nos exaltamos al ver eso, y buscamos más espacio, moviéndonos hacia atrás con las sillas y muebles. Cuando termina, parece un monopolio del tamaño de varios metros cuadrados, no sabría decir cuánto exactamente.

—El juego es bastante sencillo. Tiene una modalidad semejante a la del monopolio del mundo humano. —nos informa. Cada uno se va poniendo cómodo en los muebles. —En este caso, tanto los personajes como criaturas parecen cobrar vidas.

»Todas las piezas que trae el juego se vuelven palpables. Criaturas y personajes salen de las tarjetas como también cada objeto. De esta forma, tendrán una simulación casi viva de la ciudad que lleguen a crear.

—O sea que... ¿podré comprar y tomar edificios para plasmarlos en algún sitio? —pregunta Kevin, señalando espacios grandes libres que tiene el tablero.

—¡Exacto! ¡Podrás construir una mini ciudad simulada! —responde Boonie con entusiasmo, alzando los brazos.

—Soy fan de estos juegos de mesa. —confiesa Lucy.

—¡A mí también me encantan! —confiesa otro chico desde el extremo contrario de la sala, el cual parece tener cierto, gran y notorio gusto por ella. Aunque admito que se ve bonita con sus moños y falda.

Jugamos un muy buen rato, pasándola bastante bien reunidos entre varios adolescentes y algunos adultos. En verdad ha llamado mi atención y curiosidad más acerca de cómo se usa la magia en distintos lugares de este mundo. Ha sido sorprendente que los personajes y criaturas extrañas pudieran verse tan reales como estructuras y paisajes. Un simple juego de mesa mostró esa clase de simulación de una manera fantástica. Pude experimentar algo increíble aunque sea sencillo.

Perdí la última partida. Así que he decidido tomar un respiro en el balcón. Cuando llego allí, miro la hermosa luna llena junto a sus estrellas. Escucho la música divertida desde acá como si no me hubiera alejado mucho. En ese momento, pienso que pronto veré a mi madre. Aún tengo planeado averiguar acerca de esa historia que ronda detrás de mí, quiero saber si ella conoce algo. Es un tema que me tiene confundido. No quise escribirle en las cartas nada sobre esto, preferí esperar a preguntarle en persona.

—Luego hizo ¡BOOM! y creó un muro de fuego súper ardiente. ¡El tritón estaba nervioso! —escucho a un niño contarle a sus amigos, en medio de la calle, con entusiasmo.

—¡Esos malvados no tenían nada que hacer aquí!

—¡Todos ellos son unos súperhéroes!

—Me ha gustado la valentía que han tenido. Los magos son extraordinarios.

—¿Qué tal? —pregunta Kevin repentinamente, llegando a mi lado—. La fiesta me está pareciendo buena.

—Sin duda alguna.

—¿Sabes? En ciertos momentos, me gustaría despreocuparme un poco, sabiendo que todo estará bien. Pero mi perspectiva es otra. —confiesa, mientras se apoya del muro. Bebe un poco de vino, tomándose un corto tiempo para continuar. —Creo que algún día volverán.

—Eso es lo que yo también pienso. Aún quedan dos semanas más para volver a clases. Hasta entonces, ella estará al descubierto.

—Confío solo un poco en que estas personas podrán cuidarla. Jason quiere encargarse del trabajo de Gerald. En dado caso que se presente donde ella pueda correr peligro, nos comunicará.

—Yo me quedaré. —informa Lucy, detrás de nosotros. Consigue asustarnos por eso. —Tranquilos, tranquilos, tampoco soy un espanto, ¿o sí?

—Bueno... —digo con la mirada hacia la calle. Inmediatamente, ella golpea mi hombro.

—¿No volverás a casa? —le pregunta Kevin.