C81: Primer vestigio

Drake:

—¿Cómo te ha ido en tu carrera como mago, hermanito? —escucho a una voz masculina preguntarme amablemente, lo que confunde por haberme nombrado como su hermano.

No puedo verlo casi. Apenas logro distinguir su silueta, parece delgado. Cada vez se encuentra más cerca de mí, pero la vista no mejora en absoluto. La confusión me invade por completo. Intento contestar un «¿Hermanito?», sin resultado alguno, ya que ni siquiera siento que tengo boca.

—Aún no podrás hacer mucho en este mundo. Tu poder mágico es insignificativo, así que solo escúchame. —Trato de hablar, también de mover alguna otra parte de mi cuerpo. No es que siquiera lo sienta pesado, en realidad, es tal cual como si no tuviera esas partes del cuerpo.

»Estás creciendo a medida que pasa el tiempo. Pronto superarás a tus compañeros por el potencial de la Demon King. No llevarán el mismo ritmo, mucho menos llegarán al nivel máximo que podrás obtener. —me habla desde unos cuantos metros de distancia. No se acerca más.

»Me alegra haberte conocido, hermanito. Más adelante conseguiremos tener mejor conexión. Te estoy esperando.

Un montón de preguntas invaden mi cabeza. ¿Cómo me trajo hasta aquí? ¿Por qué me llama hermanito? ¿Qué tanto sabe de mí y el futuro que me viene? ¿De dónde realmente me conoce? ¿Qué está esperando de mí? Mamá nunca mencionó que tenía un hermano, ni siquiera cuando averigüé sobre la historia de Sanderict.

Luego, sin dejarme pensar casi, su figura se vuelve parte de la "tormenta" de arena alrededor. Se desvaneció de la nada, o simplemente se esfumó. Vuelvo a estar en la soledad, pero mi mente queda en blanco. Ya no puedo pensar, recordar, imaginar... es como si estuviese apagada. A los pocos segundos se cierran los ojos, sentí que eran bloques muy pesados. Finalmente caigo inconsciente en ese mundo que me trajo. Despierto con un brinco en la cama, estuve a punto de caerme. Eso fue bastante desagradable. Mi corazón palpita fuerte y acelerado como mi respiración.

—¿Qué pudo haber sido eso? —me pregunto. Se sintió muy real. Estoy casi completamente seguro de que no fue un sueño.

A las pocas horas...

—¡Y así fue cómo por fin liberé mi magia oscura! —cuenta Collette, alegre y animosa—. Sé que no es para tanto, pero usar por primera vez tu magia suele ser algo fascinante.

—¡Jaja! Más si es algo que te apasiona. —comenta Kevin mientras juega con el vaso de agua, y le brinda una encantadora sonrisa.

—Eres una de los pocos vampiros que se interesan por ese tipo de magia, eh. —dice Lucy. Ella asiente varias veces seguidas.

—Collette... ¿tu magia puede alterar los sueños? —pregunto. Llevo dos horas sin dejar de pensar en lo que sucedió en la madrugada.

—Mmm, podría ser, pero creo que necesitaría algún encantamiento para entrar a la mente del individuo. No resultaría nada fácil. —responde.

Estamos a mediados de septiembre. Ella ingresó a la escuela como estudiante de magia oscura con Theodora. Se encuentra en otra categoría, pero suele pasársela junto a nosotros todo el tiempo libre. Realizó varias pruebas para evaluar su nivel de conocimiento y dominio. Nos pareció sorprendente lo bien que fue entrenada por Arturo, su maestro anterior. Le fue mejor de lo que se esperaba, ahora está cursando el 3er año. Eso tomando en cuenta que no le falta mucho por pasar a 4to año.

Resulta que la edad de los vampiros puede ser medida o comparada con los humanos. Collette tiene 112 años que, según Beatriz, lo más seguro es que ronde sus 17 años humanos. Mientras más adulto sea el vampiro, más se alargará el lapso de vida. Una completa diferencia a los humanos, que mientras seamos más viejos, menos esperanza de vida nos queda. Sin embargo, la memoria de ellos se limita considerablemente. La tienen igual que cualquier persona, a diferencia de que viven una gran cantidad de experiencias.

En cuanto a nosotros, bajamos un poco la intensidad de misiones que cumplíamos. Collette también forma parte. El equipo de Bibi consiguió cumplir una misión de gran magnitud e importancia. Ahora estamos por recibir una clase especial de Karthus en el gran salón de entrenamiento. Aclaró que las tendremos dos ves a la semana.

—Me imagino que casi ninguno ha conseguido el nivel 3 desde la primera clase que se les dió sobre el tema. —habla mientras se pone unos guantes y pulseras del material que disminuye el poder mágico.

—Negativo, es bastante difícil. —responde Bakugo de mala gana y de brazos cruzados.

—No es nada fácil. Llevamos meses tratando de superar nuestras habilidades físicas, pero también nos enfocamos en nuestros dones. —confiesa Makiu mucho más sutil.

—Bien, esto depende mucho del entrenamiento que lleven. A partir de ahora, se enfrentarán a mí en estas clases especiales. Pero con la condición de que no usarán sus dones.

—¿No usar nuestros dones? —pregunta Melo sin estar muy de acuerdo—. ¿No se supone que debemos dominarlos cada vez mejor?

—La idea es que puedan defenderse sin el uso de ellos. ¿Qué pasaría si anulan los poderes que tienen? Se volverían débiles y vulnerables. —plantea. Ninguno de nosotros le refuta. Así que nos ponemos manos a la obra.

Vamos de 3 en 3. Los primeros en pasar son Dalas, Larazy y Bakugo.