Drake:
—¡Ese monstruo es grandísimo! —exclama Collette, asombrada.
—Deberíamos enfrentarlo. —sugiere Leo, tronando sus nudillos, junto a una sonrisa entusiasta.
—¡No! ¡Mejor intentemos irnos sin necesidad de enfrentarla! —les digo. Kevin, Leo y Boonie me miran extrañados.
—Tal vez podríamos ahuyentarla. —propone Boonie, y la señala. De inmediato esquiva por muy poco la mordida que casi le hace. Quedó paralizada del miedo a ser devorada.
Tristán no dudó en seguir mi idea, y se dirigió al timón para desviar el barco. Aunque pienso que no será suficiente. Leo comienza a liberar, con cuidado, sus llamas de fuego, ya que el barco podría sufrir grandes daños. La bestia retrocede, pero no parece temerosa. Ambos se miran a los ojos mutuamente. Cuando él está a punto de atacar, lo detengo interponiéndome entre los dos. Veo directo a sus ojos con una expresión que le hace entender la intención que tengo. Se calma y apaga sus llamas, no muy convencido ni de acuerdo. Sin embargo, la bestia continúa agitando el barco. Trata de desequilibrarnos para luego atacar.
—¿Entonces qué hacemos, genio? —pregunta Leo, enfadado. Algunos nos caemos y otros se sostienen firmes en el barco. Alator se mantiene tranquilo tomando una tasa de té en el pequeño comedor. El barco no es muy grande.
Corro hacia donde se encuentra él. Tomo un barril lleno de comida. Lo llevo conmigo al salir, cargado en mi espalda. Alator me miró de reojo, creyendo que no me di cuenta. En su mente está súper preocupado por lo que pienso hacer, pero finge tranquilidad al seguir bebiendo de su té.
—¡Collette! ¡Lucy! Por favor, ¡intenten abrir su boca! —les pido mientras corro con el barril cargado.
Ambas me ven e intercambian miradas. Luego, sin cuestionarse casi, se lanzan a por ella. Lucy transforma sus brazos en alas y piernas en las del fénix para elevarse hasta el nivel de su cara. Collette realiza lo mismo al tirar su masa pegajosa a la barbilla y así subir rápidamente con un buen jalón que le dió la bestia. Después usa la magia oscura para abrir el hocico junto al esfuerzo de Lucy, usando todo su cuerpo. Finalmente lanzo el barril a lo alto, y ambas la sueltan. Duró unos cuantos segundos para masticar y dejar de vernos como alimento. Lucy y Collette vuelven al barco. La bestia terminó yéndose sin ninguna otra expresión. Aunque sí alteró un poco el mar, lo que provocó que nos agitáramos más.
—Le dió de nuestra comida. —informa Leo, molesto pero en tono bajo.
—¿Por qué lo hiciste? —me pregunta Lucy—. Solo nos queda uno de esos barriles. No será suficiente para todo el viaje.
—Sentí que la bestia sufría de hambre. —respondo con la mirada en el suelo—. Fue... extraño. Pero estaba completamente seguro de que buscaba desesperada y con mucho miedo algún alimento.
—¿Acaso... pudiste saber cómo se sentía? —pregunta Kevin, curioso—. Es decir, no fue porque la analizaste ni mera intuición, ¿o sí?
—No lo sé, solo supe cómo se sentía. Fue como una conexión. No era necesario que me hablara para saberlo.
Fue así. Únicamente pude sentirla. De hecho, ya había sentido su presencia y luego las intenciones que tenía apenas se acercaba. No fue necesario verla. Me pregunto si tuvo que ver con el sueño o visión de hace unos días. Pero es cierto que hay un problema más grande ahora: no tenemos suficiente comida como para llegar a la caverna. Significa que habrá un desvío de nuestro camino. ¿Será que hice lo correcto? ¿Debimos haberla atacado? Después de todo, hubiese sido para defendernos de un gran peligro.
Tristán sugirió ir a su reino natal. Podremos conseguir suministros allá sin problemas. Pero tendremos que desviarnos un poco, lo que tomará más tiempo en llegar a la caverna. "Todos" estuvimos de acuerdo. Así que iremos en la misma dirección y tomaremos el desvío.
—Detesto andar por el mar. —confiesa Kevin, super mareado en una esquina. La está pasando mal durante el viaje.
Leo reta a Collette una y otra vez, cada cierto tiempo, a combates. Usualmente los hacen de a pulso, en veces se meten puñetazos. Se esfuerza mucho en mejorar su resistencia y fuerza. Ella usa esas habilidades con demasiada facilidad. Es la más fuerte físicamente del equipo.
Comenzó a llover. Qué mal clima está haciendo. Es oscuro, frío, húmedo y poco a poco empieza a ser tempestuoso. En no mucho tiempo tendremos que buscar un refugio, algún terreno firme. Alator ha conseguido dormir a pesar de los truenos que, de vez en cuando, suenan.
Kevin, desde la punta delantera del barco, nota algo a lo lejos. No da ningún aviso, solo se mantiene observando. Su mirada se queda fija. A los segundos se levanta, parece una momia. Eso ha sido extraño, ¿no se sentía mal? En poco tiempo intenta tirarse del barco, lo que nos asusta a la gran mayoría que vimos cada momento de la escena. Lucy fue quien lo detuvo, aterrada. Algo le está sucediendo y no tenemos la menor idea. Ella le habla, realiza preguntas y lo agita levemente, pero no recibe reacción alguna. Él solo se encuentra viendo a una dirección en concreto, así que Boonie trata de averiguarlo haciendo lo mismo.
Le pregunto si ha visto algo. No me responde. Insisto. Se mantiene con la mirada fija. Otra vez, no da ninguna respuesta. Ella se monta en la punta del barco e intenta lanzarse, pero Leo la toma por sus piernas y ambos caen al suelo. Tristán asegura no saber a qué se deberá esto, pero nos pide que evitemos ver hacia esa dirección. Kevin grita desesperado, tratando de librarse. Lucy lo enrolló con sus brazos. No permitirá que se tire. Además de ser peligroso por las criaturas marinas y lo desconocido, el clima no ayuda en nada.