The Magic World

C86: Aquarium

Crystal Sea, una isla peculiar debajo del mar. El aire se concentra en una esfera de poder mágico gigantesco, capaz de cargar ese peso. La tierra sobre la parte inferior, encima del agua. Bastante cerca de la corriente marina, lo que le da fácil acceso, pero con suficiente seguridad como para que no lo sea tanto. Los conocidos pueden entrar, además de los estudiantes con pasantías de escuelas para magos. Tienen un dominio de territorio tan efectivo que detectan y conocen a los seres vivos cercanos a los 1000 metros.

Reino de Titus. El rey tritón de más grande poder en la isla. Responsable del bienestar de una raza rechazada. La isla se oculta, pero los rayos del sol siguen llegando. No hay total oscuridad para una especie con esperanza de un mejor futuro. Todos viven en estructuras de coral. Edificios grandes, casas y locales hechos a cierta manera extraña, que funciona muy bien. Tránsito movido, tasa de desempleo baja y criminalidad casi en la media. No es el reino perfecto, pero ideal para cualquier tritón. En el caso de ellos, sería muy difícil conseguir futuro afuera.

Las guerras sociales han durado siglos. El racismo existe desde que las razas se conocieron por primera vez. Distintas ideales, diferentes formas de gobierno, semejantes situaciones de habitantes. Pero, aun así, nunca existió un completo respeto por la manera de pensar que han tenido como individuos, naciones, reinos... Los tritones son parte y casi el centro de atención de aquellos conflictos por racismo y discriminación.

—¡Qué molestia! Si Drake no hubiera hecho esa tontería, no estaríamos buscando comida. —se queja Leo mientras camina a la par junto a Kevin al servicio de carpintería—. Tal vez hasta no nos habríamos encontrado a esas sirenas y formar un desastre.

—Sinceramente, no tengo intenciones de juzgarlo. Pero sí pienso que pudo haber estado mal. Así como todos solemos cometer errores. —opina Kevin.

—¿Te imaginas que lleguemos tarde y no podamos detener a Gibson?

—¡Ni siquiera lo pienses! Enfoquémosnos en lo que en verdad importa: reparar el barco y conseguir alimento para continuar con la misión. Claro, tomando en cuenta el estado de Boonie.

—Eso fue monstruoso. —comenta Leo, y se toca el abdomen, recordando el puñetazo que se llevó de ella.

—No ví claramente lo que pasaba, pero estoy al tanto de que fue muy preocupante.

—¡Es que jamás la habíamos visto con tanta fuerza! Con razón pudo derrotar a la armera en Blood Sacred.

—Jum, si pudo hacer volar a Collette con solo una patada, entonces deberíamos considerar su fuerza.

—Y eso que yo la subestimé...

Ojos verdes, observadores. Cabello liso, pelirrojo, corto. Estatura de 1,65, delgado, bastante ágil. Piel mestiza, algunas pecas en las mejillas, varios lunares en la espalda no muy pronunciados. El tatuaje de una ala en su brazo, por debajo del hombro. Solo usa pantalones rotos, camiseta y un saco, además de sus casuales lentes "para ver mejor". No los necesita. Solo es un joven de 26 que quiere aparentar más edad. Ese es Hawk. El informante de la tripulación de Gibson. Miembro muy importante. Lleva consigo la tarea de mayor peso: detectar e informar acerca del enemigo.

—Tengo a dos a la vista. —habla por el comunicador—. Desconozco los poderes. No quisiera subestimarlos.

—Excelente, Hawk. Esa información ha sido relevante. Se encuentran en Crystal Sea. —dice Gibson desde el barco por el comunicador—. Les dejaremos un regalo. Capaz sea suficiente como para hacerlos retroceder del miedo.

—Jum, perderán el tiempo. Están tratando de reparar el barco con ayuda.

—Entonces destrocémoslo.

Gibson camina hacia la salida, y se acerca a la proa. Luego realiza un buen silbido...

Por otro lado...

Lucy, junto a Alator, se prepararon para llevar a Boonie al hospital más cercano. Sin embargo, se detuvieron cuando despertó. Así que decidieron quedarse en el barco mientras esperaban a los demás. Lucy la llenó de besos por la alegría que le dió.

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? —le pregunta, sobándole la cabeza, ya que esta la toca y muestra expresión de dolor.

—Siento dolor de cabeza algo leve. —contesta. Luego recuerda que Kevin había sido encantado—. ¿Eh? ¿Y Kevin? ¿Se encuentra bien? ¿Qué le pasó? Esperen, ¿qué me pasó a mí? —bombardea a preguntas mientras voltea a todos lados, alterada.

—Tranquila, todos estamos bien. Después te contaré lo que sucedió. Pero debes descansar ahora. —le dice Lucy de manera muy tierna y amigable. Luego le da una pastilla para el dolor de cabeza. —¿No recuerdas nada?

—No.

—Pues... absorbiste mucho poder mágico, y te habías vuelto incontrolable. Cuando finalmente las sirenas se espantaron, te desmayaste.

—¿Sirenas? ¿Me descontrolé? ¿Ya va, en qué año estamos?

—Eso sucedió ayer, Boonie. —le responde Lucy a risas—. Ahora estamos en la isla Crystal Sea, habitada por tritones.

—¿Tritones? Vaya que me he perdido de mucho en cuestión de horas. —comenta. Se queda pensante por unos segundos, y sigue—: Tal vez... por haber estado hechizada o algo así, absorbí más de lo que mi cuerpo y mente resisten.

»Es decir, tengo un límite. Soy como un contenedor. Puedo almacenar energía dentro de mí, y usarla, pero jamás he podido pasar ese límite que resisto. Por lo que, quizás, lo sobrepasé. Eso explicaría, al menos, el desmayo.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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