—No puede seeer~. —dice Collette, llorando a moco suelto—. Qué historia tan... tan... todo.
—Sí, pero no te preocupes por mí. Ahora mismo estoy centrado en conseguir mi sueño. —confiesa Tristán. Los tres vemos a lo alto. Notamos cómo algunas criaturas de buen tamaño pasan por arriba de la esfera.
—Eh, Tristán. —le llama Drake—. Tu deseo es salir de aquí, ¿no? Entonces, ¿por qué no nos acompañas en esta misión hasta atrapar a Gibson?
—¡Claro que quiero! Pero, mi madre no me lo permite.
—¿Qué edad tienes? ¿Cuántos años debes tener para ser independiente? —le pregunta Collette.
—Tengo 24 años, y se necesitan los 21 para que te consideren adulto.
—Eres capaz de tomar tus propias decisiones. No te obligaremos a ser nuestro navegador, pero tu ayuda sería indispensable. —confiesa Drake con determinación—. Si quieres, ven con nosotros y acabemos a estos criminales.
Dos hombres se paran detrás de ellos. Al voltear, notan que son guardias. Ambos les indican, muy imponentes, que deben ver al Rey Titus en su castillo. Aceptan al saber que son guardias del rey. Traían consigo lanzas y armaduras livianas. Ahora se dirigen hacia el castillo, desviándose de la misión.
En el barco...
—Qué molestia. Drake todavía no regresa con la comida. —se queja Leo—. A esta velocidad, el barco estará listo en cuestión de minutos.
—¿Por qué tardarán tanto? —pregunta Lucy—. Vamos a tener que buscarlos.
—¿Como unos niños pequeños? —pregunta, irónicamente, Leo—. Se pueden cuidar solos, tranquila.
—El collar teletransportador podría servirles si están en problemas.
—Pero si el problema no es con Gibson y sus piratas, entonces estaríamos malgastado esa energía, en cierta forma. —plantea Kevin.
—Tiene razón. —habla Alator—. Esos collares tardan muchas horas en poder cargarse de suficiente energía como para ser usados por segunda vez. Deben aprovechar esa herramienta en momentos determinados.
Los carpinteros usan las varitas mágicas para hechizar a los objetos. Así consiguen armar el barco sin necesidad de gastar energía física. Claro, esto lleva un buen entrenamiento, precisión y energía mágica para hacerlo. En Crystal Sea, ya que es un reino, poseen tipos de magia y artefactos útiles. En los pueblos bajos como Lastres y Bagres, no se suele usar magia avanzada. Castle Combe y Haslttat son de clase media. También hay ciudades que, por lo general, tienen mejor estabilidad económica y avances de distintos aspectos. Los reinos son, en su gran mayoría, los más ricos, estables en seguridad, leyes y suministros, con excelentes servicios, entre otros aspectos importantes. Blood Sacred quedó sin reinado desde que murió Nosferatu hace unos cuantos años. Se encuentran estables, pero podrían descender de la clase alta después de un tiempo más.
—Es verdad, puede que nos tome menos tiempo de lo esperado. —admite Kevin, observando la ciudad desde el puerto—. Comienzo a impacientarme.
De repente él tiene un presentimiento. Siente como si alguien lo estuviera vigilando. Solo le parece extraño, no es igual a cualquier otro presentimiento normal. Voltea a varios lados de manera disimulada. Puede sentir cómo alguien pasa de un edificio a otro cerca de ellos. Está seguro de que lo tiene enfrente, a una buena distancia. Por un momento duda de si serían los nervios, pero se convence de no ser así. Cierra los ojos, respira profundo y vuelve a observar su entorno. Nada. Se esfumó, o eso parece.
«Qué extraño. Nunca había sentido algo así», piensa.
—Jajajaja, ya el barco está casi listo. Pueden realizar el pago mientras finalizamos. —les informa Hana, líder de este equipo de carpinteros—. Aunque... existe otra forma de pago que me interesaría recibir. —agrega con una mirada picarona hacia Leo, quien se encuentra casi dormido encima de dos barriles.
—¿A qué te refieres exactamente? —pregunta Kevin, inseguro.
—¡No está disponible! —contesta Boonie, escudándose detrás de Lucy con mirada de víbora.
—Ah, ¿sí? ¿Ya tiene novia? ¿Quién es? —Boonie señala a Lucy
—¿Cómo? —pregunta esta de mala gana—. No, no, no. Lo que menos haría en esta vida, además de serlo, sería fingir tener una relación con este chicuelo. —Boonie la ve fulminante, pero ella no piensa seguirle la mentira.
Hana es una chica guapa, delgada pero con buen cuerpo. De la raza humana. Cabello anaranjado, liso y corto por encima de los hombros. 1,74 de estatura. Piel clara, con pecas en la mejillas y una cicatriz cerca del corazón. Ojos marrones claros, manos pesadas. Su carácter es fuerte, determinante y animoso. Nos contó que está aquí por cuestiones de trabajo, pero no vive en Crystal Sea. Ha estado observando más a Leo que a su equipo carpintero.
—Hola, guapo. —lo saluda mientras se acerca mucho a él, y se apoya del barril—. ¿A qué hora vas por el pan? —Le regala una sonrisa pícara.
—No suelo comer pan, prefiero la carne. Mmm, la de pescado y res son muy buenas. —responde con los ojos entreabiertos. No entendió la indirecta. Boonie y Lucy espectan el momento a cierta distancia.
—Aoh, bueno, quizás podríamos conquistar la pista de baile tú y yo. —Le pica el ojo, pero él no lo nota.