The Magic World

C90: Mary

Mary:

La familia por parte de papá está hecha de tritones y por mamá de humanos. Resulta que ambos se enamoraron en un viaje turístico donde se conocieron. Querían tener una familia de hogar. En realidad, tenemos sangre de la realeza, y papá se volvió rey a sus 35 años. Ahora le tocaba gobernar la isla Crystal Sea.

—Juro que esta isla será bendecida, y que jamás tendremos que sufrir más conflictos con el mundo exterior. El reino se volverá unido, y no dependeremos del extranjero. —Así eran sus primeros discursos.

Los humanos y tritones han estado en guerra por siglos. Nunca tuvieron unión como razas. Pero, hace algunas décadas, la guerra cesó. No había ganador, victorioso ni el mejor beneficiado de esto. Solamente se encontraban con destrucción, reclamo de territorios sin llegar a acuerdos y muchos conflictos por discriminación de ambos lados. Mi abuelo, junto a varias autoridades que representaban a cada bando, decidieron darle fin a esta gran violencia. Se hizo un acuerdo donde los tritones vivirán en el océano, y los humanos en tierra firme. Eso no implicaba prohibir el acceso a las distintas habitads, pero se debía respetar las decisiones y leyes de cada reino.

Unos cuantos años después de que mi padre se volviera rey, nací. Casi toda mi familia fue a visitarme. Por normas del reino, los humanos no pueden vivir en Crystal Sea, aunque sí es posible hospedarse. La familia por parte de mamá tuvo que realizar un largo viaje para poder llegar. Como quizás se habrán percatado, somos sumamente ricos. Crecí en un castillo con tantas comodidades, sirvientes y consentimientos que me sentía afortunada.

—Hey, Titus. —le llamó mi madre en voz baja, y realiza una seña para que la siga.

—Entonces, es importante que esto sea posible. Tenemos al frente una misión super importante. —dije, a mis 7 añitos, con una varita mágica por la espalda—. ¿Me estás escuchando señor Rodrigo? —le pregunté a uno de mis peluches. Justo el señor Pancita se cae de la silla.

»Okey, usted y señor pancita irán a preparar el café. Joven, príncipe Yogurt, le encargo las tazas, y que, por favor, no se le caigan ninguna. Podría lastimarse con el vidrio roto. Manchas y Arcoiris deben recibir a los invitados. Yo me encargaré de ordenar la mesa y sillas. —Al terminar de mandar, lanzo pequeños hechizos de magia con la varita. Así todos ellos se mueven casi como si en verdad estuvieran vivos, pero no hablan.

—Las princesas no se encargan de acomodar las sillas y mesas. —informó papá, al acercarse junto a mamá.

—Quiero que todo salga bien para la fiesta. Debo encargarme del orden aquí dentro. —aclaré mientras lo hacía—. Además, tendré mayor comodidad para comunicarme con mis sirvientes desde acá que allá afuera.

Pasillos largos donde corría. Baños sin una pisca de suciedad, en los que hacía desastres con jabones. Camas enormes y acolchadas para brincar infinitas veces. Trabajadores y sirvientes preparados para complacer cualquier capricho que me surgiera. Todo tipo de platillos que me deleitaban. La plaza del castillo que usualmente paseaba por las tardes, además de jugar con las fuentes. Papá se concentraba mucho en el trabajo, y mamá se dedicaba a la actuación. Cada 4 meses daba varias presentaciones con sus colegas. Solían realizar sus ensayos al aire libre y en privado. A mi padre, Titus, no le parecía que ella trabajara, porque no había necesidad para hacerlo. Pero amaba el mundo del teatro, estaba dispuesta a seguir creciendo como actriz, a pesar de ser la reina.

Hasta mis cumpleaños eran maravillosos. La celebración se llenaba de gente cerca del castillo y dentro, contando a mi familia. Mucha comida, regalos por montón y cientos de juegos y actividades se hacían. Todo era fantástico, pero... a lo largo de estos años, cuando ya tenía 12, padre se veía involucrado en conflictos.

—¡Oprimen nuestro derecho a salir del mar! ¡Quieren que seamos partícipes de este reino! —Así hablaban líderes de comunidades para atraer a más personas y realizar protestas.

—¡Queremos tener libertad! Lo único que debe hacer el rey es permitirnos la salida al extranjero terrenal. ¡Pero se niega!

—¡Lo único que busca es mantenernos presos dentro de las aguas! ¡No debemos permitir que nos reprima!

Muchos tritones creían que solo era decisión de él mantenerlos dentro del mar, pero eso ha sido, oficialmente, un mandato de generaciones pasadas. Él mantiene en pie algo que se llevó a cabo hace muchas décadas. Todo para evitar más conflictos con los humanos. Aunque hayamos tenido tantos problemas y situaciones violentas con ellos, jamás los representaron en clase como una raza maligna ni monstruos, solo humanos. Pero sí nos daban la historia que pasaron con nosotros.

—La hija del rey es humana al igual que su madre. ¿Cómo puede permitir que su familia sí pueda quedarse?

—¡Es una completa violación a las normas! ¿Cómo podrían reinarnos mujeres humanas?

—Es injusto. ¡Merecemos el mismo trato!

Era una buena cantidad de gente que nos rechazaba. Mientras menos atención le prestaba mi padre a las protestas, más hablaban sobre nosotras, y más nos ignoraban. Hasta el día de hoy todavía sigue siendo una ofensa con penalización fuerte, pero prefieren pasarla por alto. No solo era aquí, en otros tampoco lo han permitido. Aunque este, el reino Titus, suele dar más oportunidades en el extranjero, lo que ayudaría a tenerlas en terreno humano. Papá fue duro con su promesa. Ya no quiere recibir más humanos en la isla. Lo que se logra es generar discordia entre la gente.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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