The Magic World

C101: Kevin vs. Atsu

—¡Gyaaaaa! —se escucha el grito de Collette.

—¡Oye! ¿Te encuentras bien? —le pregunta Mike mientras enfrenta a tres piratas al mismo tiempo. Se nota cansado.

—¡No encuentro la ruta para ir de nuevo al final de la caverna! —confiesa, volteando a todos lados angustiada.

—Ehh... es porque estás en el nivel inferior. Aquí arriba se encuentra la ruta de los pasillos.

—Oh... —Se percata de ello, avergonzada por haber buscado tanto allá abajo.

Luego usa su masa para sujetarse y subir de un solo jalón. Mike no puede defenderse del grupo de piratas que van a su espalda para atacarlo. Cuando están cerca, fijan la atención en Collette, quien ha formado una mano grande mientras está en el aire. Finalmente, con una gran sonrisa divertida, aplasta a los 10 piratas que iban a por él.

—¡Gracias, señor caballero del mar! —le dice Collette, corriendo hacia el pasillo.

—¿Esa chica... los acabó en un instante?

Leo deja a Saoco en una esquina después de haber descansado. Este se mantiene sentado con la cabeza baja y ojos cerrados, parece inconsciente. Mientras que el Dragon Slayer pone en marcha su retirada, esperando a que enfríe un poco su cuerpo, escucha cómo se está ejecutando la batalla. Ha notado que la entrada o parte principal está casi desmoronada. Tantos soldados de ambos bandos hacen que poco a poco se esté derrumbando la caverna.

—¿Por qué lo hiciste? —pregunta Saoco, y vomita sangre.

—¿Hacer qué?

—Salvaste la vida de un enemigo, y ¿ahora piensas dejarlo libre e irte?

—Al ver que volviste a tu forma humana, estuve seguro de que no tendrías forma de respirar bajo el agua. Tampoco iba a tener la crueldad de permitir que alguien muera. —contesta, y aprieta su puño seriamente—. No conozco tu vida, pero eres considerado un criminal. Mi misión es detener los planes que tienen. Nunca se especificó matar a alguien.

—¿Qué te asegura a tí que no me recuperaré y atacaré de nuevo? —le pregunta, esta vez mirándolo.

—Si te levantas, te acabaré. Si lo intentas de nuevo, volveré a quemarte el trasero. Soy un mago, no un juzgador de vidas.

Kevin:

—Increíble, acabaste con todos los piratas que faltaban acá tú solo. No tuviste que depender de tus compañeros. —comenta Atsu, relajado.

—Nunca seré una carga para nadie, y jamás tendré que depender de otra persona o circunstancia. Me haré cargo de lo que deba siempre. —declaro con mucha determinación.

Disparo una bala de mi pistola hacia la pared con la que ha trepado. Logra esquivar al moverse rápido. Ahora realizo otro tiro a su nueva posición, que es evitado dificultosamente. Mientras cae, apunto bien para que la bala tenga una trayectoria eficaz, y así atinarle. Sin embargo, dispara su lengua y me quita el arma. Me desarmó por un segundo para darle tiempo de caer. Finalmente lo consigue detrás de una roca, y se lanza hacia mí. Alzo la pistola que tengo en mi otra mano, pero me la quita usando su lengua. Luego se tira encima mío y me toma por los brazos. Pude estirar uno hacia mi bolsa, que se encuentra en la cintura.

—Tú, miserable estorbo. —dice, y siento cómo pasa su lengua pegajosa por la mitad del rostro. Me siento realmente asqueado. Él abre en grande sus ojos. —¿Pueden ya dejarnos cumplir nuestro propósito?

—Es egoísta. Dudosamente abandonarían su aventura como piratas criminales al tener la vida eterna. —Forcejeo, pero tiene más fuerza que yo, lo suficiente para mantenerme atrapado.

—Entiéndelo. ¿Quién no le teme a la muerte? ¿Quién no quisiera vivir eternamente?

—Sabes que eso no funcionaría en todos los casos, ¿verdad? —Queda curioso y algo impactado. —Parece que no consideraron un aspecto importante al tomar la decisión de ser incapaces de morir.

Como estuvo prestándole atención a mis palabras, disminuyó la fuerza que usaba para tomar mis brazos. Así que pude estirar el derecho y sacar una pistola. A la corta distancia que estamos, sería más incómodo y difícil apuntarle con un arma más potente. Le disparo dos veces en el abdomen, sin que haya podido quitarse a tiempo. Le ha dolido mucho. Cae a un lado mío, sufriendo mientras intenta levantarse. A diferencia de Barrok, él es bastante endeble. Le vuelvo a apuntar y así darle fin a nuestro combate. Pienso dejarle una herida que no le permita continuar molestando. De repente voltea, dispara su lengua y me quita la pistola nuevamente. Esta vez la regresó con el arma pegada y consigue tomarla.

Saco de mi bolsa una escopeta mientras él intenta usar mi arma, pero no le es posible. Al darse cuenta que ha perdido el tiempo, realiza un increíble salto y evita las balas de mi escopeta. Se sostiene de un muro, así que disparo hacia allá. Esquiva una y otra vez a medida de que va subiendo. La precisión de mi escopeta no es buena para larga distancia. Por lo que saco un fusil con su mira integrada.

«Mm, con que su herramienta principal es la bolsa que carga en su cintura», se da cuenta el chico rana.

Inmediatamente dispara su lengua a un muro. Esta pega y rebota al otro extremo. Después va hacia el mismo lado pero bajando. Se acerca a mí con una trayectoria que varía dependiendo de a dónde la dirija. Ahora sube, pero vuelve a bajar. De nuevo sube y rebota hacia otro extremo. Va a una buena velocidad. Puedo seguirla con la vista, sin embargo, no sé si podré esquivarla. No para de estirarse, rebotar e ir a distintas direcciones. Sé que está tratando de confundirme y conseguir un punto clave para impactar. Uso mi fusil y comienzo a hacerle daño en la lengua. Le atino en muchas partes que ya ha recorrido. A pesar de eso, consiguió resistir lo suficiente e impactar su lengua a un lateral de mi abdomen. Me empuja con una buena fuerza, recibiendo gran daño, sobretodo porque no soy resistente.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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