Alator:
Jelena ha estado recibiendo bien mis indicaciones. Con varios minutos de charla, pudo confiar en mí y tratar de salir. Estamos llegando a la zona principal, la entrada. Tiene los ojos tapados por sus manos y está intentando mantener su mente en blanco. De lo que he aprendido cuando veía clase es que debe tomarse delicadamente y con urgencia a los que tienen maldiciones. Cuando ellos están más alterados, mayor será el poder de su maldición. Mientras pueda mantenerla tranquila, seré capaz de sacarla de la caverna y llevarla yo mismo a cuidados especiales. Es demasiado peligroso que esté acá. Además, noté que ha sufrido mucho.
De repente veo cómo el joven tritón sale del mar y protege a Leo, quien se encuentra golpeado y con su brazo quemado. Tristán usa un arma que genera relámpagos gracias a las nubes. Está logrando que el enemigo retroceda, pero también que la caverna se venga abajo. Las rocas del techo comienzan a caer, aplastar y terminar de destruir lo que hay dentro. Este lugar ya ha recibido mucho conflicto y poder mágico aquí. Si continúan, el resto terminará de caer.
—¡Tristán! Me siento muy cursi y ridículo al decir esto, pero me alegro de verte, compañero. —confiesa Leo de rodillas por lo agotado que está.
—Aww, ¿en serio? Bueno, yo también me alegro de estar aquí nuevamente con ustedes. —dice, penoso y alegre—. Estamos en medio de este pasillo, deberíamos acercarnos más a la entrada.
—No sé qué estabas haciendo antes ni cómo obtuviste esa arma genial. —confiesa Leo mientras es cargado de un hombro por Tristán—. Pero, ya sea que te unas o no, yo te considero parte de nuestro equipo.
Esas últimas palabras impactaron a Tristán. Se emocionó tanto que le echó más ganas para cargar a Leo como una princesa. Pero este se molesta, porque es una posición incómoda, y hasta pide que lo baje. Sin embargo, Tristán está lo suficientemente entusiasmado como para no soltarlo y correr lo mejor que pueda. Yo finalmente llego junto a Jelena a la entrada. El Cracken ha estado atento todo este tiempo, y custodiaba a Hawks para que no escapara. En ese momento, veo a Lucy tirada en el suelo, siendo cuidada por un tritón.
—¡Lucy! ¡¿Qué te pasó?! —le pregunto, preocupado. Olvidé por ese segundo que estaba guiando a Lady Death.
—¡¿Qué pasó?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Ahora qué hice?! —pregunta, sintiendo de inmediato la culpa.
—Ella está bien. Se desmayó al usar grandes cantidades de su poder. —me responde el tritón que la cuida.
—¡Nosotros estamos luchando por ella! —exclama otro tritón que se encuentra peleando.
No era mentira lo que me dijo. En verdad lo están dando todo contra el enemigo y no andan muy dispersos. Entre decenas de ellos han hecho barreras para protegerla. Prácticamente los piratas deberán vencer a la mayoría de tritones si quieren llegar a ella. Creo que se dieron cuenta de la molestia y peligrosa que es su habilidad de fénix. Me alegra que estén confiando en ella. Eso permite entonces que yo pueda continuar con mi objetivo. Me llevaré a Jelena a un lugar mucho más seguro para que traten su maldición.
—¡Lucharemos por un mundo sin piratas!
—¡Siempre buscaremos un mejor lugar para los tritones y sobretodo para Crystal Sea y su reinado!
—Basta de sometimientos. ¡Demostraremos lo que somos capaces y lo que ya no soportamos vivir! —dice Mike, determinante.
—Y yo, Tristán Aquarium, formaré parte de un equipo importante. —comienza a declarar mientras alza el tridente—. ¡Conoceré más la historia entre nosotros, humanos y tritones! —Un rayo cae cuando él baja su arma, y esta queda completamente cargada de energía. —Y haré que el futuro de ambas razas cambie.
Drake:
Recibo un puñetazo en la mejilla. Esquivo el hacha que fue lanzada hacia mí. Sin haberme percatado, ya habían disparado una bala directo a mi cabeza. Con los movimientos bruscos que realizo, logré evitarla. Sin embargo, al quemar a ese hombre con una bola de fuego, otro patea mi pierna. La rodilla toca el suelo y, un segundo después, bloqueo el ataque de una espada, usando la armadura en ambos brazos. Pero otro de ellos conecta una patada en el abdomen que me hace caer por completo. Me siento agotado. No sé cuánto tiempo más podré durar.
Son invencibles. No hay manera en que pueda vencerlos. No sienten dolor ni cansancio y cualquier herida es recuperada más rápido de los ataques que consigo darles. La fuerza física que tienen es muy inferior, pero la inmortalidad absoluta me genera problemas demasiado grandes. Me coloco boca abajo mientras intento levantarme. Golpeo con rudeza el suelo, frustrado y preocupado. También mi miedo se incrementa al no ver claramente alguna posibilidad, esperanza u oportunidad. Siento que estoy acorralado. No puedo dejarlo libre. Ni siquiera sé cómo le habrá ido al resto.
«¿Cómo puedo vencerlo? ¿Qué debo hacer en una situación así? La misión se basaba en detenerlo antes de que llegara a este punto. Técnicamente hemos perdido, pero eso no basta como para que me rinda por completo», pienso y termino de levantarme para mirar a Gibson directo a los ojos.
—Vaya, vaya. ¿Qué hay en la mirada de este chico? —pregunta él, fresco y sobrado.
—¿A qué se refiere, capitán?
«Tal vez no lo noté antes o su carácter cambió, pero ese chico me transmite algo. ¿Preocupación? ¿Miedo? No. Siento como si, de alguna forma, me dijera que no se rendirá», piensa Gibson.