The Magic World

C106: Sangre fría

Copas, Whisky, strippers. Música lenta, luz tenue con destellos de color rosado. El bartender sirve de una forma elegante y, a la vez, con mucha habilidad. No siempre se consigue uno que lo haga tan fácil sin perder su postura. Ni hablar de las bailarinas, quienes saben cómo no perder la vista de cada hombre que se engancha a ellas. Este es un mar de "peces". Nada de tiburones. Aquí no suelen haber peleas a pesar de ser un bar público. No aparenta, en lo más mínimo, un lugar de conflicto. Es el mar adecuado para quienes buscan tranquilidad, relajarse y divertirse una noche.

Él bebe su copa de Whisky como si de agua se tratase. En un momento de pensar su futuro, no busca más que entrar en esos pensamientos y saber qué hacer. La ambición siempre se mantiene, pero la esperanza disminuye por cada noche que pasa después de haber tomado esa decisión. El trabajo no funcionó. Tampoco tiene familia, fue asesinada. Aceptó seguir las órdenes de jefes con alto mandato y poder, pero ahora se encuentra en amenaza por abandonarlos y romper el contrato.

—Bebé, ¿por qué no vienes a quemar tus cartuchos un rato? —pregunta la stripper a su lado. Él la mira de reojo, y la sigue.

Una decisión tomada conlleva a otra. La vida continúa y las personas son quienes se mueven para no quedarse atrás. «Si algo no sirve, bótalo», «Un clavo saca a otro clavo», «Lo que se va nunca hizo falta». Ahora él está "disfrutando" de ese cuerpo voluptuoso, pero su mente se encuentra ocupada. Piensa y recuerda episodios que no van más de lo mismo. Es un cassette viejo que finge impregnarse de placer. Aunque intente olvidar y restarle importancia a sus problemas, no logra hacerlos desaparecer. Una y otra vez desea que, con un chasquido, todo el tormento acabase.

Son las 3:42 am, hora en la que sale del bar para regresar a casa. Tuvo suficiente intento de despeje. Se acomoda bien el saco y comienza a caminar. Sin embargo, un hombre de aproximadamente su tamaño obstaculiza su paso, deteniéndolo. También llegan dos personas más, una mujer y otro hombre detrás de su espalda. Al fondo está esperando otro, arrecostándose de la pared del bar. Él se mantiene sereno, sin querer buscar problemas con nadie. Pero, al tratar de evitarlo, el hombre continúa interponiéndose.

—Hey, ha sido suficiente jueguito. —le aclara con ambas manos en los bolsillos del saco.

—Señorito Dynamo. —le nombra la dama.

—No estoy negociando ni trabajo para nadie.

—No es lo que nos interesa de usted, señorito Dynamo. —habla el hombre de enfrente. Le muestra una sonrisa de punta a punta con sus ojos extraños, que no aparentan ser de humano ni vampiro, y mucho menos un tritón—. Ya debes saber lo que queremos, ¿no?

—A los perros del gobierno les tomó poco tiempo reemplazarnos. —opina mientras detalla de reojo la posición de cada uno—. ¿Qué tan difícil fue eliminar al resto? ¿Qué hay de Drako?

—Tú eres el "pez gordo" de todos. Quisimos disfrutar nuestro primer día de trabajo con alguien como tú. —contesta, y lame uno de sus pequeños colmillos.

—¿Creen que será fácil? Supongo entonces que son novatos con ansias de crecer rápido. —dice y, a la vez, está tomando un pedazo de metal dentro del saco.

—No lo sé. Quiero ver de qué estás he...

Dynamo conecta un fuerte puñetazo en el abdomen de su amenazador que lo impulsa varios metros lejos. Tanto la mujer como el otro hombre corren y toman distintas posiciones para acorralarlo. El enemigo se levanta con una mano en su abdomen. Aún tiene la sonrisa incómoda.

—¿No piensan atacarme? —pregunta Dynamo, desafiante. Pero también está buscando algún camino libre para escapar, ya que son unos cuantos que lo rodean a distancia.

—Tú eres mi contrincante. Espero no intimidarte. —le habla el chico, ya levantado.

Dynamo viaja a toda velocidad con su desplazamiento y conecta un puñetazo más fuerte que el anterior. Sin embargo, el enemigo ni siquiera se movió de su lugar esta vez. Su cuerpo se siente muy fortalecido y posee mucha masa. La camisa se le rompió, debido a que el abdomen se hizo más grande y deforme, pero lo suficientemente resistente para aguantar ese impacto. Así que él lanza otro. Se da cuenta que esa masa evita el daño de cada ataque. Por lo que se mueve súper rápido y lanza una patada a espaldas del enemigo. Esta vez el brazo crece con cierta deformidad para bloquearla. En seguida, la toma y lo bate contra el suelo. Luego se tira encima, siendo mucho más gordo. Finalmente lo deja respirar al levantarse y, antes de que Dynamo pudiese ponerse de pie, genera masa muscular en su pierna para estirarla y conectar una patada fuerte en el rostro que lo hace sangrar.

«Mierda, me dió tiempo de cubrir mi cuerpo de metal, pero no proporcionó la dureza que necesitaba».

El chico vuelve a su forma normal y se balancea hacia Dynamo. Este prepara su puñetazo. Sin embargo, el enemigo se movió a velocidades jamás vistas y chocó puños. A pesar de tener tanta dureza, Dynamo grita de dolor por ese impacto, ni siquiera fue capaz de soportarlo. Pudo notar que el aura de su enemigo brotó durante un segundo al conectar ambos golpes.

—¿Quién coño eres? —le pregunta, temiéndole—. Nunca antes habían superado con tanta diferencia mis habilidades.

—¡Jaja! Lo único que necesitas saber es quién te desechará, y me aseguraré de ser yo. —contesta, mostrando de nuevo esa sonrisa que produce incomodidad y miedo.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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