The Magic World

C114: Uno de tres

—¡Raymond! —exclama Lucy extendiendo sus alas en la caída—. Chicos, en verdad los necesito ahora.

Inmediatamente apreta el collar y este titila dos veces para teletransportar a Drake y Collette, quienes se asustan por andar en una caída. La vampira usa su magia oscura para generar masa amortiguadora. Lucy logró mantenerse en el aire y ambos cayeron sin sufrir daño. No fue el mejor momento, pero la desesperación la hizo reaccionar. Sin embargo, no fue la masa oscura que salvó a Raymond, sino Zhul, otro de los distribuidores. Él viajó a gran velocidad desde la dirección que tuvo la granada al ser lanzada. La estrategia que utilizaron fue dispararla y, un segundo antes de ser estallada, él desviara su curso hacia Lucy y Raymond. De esa manera los tomó de sorpresa.

Zhul mide 1,73 de estatura. Es sumamente delgado, sin grandes rasgos de musculatura. Cara fina, ojos grises y cabello blanco, lacio, despeinado. Color de piel clara, no tiene ninguna marca de cicatriz, lunares o cualquier otra imperfección, la cual es suave. Él apenas pesa 58 kilos. Viste botas de invierno beige, al igual que su chaqueta hecha de la piel de un oso. Camisa de algodón color mostaza y pantalón ajustado, blanco. Tiene ojeras, y su expresión usualmente es poco animosa. Por alguna razón, es un joven desanimado, pensativo y no muy entusiasta.

—No malinterpretes. Solo te salvé porque el frasco con la dosis podía romperse en el impacto de la caída. —le aclara a Zhul, serio, y saca de su bolsillo el producto—. Esto ya se acabó.

Drake empezó a correr hacia él mientras Collette extendía la masa oscura para apoyarlo. Raymond estaba lastimado por el impacto de la explosión, a pesar de que fue a cierta lejanía. Cuando el líder estuvo a punto de tomar a Zhul por la camisa, una granada cegadora estalló a pocos metros cerca de ellos. El enemigo con su habilidad fue capaz de resistir el efecto de la granada, pero Drake no. Apenas perdió la vista, Zhul dió su retirada, perdiéndose entre las calles al moverse con tanta rapidez. Suki no apareció más.

—¡Maldita sea! ¡Se llevaron una de las dosis! —informa Raymond, dando pequeños golpes en el suelo por la impotencia.

—¿Por qué no intentaron asesinarte? —pregunta Drake—. Parece que los traicionaste, pero no buscaron hacerte nada.

—La mujer que tiró la granada sí lo intentó hacer. —confiesa Lucy de brazos cruzados. Varios ángeles caídos los observan desde sus casas, preocupados. —Me imagino que fue porque no pensaban poner en riesgo el frasco. Es muy importante para ellos.

—No tanto como lo es para mí. Solo ganarán dinero con eso. —opina Raymond, sin poder levantarse. Collette lo ayuda amablemente.

—Luego nos contarás más a detalle todo el plan que tienes. —le aclara Lucy—. Pero ahora debemos preocuparnos por los demás. No sé qué estuvieron haciendo, y ellos no conocen la ciudad como para volver a casa.

¥¥¥

Una patada lateral que bloquea con ambos brazos. Seguida de un puñetazo esquivado. Luego Boonie desliza su pierna por el suelo y la extiende para atacarlo desde abajo, pero él salta y conecta un golpe en el rostro con sus pies. Ella se arrastra debido al empujón sin poder evitarlo. Tristán dispara un extraordinario rayo venido del arma. Sin embargo, Elwin lo evitó fácilmente moviéndose a gran velocidad. Justo nota que es apuntado por Kevin con su rifle y, cuando estuvo apunto de disparar, Gareth cae encima de él. Recibió un contundente impacto del cuerpo al aplastarlo, quien ahora está inmóvil. Leo va tras él para quitárselo, pero Elwin se mueve de un lugar a otro velozmente. Tanto que ni siquiera le dió tiempo de reaccionar, y recibe una patada poderosa que llevaba el impulso. Lo manda a volar hasta que atraviesa la entrada de un edificio.

—Son demasiado fuertes. —admite Boonie, lastimada, tratando de levantarse con la dificultad de los dolores.

—Dudo que algún tritón por sí solo tenga tanta habilidad como ellos. —confiesa Tristán.

«Esto es grave. Ya no puedo moverme», piensa Kevin. «Creo que estuvo a nada de fracturar mi columna».

—Parece que ha caído uno. —asume Elwin, intercambiando miradas con Kevin—. Entonces solo nos faltan tres. Si hasta ahora fue relativamente fácil, no creo que esto pueda convertirse en un reto.

—Qué aburrido. —comenta Gareth mientras pisa la espalda del tirador.

En ese momento varios trozos extendidos de masa oscura viajan rápidamente y golpean por la espalda a los dos, consiguiendo alejarlos. Ambos quedaron tirados en el suelo y la masa comenzó a pegarse en las extremidades. De esta forma Collette logró ganar tiempo para recogerlos. Lucy se encarga de tomar a Kevin y Boonie. Mientras se los lleva, Tristán sujeta una cuerda negra que Collette mantiene agarrada junto a Drake. Él se impulsa con su don por los aires como hace Leo para escapar, solo que también toma a la vampira con la otra mano y así llevar a los dos. Finalmente pudieron escapar al seguir el plan que ideó Lucy. Una vez que los enemigos se liberan de la masa pegajosa, chocan miradas y expresiones de enfado, echándose la culpa de haberlos dejado escapar.

Minutos más tarde llegaron a la casa de Lucy, siempre atentos a que no los siguieran. Raymond ya se encontraba adentro para entonces. La habilidad curativa del fénix logró sanar la fuerte herida de Kevin, a quien Bookie le recomendó no moverse durante una hora para asegurar. Lo dejan en la cama de ella y continúan la conversación en la sala mientras el resto se recupera. El padre, Guzmán, decidió quedarse en el cuarto junto a la abuela para no intervenir. Conoce muy bien el problema de Scarlet.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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