The Magic World

C116: ¿Es real lo que ves?

»Familia, colegas hablan de mí,
creen que soy muy fría,
temen de mis ojos,
brillantes, fuertes y rojos,
la cruel verdad mostrada en alucinaciones.

"Scarlet, hija, ¿qué estás haciendo? ¿Qué tienen tus ojos? —preguntó el padre, preocupado.

—¡Dije que la soltaras!

Al establecer mejor contacto visual, el hombre comenzó a sentir que no estaba en su cuerpo. Una sensación completamente extraña, anormal, que nunca había vivido. Soltó a la tía, sin tener un verdadero control de su cuerpo. Raymond quedó impactado al ver que el padre tan imponente y fuerte que es para ellos, ahora se encontraba arrodillado en el piso frente a Scarlet, una niña. No tenía idea de lo que hacía, pero se percató que funcionaba. Tuvo la imaginación de tener poderes, y era capaz de controlar a los demás. Pero se asustó cuando él comenzó a gritar por el tormento debido a las voces que oía. Ni siquiera eran claras, aunque sí molestas. Como ella corrió a la cocina, donde estaba su hermano, perdió la conexión con él y las alucinaciones pararon.

—¿Qué... fue eso? —interrogó, realizando respiraciones agitadas. Se notaba la vena brotada en la frente. —¿Cómo pudiste... ?

—¡Ya no sigas lastimando a más nadie! ¡Quiero vivir junto a Raymond, mi tía y mamá! —exclamó mientras se aferraba a los brazos de su hermano.

—¡Basta de estupideces! ¿Acaso ya no me quieres? ¡Yo soy tu padre!

—¡Eres un monstruo! —Hubo un silencio de varios segundos. La tía aún no podía levantarse, estaba tosiendo en el piso.

—Las generaciones de ahora solo quieren tomar sus propias decisiones, mandar a los padres. ¡Pero deben entender que están bajo mi cuidado!

—No puedes afirmar que das un buen cuidado luego de usar a Scarlet como saco de boxeo para tu desahogo. —comentó Raymond, serio y firme ante su padre.

—¿Tú también te atreves a alzarte?

Él conecta un puñetazo en la mejilla de Raymond, consiguiendo que caiga al suelo. Aguantaba las lágrimas de impotencia y miedo de lo que podría hacer su padre. Scarlet recordó muchos momentos en que él llegaba ebrio a la casa, vestido como payaso y frustrado del trabajo. Momentos que ella no entendía claramente. Cada escena vulgar donde él destruía la casa y la maltrataba, al igual que la noche del asesinato a su tío, rondaban por la mente una y otra vez. El miedo no la paralizó, sino los horrendos momentos que presenció.

Justo el padre intenta tomarla del cabello, pero lo evade y ambos tienen de nuevo contacto visual. A los pocos segundos ve a un desconocido corriendo hacia él con un cuchillo en la mano. Su instinto fue retroceder y prepararse en el momento que lo ataque. Se tropieza con el cuadro que estaba tirado. En un instante desapareció, ya no estaba el amenazador. Dejó de sentir ese peligro. Sin embargo, se levantó completamente seguro de que su hija desarrolló una habilidad procedente de un don. Los ojos estaban rojos, brillantes y la mirada le exigía detenerse.

—No cabe duda, posees algo muy atroz.

Otra vez encuentra a un ángel caído atacándolo, pero en esta ocasión con agua hervida. De un movimiento brusco a otro, sin estar seguro de si era real o no, volvió a tropezar y cayó por la ventana del apartamento. Esa fue la noche en que Scarlet provocó la muerte de su padre."

Su vestido rojo que llega hasta las rodillas combina con sus ojos. También tiene algunas manchas oscuras y pequeñas que lo decoran mejor. Zapatillas y medias largas de color negro como el gorro que lleva puesto. Usa tres brazaletes y un anillo.

»Papá era un alegre payaso,
que adoraba a cada niño,
pero él a mí me odió.
¡Que comience la diversión!

Varios ángeles caídos salen de sus celdas al ser abiertas y caminan al centro del escenario, contando a su pianista. Todos menos el nuevo, quienes van desnudos y con las caras pintadas de payasos. Scarlet utiliza su habilidad para dominarlos al mismo tiempo. Dejan de acercarse al centro, ya que tienen distintas alucinaciones cada uno de ellos. Se escuchan gritos, lamentos, súplicas y movimientos extraños. En el ambiente no hay nada más que ángeles caídos y la joven que los tortura. Experimentan alucinaciones. Aquellos que llevan mayores veces sintiendo ese poder, apenas son capaces de mantenerse.

—¿Tú eres el nuevo o sabes vivir con ello? —le preguntó una mujer, la cual se sienta junto a él.

—Soy nuevo. ¿A tí no te afecta?

—Sí, ahora mismo estoy escuchando voces no muy claras, pero molestas. Después de un buen tiempo te acostumbras.

—¿Logras dominarlo?

—No, porque te confunde mucho. Sientes que son realidades, no ilusiones.

—¿Qué tan real?

—Tanto que difícilmente distingo la realidad de las alucinaciones. —Ambos observan a los demás detenidamente. —Ojalá el día que nos saquen sea pronto. Porque, hasta cierto punto, confundes tu día y día. Afecta más de lo que te imaginas.

—Los payasos son patéticos. —opina Scarlet—. ¡Y aquellos que no sean capaces de defenderse sufrirán el provecho de los grandes!

¥¥¥

Drake:

Qué pesadez. Todo se torna oscuro, denso y... ¿una tormenta de arena? Significa que me encuentro en... ¡el sueño extraño! No tengo buena visión, solo puedo distinguir dos siluetas a lo lejos. Trato de observar mi cuerpo, pero no hay nada más que oscuridad formando parte de la tormenta. Aquí simplemente me vuelvo espectador. Si lo que dijo esa persona al haberme llamado "hermanito" fue que no tenía el poder suficiente para moverme, ¿se referió a que sería capaz de hacerlo realmente? Ahora ni siquiera puedo sentir mi cuerpo. Es extraño, como si solo tuviera ojos. Tampoco sé si estoy respirando.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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