The Magic World

C124: Eres tú otra vez

Los escombros son devorados por las llamas que reflejaron la peligrosidad y lo despiadada que es Suki. No falta mucho para que el edificio se derrumbe por completo y deje enterrados los cuerpos de ambos combatientes. Después de 15 minutos de haber perdido la conciencia, los dos vuelven y recuerdan lo sucedido anteriormente. El humo se encuentra en niveles más bajos, comenzando a llegar a la altura de ellos. La estructura está más débil.

«Mi cuerpo... está muy lastimado», asume Kevin, «Debo salir de aquí ahora mismo». Hace un esfuerzo enorme en levantarse. Las quemaduras le recordaron el estado fatal de su cuerpo, y cayó de rodillas encima de otros escombros tratando de aguantar los dolores. «Si hubiese estado un poco más cerca, de seguro esa mujer me hubiera matado», asegura. Se apoya de la pared y consigue estar de pie. Tiene un ojo lastimado que casi no puede abrir, el humo empieza a afectarle sus pulmones y siente fuertes dolores con cada movimiento que hace. Cuando sale al pasillo nuevamente, arrastrando un pie, escucha unos pasos detrás de él. Al voltear es empujado contra la pared, sin que pudiera evitarlo, y el filo de una cuchilla le amenaza cortarle el cuello.

—Mierda, admiro esa fuerza. —confiesa Kevin, sin esfuerzo en librarse. Suki trata de calmar su respiración agitada.

—Me siento avergonzada y decepcionada... —dice y baja la cabeza por el agotamiento—... por haber llegado hasta este punto.

—No tienes que ser tan orgullosa y exigente contigo misma. Me recuerdas a alguien que adoro tanto. —opina Kevin, pensando en Lucy, e inevitablemente es dibujada una sonrisa en su rostro.

—¿No vas a defenderte?

—Mis músculos están adoloridos, la piel quemada y quién sabe si algún hueso roto. No tengo energías para seguir peleando.

—¿Ni siquiera tienes miedo a ser asesinado por mí?

—Cumplí mi parte. Ellos están acabando el resto. —supone con tanta seguridad que parece una afirmación—. Aunque no se note, tiemblo del miedo a morir, pero lo haré creyendo en que fui importante hoy para una buena amiga.

«¿Qué estupudeces está hablando? ¿Cuándo alguien en su sano juicio daría la vida por un simple amigo?», se pregunta Suki, confundida, creyendo que sería una trampa, pero se da cuenta que pronto el humo los acabará a ellos antes de que le corte el cuello. «No siento la presencia mágica de Elwin, y Gareth se está debilitando. También siento a otros usuarios de dones pelear y acercarse a nuestro alrededor. ¿Acaso será el fin del negocio?». La mano convertida en cuchillo tiembla mientras aprieta los dientes. Kevin nunca intenta realizar algún movimiento, pero sí desea enormemente continuar con vida. No tiene más energía mágica y las heridas no le permiten moverse casi.

—Maldita sea. —dice, lo suelta y deja caer al suelo mientras se retira.

—¿Qué?

—Necesitarás esto para mejorar lo suficiente y salir de aquí. —le informa, tirando en su dirección una dosis de la pastilla curativa.

—¿Te retirarás?

—Quiero volver a casa. Todo el tema del negocio apesta. —confiesa y tose por el humo que hay en el entorno.

Kevin toma la pastilla y, al tragar, varias partes del cuerpo se regeneran en segundos sin importar la gravedad de las heridas. Sin embargo, una sola no fue suficiente para curarlo por completo, únicamente mejoró hasta el punto de caminar más rápido con facilidad. Aún debe atender el resto de su cuerpo. Después de dos minutos, perdió de vista a Suki, quien ya se encontraba fuera del edificio y los escombros fueron un obstáculo para continuar bajando las escaleras. Kevin se encuentra atrapado. Busca la manera de salir por las ventanas, tal vez saltado al otro edificio, que las distancias que los separan no son largas, pero no tendría la fuerza para impulsarse bien.

¥¥¥

—No sabes cuánto te había extrañado, y por más que deseé seguir creciendo a tu lado, solo pude tenerte en mis sueños. —dice Collette con lágrimas en los ojos—. Fuiste por un corto tiempo de mi vida una representación de padre, y aunque lo que veo no sea real, significa mucho para mí estar frente a ti una vez más.

«Esto es muy malo. Collette está en un momento sumamente íntimo, a pesar de saber que es una alucinación», piensa Lucy preocupada mientras abre sus alas de fénix. Luego vuela a gran velocidad y toma a Raymond para dejarlo adentro de una celda en el piso de arriba. Así pierde a los segundos la conexión con Scarlet y abandona el delirio que tenía. Le tomó un momento comprender la situación. «Eres la distribuidora más importante del equipo. Sin ti, nuestro trabajo sería muy complicado, ya que eres quien puede dominar y controlar a cierto punto los compradores», recuerda Scarlet las palabras de Raider, desconcentrada, «Es vital que sigas en el negocio. Por esa razón, te ayudaremos a drenar todo tu odio».

—¡Váyanse de aquí! ¡No los quiero volver a ver! —ordena ella con una tonalidad de ojos más brillosa.

«Debo hacer algo ya o estaremos más en aprietos», piensa Tristán mientras voltea para ver a Kimmy, quien había consumido los barrotes de dos celdas. Él abre los ojos en grande y saca la lengua del grito femenino que suelta al ver que escupe con fuerza líquido venenoso. Logró evitar uno al agacharse y cubrir su cabeza. Tanto Lucy como Raymond esquivan sus ataques desde el piso de arriba hasta que él intenta mirarla fijo, pero ella estuvo atenta de su habilidad, así que se cubrió detrás de un muro.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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