Cabello rubio, ondulado, largo hasta la espalda baja. Ojos grises con unas lindas pestañas. Piel clara, de manos firmes y brazos delgados como su cuerpo. Un busto de copa C y el trasero alzado. Suele pararse firme. En la espalda tiene las marcas de sus alas cuando fueron cortadas, cicatrices que llevan todos los ángeles caídos como forma de deshonra. Mide 1,72 de estatura. Usualmente se nota seria pero coqueta. La mayoría de las veces viste falda o shorts azules con camisa manga corta del mismo color. De vez en cuando usa un sombrero grande como el de Mercy, sobre todo en tiempo de lluvia o nublado; pero no suele llevarlo a las misiones.
—¡Rápido, Lucy! —indica Raymond, y es disparado rápidamente hacia Scarlet, quien trata de ocultarse detrás de las columnas.
—¡Zhul! ¡No permitas que se acerque ese traidor a ella! —le ordena Kimmy, sin embargo, no recibió respuesta alguna.
—Creo que tu compañero está bien ocupado. —comenta Tristán, cargando su arma de energía eléctrica con una pose varonil. Ella fija su mirada al otro extremo del escenario, y nota que Zhul bajó al segundo sótano con la enemiga.
—¿En qué estará pensando ese mocoso? —se pregunta Kimmy, desconfiada.
Raymond corre hacia Scarlet y sigue el ruido de sus pasos mientras que poco a poco el escenario es iluminado. Lucy encendió de nuevo las velas del entorno. Por un momento él logró hallarla y anuló su poder mágico justo antes de caer en la habilidad de su hermana. Apenas ella nota que es incapaz de dominarlo, tira una poción que libera humo. Raymond había bajado la guardia pensando que ya la tenía atrapada, pero se dio cuenta que solo era el comienzo. El camino de ella es bloqueado por un muro bajo de llamas azules.
—No tienes que seguir huyendo, nuestra intención es ayudarte. —le aclara Lucy, elevada en el aire.
—¡Mira quién habla de huir! —dice Scarlet, y se acerca directamente a las llamas para quemarse.
Instintivamente, Lucy apaga las llamas con el dominio que ahora tiene, pero había sido un engaño de Scarlet para amenazar su salud, lo que tanto les importa. Luego tira otra poción que libera un flash, cegando por unos segundos a ambos. En seguida toma una posición para ver a Raymond y, al poco tiempo, logra tener conexión con su mirada. Esto es una lucha entre hermanos de quién establecerá contacto con el otro para ganar. A Raymond le comienza a temblar las manos, brazos y piernas hasta el momento en que no pueda sentirlos. Intenta caminar, mover algún músculo, pero es completamente inútil. Está paralizado, ni siquiera puede dirigir la mirada hacia ella para cancelar la habilidad.
Dos bolas de fuego son disparadas desde la boca de Kimmy. El tritón las esquiva al tirarse a un lado y cubrir su cabeza. Luego realiza un giro mientras se levanta y expulsa un rayo potente que falla por su mala puntería. Su enemiga ni siquiera tuvo la necesidad de evitarlo. Tristán se lamenta en su cabeza y queda apenado por semejante fallo. La columna que recibió el ataque es derrumbada y levanta mucho polvo, tanto que ni siquiera pueden verse. Él tose varias veces mientras trata de ubicar a la enemiga. Una y otra vez tose casi sin parar. Tiene picazón en la garganta y ardor en los ojos. Inmediatamente se da cuenta que no es por el polvo, sino un movimiento de la enemiga. Retrocede unos cuantos metros e intenta calmar su respiración.
—Bajaste la guardia. —asume Kimmy, apareciendo entre la nube de polvo—. Gas lacrimógeno. ¿Lo conoces? —Tristán continúa tosiendo, sin darle respuesta alguna.
»Esa arma debe ser la copia barata del tridente, ya que el original está en las profundidades del mar. —asegura, y presta atención a Lucy—. ¡No se llevarán a nuestra amiga!
—¿Amiga? —pregunta Tristán mientras se levanta con la cabeza baja. La tos se está calmando—. Si ella es amiga de ustedes, ¿por qué no tratan de calmar su odio?
—¿Crees que no lo hemos hecho?
—Con un poder así, hacer negocio con otros no sería tan difícil.
—¡¿Asumes que la estamos usando para eso?! ¡Ella llegó por su cuenta junto al traicionero de su hermano!
La boca de Kimmy se agranda para devorar pedazos de la columna caída. Traga rápido y prepara el siguiente ataque. Tristán se mantiene atento mientras sigue cargando el arma. Veneno líquido sale de su boca y se esparce rápido por el piso superior. Él corre y trepa la estatua de 5 metros que tienen cerca. Luego gira varias veces el tridente con ambas manos para liberar un rayo. Kimmy logró evitarlo, pero la electricidad se esparció e igualmente tuvo que recibir el daño. Sale volando e impacta contra las escaleras que van a planta baja del hotel.
«Ten, las necesitarás para cuidarte», recuerda Scarlet las palabras de Elwin al darle las pociones. «Nunca dudes que estaremos ahí para cuidarte. Eres una chiquilla muy preciada para nosotros».
—¡Lo darían todo por mí, y ustedes quieren alejarme de ellos! —exclama, enfadada. Luego lanza una poción que se rompe cerca de Lucy, la cual es atrapada por muchas cuerdas de masa oscura.
—¡AAAAAGHH! —grita la fénix cuando cae por no romper la masa, y se lleva un buen golpe en el suelo—. ¿Darlo todo por ti? ¡Ellos lo darían todo por el negocio!
—¡Eso es mentira! —asegura mucho más alterada mientras sus lágrimas salen sin poder contenerlas.
«De esa manera, está bajando la guardia», analiza Raymond, y vuelve a sentir sus partes del cuerpo. La hermana perdió la conexión por llorar, así que se mantiene corriendo entre las columnas. «¿Desde cuándo sientes tanto afecto por ellos? Creí que tenías una relación distinta», piensa y se dirige a las escaleras. Logró alcanzarla y obstaculizar el paso. Ella trató de usar su habilidad, pero fue anulada al instante. Ambos intercambian miradas determinantes durante unos segundos, hasta que finalmente Lucy la toma de ambos brazos, sorprendiéndola. A Raymond no le costó obligarle a tomar el primer frasco.