—¡Al fin la corrupción fue alejada de la ciudad!
—¡Ya más nunca volveremos a verlos ni sufrir sus abusos!
—¡Que vivan esos magos heróicos, salvadores de nuestro hogar!
Capital Angels celebró enardecidamente la derrota de los distribuidores y principales ejecutores de abusos y violaciones a cualquier derecho. Todos los guardias, sin excepciones, fueron atrapados. Al igual que los superiores, están encarcelados. Alator se dirige a Bextruz en busca de un interrogatorio de suma importancia. No tiene tiempo para quedarse. El equipo Sanderict se unió a la celebración tres días después, excepto Lucy, quien estuvo recuperando su energía mágica y fortaleciendo el segundo nivel.
—Hey, estoy seguro de que podrás hacerlo. —susurra Tristán, entregándole el único frasco que sobraba—. Confío en tus conocimientos y habilidades.
—Hija... —la nombra Guzmán. Él había notado la preocupación y el peso que está sintiendo. La toma del hombro con una leve sonrisa para luego asentir con seguridad.
«La enfermedad avanzó mucho más rápido por su edad. El sistema inmunológico de la abuela es menos efectivo», analiza Lucy mientras abre el frasco. «De momento, solo hay oportunidad de trasladarlos a Lastres y Blood Sacred. Además, la escuela no debe enterarse de que soy un ángel caído, por lo que tampoco sería posible hacer trámites y llevarla a un médico especializado», continúa y bebe la dosis. Siente los dolores fuertes y palpitantes. Todos observan atentos a cualquier reacción que presente, pero muestra signos de haberlo pasado bien. «Desde ese día que relevaron mi don, supe que el futuro sería este. Llegó el momento en que, por primera vez, usaré la habilidad curativa del fénix para una enfermedad».
Ambas alas son abiertas frente a la camilla en el centro del jardín con varios paramédicos preparados y atentos. El equipo está presente, menos Kevin. Drake se mantiene flotante en un campo de fuerza con forma de esfera. Así logra movilizarse con gran parte del cuerpo enyesado. Las flamas azules recorren la camilla lenta y sutilmente hasta tocar las extremidades manchadas de Maggie, la querida abuela. Duró un minuto para que toda flama entrara en el pecho. Nadie nota algún cambio en el paciente, pero un radar puesto en su abdomen indica cómo la energía mágica fluye suavemente en su interior.
—Recuerda: con delicadeza. —le habla Bookie—. Trata lo mejor posible de que ella no sienta nada, a pesar de hacer mucho.
La dosis suministrada le permite tener mejor fluidez, dominio y seguridad en el proceso. Cada mancha de sus pies se desvanecen, seguido de las manos, brazos y piernas. Su tos es aliviada al pasar los 5 minutos. Continúan sin parar el proceso de curación. Hay varios doctores que observan y prestan atención, además de los que apoyan en la precaución. Boonie tuvo la idea de aumentar su energía mágica, pero Drake la detuvo para prevenir cualquier alteración inesperada. Pasan los 15 minutos, y la tos se va por completo. Los dolores en las articulaciones disminuyeron un 50%. Las manchas en el pecho, abdomen y rostro están casi desvanecidas. Sin embargo, Maggie comienza a toser nuevamente.
—¡No te alteres! —le ordena Bookie de inmediato—. Respira profundo. Si es necesario, detén el proceso un instante para que puedas pensar con claridad.
—Con cualquier alteración en tu estado emocional, las llamas cambiarán. —explica Boky—. En vez de ser fluidas, se volverán ardientes.
—Todo procedimiento quirúrgico tiene momentos de tensión en pleno acto. —le habla uno de los doctores—. Haz una respiración profunda y céntrate en cuanto puedas.
—Es- es muy difícil. Siento ligeramente sus órganos y hasta cómo combato el virus dentro. —confiesa Lucy, temblándole las alas y con la cara tensa.
—Eh, Lucy. —la llama Drake. Ella voltea y ve al equipo, teniendo todos mucha firmeza—. Comprendemos lo duro que es este momento para ti. Esfuérzate con pensamientos más claros.
—La vida está llena de miedos e inseguridades. Solo está la opción de tenerlos a un lado, pero jamás apartarlos por completo, sino vivir con ellos. —opina Leo de brazos cruzados.
Lucy asiente y vuelve con mayor seguridad. Su respiración es más calmada. Pasaron 15 minutos más de mucho esfuerzo para conseguir que Maggie mejorara su estado de salud. Finalmente el proceso duró 50 minutos para eliminar el virus dentro y sanarla. Le han dado reposo de dos semanas con atención médica especializada, aunque se encuentra en muy buenas condiciones. Los doctores prefieren no confiarse, así que la mantendrán en observación. La querida Lucy quedó completamente agotada. Tuvo que descansar unas horas para recomponerse. Mientras tanto, los ángeles de la zona continuaron la celebración.
—¿En verdad no toman alcohol aquí? —interroga Leo de mal gesto mientras ve que nadie bebe en la calle.
—Hace un tiempo el restaurante que vendía cervezas y otras bebidas se largó a otra ubicación. —le responde un ángel, bailando con su pareja.
—¡Wuh! Esta fiesta está de locos. —comenta Collette bailando mientras avanza por la zona—. ¡Es genial que todos festejen por las calles de Capital Angels!
—Joven, usted es bastante amable, jijiji. —elogia una señora mayor a Tristán, quien está repartiendo comida con patines para mejor desplazamiento.
—Muchas gracias, madam'. Es todo un honor ver la sonrisa de tantos aquí presentes. —contesta él, tropieza y cae al suelo con la comida embarrada encima suyo—. Ups, bueno.