Drake:
Ojos vendados. Compañeros alrededor del escenario. Uno ataca con ventaja visual mientras el otro evade, o debe intentar hacerlo. Rooper está super nervioso. Suda mucho, corre hacia todos lados y de forma aleatoria. Melo conecta uno tras otro puñetazo fácilmente.
—No, no, no. Rooper, debes concentrarte en sentir a tu enemigo, no a solo correr para que no te golpeen. —aclara Alba, cansada de explicárselo tantas veces sin resultados.
Kim lanza un montón de puñetazos al azar. La estrategia le sirvió por unos segundos, pero Bakugo consiguió desequilibrarla de un golpe. Por lo que cae al suelo casi de un soplo. Qué curioso. Alguien con un cuerpo tan fortalecido como el de Kim, puede bajar su defensa fácilmente al sentirse nerviosa e insegura.
—No estuvo mal. Jamás retrocediste en el combate, lo que impide abandonar el objetivo. Pero tu defensa bajó al límite. No le costó nada tumbarte. —Alba continúa dando las explicaciones.
Estamos pasando de uno en uno para vendarnos y tratar de evadir los ataques del enemigo, quien será cualquiera de nuestros compañeros asignado por Alba. Así no estaremos seguros de cómo exactamente será el contrincante. Toda la práctica lo hacemos desde el patio trasero, al lado de la cancha, donde hay un edificio pequeño y bonito.
La velocidad de desplazamiento le favorece a Melo. No podemos usar nuestros dones, pero sí cualquier destreza física. Sin embargo, duró poco tiempo evitando los golpes, porque salió del escenario y cayó dos metros sobre el suelo.
—Recuerden que tenemos un límite de espacio. No siempre nos situaremos en lugares abiertos. —aclara la profesora.
Zed estuvo a punto de darle el primer golpe a Shey, pero ella lo esquivó casi al instante. Todos nos sorprendemos, muy atentos con lo que sucede. Su mirada va hacia Alba. Ella le indica en seña que haga otro intento. No tarda en lanzar un nuevo puñetazo. A pesar de haber sido con mayor esfuerzo, Shey se movió al sentirlo cerca. De inmediato tira una patada a las piernas. En este caso, nuestra compañera tuvo una reacción, casi pega un brinco, pero no fue a tiempo. Así que cae al suelo.
—Eso estuvo bastante bien, Shey. Pudiste captar al enemigo en las tres ocasiones. —le halaga la profesora, y varios aplaudimos entusiasmados.
Esto se trata del 4to nivel. Hay una capacidad que tienen los magos para sentir la energía mágica, ya sea de un objeto o individuo. Pueden detectar, medir la cantidad y ubicar en zonas que esa magia es contenida dentro de un cuerpo o cosa. La clase especial de Alba nos entrena para desarrollar ese sentido. No es nada fácil, aunque si existen seres que pueden diferenciar la energía mágica de la vital y de los objetos. ¿Se imaginan las caras de tontos que pusimos al saber cómo Beatriz no se tropieza con nada? Nos preguntábamos en varias ocasiones cómo podía darnos correcciones de nuestras habilidades, y la forma que tenía de tomar los objetos y caminar con los ojos cerrados.
Un duro puñetazo de Dalas es conectado en el rostro de Bibi. Cuando recoge la mano, nota que ella aún se mantiene firme, quizá preparada para el siguiente ataque. Con más nervios, lanza otro que impacta en la mejilla y le voltea la cara. Sin embargo, no retrocede ni un solo paso. Está generando inseguridad en su enemigo. Dalas le tira un gancho al cuello con un grito de fuerza. Justo este fue el impulso que la hizo tomarle el brazo. Luego se gira, incorpora su cuerpo al peso de Dalas, lo alza y tumba al piso como una increíble luchadora.
—Tus movimientos deberían ser más silenciosos. —recalca Bibi mientras se retira. Dalas dirige la mirada a nuestra profesora.
—Ya te lo dijo todo. —concluye Alba de hombros alzados.
Boonie trata de conectar un golpe en el pecho a Kevin, pero lo falla al ver que este se movió bruscamente a hacia atrás. En seguida tira otro, pero él reacciona justo a tiempo para echarse a un lado. Alba le señala para que continúe. Ella busca la manera de darle una patada, luego un puñetazo. Ambos fueron evadidos. Noto que él ha mejorado mucho esa habilidad. No sabe bien cómo será el ataque del enemigo, pero tiene claro el momento exacto que vendrá cada golpe y movimiento. De hecho, está conciente de dónde se encuentra Boonie, a qué distancia y cuándo está por acercarse.
—Muy bien, Kevin. Tienes completamente desarrollado el rango básico de este nivel. —le felicita Alba, y Boonie lo agita por los hombros de tanta emoción—. Si logras mejorar hasta escalas altas, podrás tener una percepción capaz de ver un poco más allá del presente.
—¿A qué exactamente se refiere con presente? —se pregunta Larazy para sí misma con las manos apoyadas en la cadera.
—Nah, no está hablando de ver el futuro. —asegura Kim—. Esos que leen cartas, esferas y se transportan en el tiempo para ver el futuro de la gente no son más que falsos y mentirosos.
Días después convoqué a todo el equipo, contando a Tristán, para tener una reunión en cuanto a la próxima misión que, tal vez, sea de exigencia. Estamos en un salón pequeño, sentados en una larga mesa como si fuéramos ejecutivos. Boonie no deja de abrazar a Tristán por lo mucho que lo extrañaba. Le entrego a cada uno de ellos libros que Lucy y yo utilizamos para la investigación. Luego expliqué cuál era mi plan.
—... y ya Prometheus está informado de todo esto. —informo.
—Esas gemas son los mandamientos de un dios que se los otorgó a los generales de Sanderict. —repasa Kevin, y hojea uno de los libros.