The Magic World

C154: Bajo un momento de tensión, una entrada espectacular

—¡Es una emboscada! —exclama Drake.

—No me digas. —habla Leo.

—¡Esos son cazadores de magos! —informa Kevin, sin saber de dónde sacar un arma—. Fueron quienes nos secuestraron a mí y a Tristán.

—Y los del otro extremo son bandidos. —agrega Mael, y se pregunta por qué estarían aquí. Reacciona de inmediato, dirigiéndole la palabra a Drake. —¡Planean robar la gema! ¡Nos han estado usando para conseguirla!

Él corre a gran velocidad, despistando al enemigo. Los sorprende deteniéndose frente a tres cazadores. Sin darles tiempo de reaccionar, libera una ráfaga de llamas que vence fácilmente a cada uno. De repente aparece Dark, el segundo líder, realizando un salto con el cuchillo en mano que apunta al cuello de Sanderict. Sin embargo, una especie de cuerda anaranjada toma su muñeca y lo jala con fuerza hacia atrás, consiguiendo que caiga al suelo. Mael fue lo suficientemente rápido para hacerlo. Drake ni siquiera voltea, porque confía en ellos. Aprovecha su increíble velocidad de desplazamiento para llegar al siguiente piso. Algunos cazadores trataron de seguirlo, pero Leo lanzó una llamarada en forma de fénix hacia el techo, derrumbando parte de este con la intención de bloquear el paso entre fuego y escombros.

—Ni se atrevan... a tocarlo. —dice a la distancia con mucha impotencia, pero también se está cansando.

Kevin toma uno de los cuadros para transformarlo en una ballesta. Los bandidos atacan con armas cuerpo a cuerpo. Él esquiva un corte de espada, un golpe venido del mazo eléctrico que tiene el corpulento y finalmente el impacto de un hacha que corta a distancia. Son varios enemigos que lo rodearon. A pesar de eso, el tirador del equipo no es intimidado por la cantidad ni las armas que usan. Rápidamente les disparaba a los tres mientras evitaba los ataques. La habilidad de percepción se asemeja a la de Suki, siendo capaz de saber cuándo corre peligro y en qué momento el adversario hará un movimiento. Mientras pelea, le viene una preocupación que lo despista un segundo. Hay tres usuarios de dones arriba, contando a Drake, además de otros con armas mágicas. «No puede ser, tenían una trampa más en caso de que lograramos subir».

La espada de Dark apunta al rostro del hechicero, y esta se alarga con movimientos de serpiente hasta llegar a su objetivo. Pero Mael consiguó esquivarla, hasta supo que haría otra movida más para clavársela. Luego hace la forma de una pistola con su mano y dispara energía mágica como si fuese una bala. Conecta en la pierna del cazador, dándole tiempo de acercarse con una onda expansiva que tira hacia atrás para impulsarse. Estuvo a nada de tomar la cabeza del enemigo y tirarla contra el suelo, pero Dark lo evadió, cambió de posición con un giro, tomando su brazo; y usó el peso del cuerpo para batir a Mael al piso.

—Veo que tienes el nivel cuatro de mago. No cualquiera sabe cómo lidiar con mi espada. —asume Dark, sacando un artefacto redondo. Lo implanta en el pecho del hechicero, quien lo mira con rabia.

—Ustedes han cazado a magos y hechiceros sin haber cometido crímenes. ¡Se encargan de llevarse a los equivocados! —opina Mael, pero deja de hablar cuando el artefacto presiona con fuerza su pecho. Apenas se escuchó un gemido de dolor. Esa presión la siente hasta la cabeza, teniendo la sensación de asfixie.

—¡Mael! —lo llama Leo al ver la condición en que se encuentra.

Él lanza una bola de fuego que conectaría en Dark, pero un cazador utiliza su arma de buen tamaño y peso para disparar una bola de aire que esparce las llamas. Quedan cinco segundos flotando hasta desaparecer. Se chupa los dientes con mala cara, en verdad los considera una molestia, y le da rabia haber caído en la trampa. «Yo fui quien llegó aquí solo en primer lugar. Debería al menos sacarlos de este aprieto», piensa, observando su alrededor con tantos enemigos. Los tres están teniendo problemas para enfrentarlos, ya que vinieron preparados con sus armas, el plan de emboscada y la ubicación de la gema.

«Mierda. Aquí también nos estaban esperando», asume Drake al encontrarse con más bandidos en el siguiente piso.

—¿No se esperaban que los bandidos tratarían de aprovecharse para obtener la gema? —pregunta Andrei con los brazos extendidos, el fiel amigo de la bandida líder—. Si hubieran investigado un poco acerca de Purple Moon, sabrían lo reconocidos que somos.

—¿Bajo un territorio poco conocido?

—Hay muchas maneras de enterarse acerca del exterior. —aclara con una sonrisa maquiavélica.

—No hay necesidad de pelear. Están en una situación poco favorecida. —asegura Rebeca detrás de él.

—Cometerán un grave error si usan esa gema. Ese poder conlleva mucha responsabilidad. —opina Drake sin voltearse a verla.

—No la usaremos.

—¡Venderla sería aún peor!

—¡JAJAJA! Ahora este chico quiere aclararnos lo que es bueno y malo para los demás. —se burla Andrei a carcajadas atorrantes—. ¿Quién eres tú para decidir lo que nos conviene o no? ¿Acaso conoces nuestras vidas?

—¡No! Pero estoy seguro de que ese poder corrompería a cualquiera, y traería mayores consecuen...

—A quien se la venderemos no será un cualquiera. —le corrige Rebeca de brazos cruzados—. No te incumbe saber más del tema. Bastaría con solo eliminarte para quedarte por fuera.

—¿Y por qué todavía no me atacan? —le pregunta Drake con una mirada que es dirigida a los ojos de ella, pero esta mantiene la misma firmeza al tener un objetivo y principios claros.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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