C157: Mael vs. Dark

«Acabar con toda amenaza y maldad en Purple Moon es complicado. Tantos problemas qué abordar. Ahora estoy expuesto, sin saber si volveré a casa el día de mañana. Pero eso no me detendrá, no unos criminales que secuestran magos y hechiceros para quién sabe qué», determina Mael, creando una ballesta de múltiples flechas que las dispara. Dark gira la cabeza, tratando de evitarlas. Recibió varias cortadas que le hicieron desviar la atención. Justo el hechicero, con la cabeza sangrando y pecho muy adolorido, despega el aparato y lo tira fuertemente a un lado. Denota su molestia en esa plena expresión del rostro. Se acerca rápido e intenta conectar un espadazo de energía mística. Sin embargo, Dark choca espadas con él al bloquear ese ataque.

—Al principio, no me interesó llevarte junto al resto. —confiesa Dark, temblándole los brazos a ambos—. Ahora pienso que sería valioso traerme un hechicero, te consideraré parte del grupo de magos extranjeros.

—Solo estoy trabajando con ellos por objetivos distintos que tienen algo de relación. —aclara Mael mientras choca varias veces su espada contra la de su enemigo—. No significa que tenga algún vínculo con esas personas.

—Me basta el hecho de saber que buscan obtener el mandamiento. —dice Dark, y su espada realiza otro movimiento de serpiente que el hechicero esquiva.

Dark es delgado con poca musculatura. Ágil en sus movimientos, buenas posturas de combate con la espada y rápido para reaccionar. Mide 1,61 de estatura, no muy alto en realidad. Viste un atuendo estrecho que cubre de pies a cabeza. Completamente de un tono oscuro, tela gruesa pero cómoda para los movimientos que puede realizar. Ni siquiera los ojos se ven, ya que están tapados por otra tela blanca delgada que le permite visualizar sin revelar nada de su identidad.

Mael bloquea un montón de espadazos hasta encontrar un punto vulnerable del adversario. Ante el gran esfuerzo y concentración que tuvo, logró defenderse y clavarle la espada mística a Dark en el pecho. Este queda con la mente congelada por no haberse esperado el movimiento definitivo del hechicero. Extrañamente no estaba sangrando, tampoco la herida se sentía como la de una espada clavada. Apenas siente dolor. Pensó rápidamente en atacar de nuevo, pero Mael chasqueó los dedos y el arma blanca de deshace. Por otro lado, el interior del cuerpo de Dark sufre daños letales. Un montón de pulsaciones, choques internos y presión arterial dejó al hombre fuera de combate. Queda tirado en el suelo sin volver a moverse.

—Liberación. —dice Mael, mirándolo desde arriba—. Puedo hacer lo que quiera con mi magia mística. Lo que ves como espada continúa siendo energía, lo olvidaste.

Dark escupe sangre, la cual mancha la parte inferior de su máscara. Ni siquiera es capaz de levantar un dedo, el hechicero lo derribó en tan solo un ataque. De repente se escuchan varios gritos, el escándalo de los Nomos cayendo al mismo piso capta su atención. No supo cómo reaccionar al momento, porque ellos también son criminales de Purple Moon con la dedicación de robarle a otros. Estuvo a punto de atacarles a distancia, pero notó que ellos están defendiendo a Leo y Kevin. El Dragon Slayer está cansado, quizás no pueda seguir luchando. Al haber bajado la guardia, recibe una onda de impacto que lo manda a volar. Choca contra el muro y trata de mantenerse de pie, realizando respiraciones fuertes.

—No pienses que me venciste en tan solo una jugada. —le habla Dark, encorvado y con respiración agitada.

"—Esa será tu misión. Ten cuidado con enfrentar a Sanderict, supe que venció a Raider, el jefe distribuidor. —recuerda las palabras del líder de los cazadores.

—No entiendo, esos son unos objetivos distintos a los que normalmente cazamos. —confesó Dark, arrecostado en la pared, viendo cómo el tipo goza de la chimenea y chocolate caliente.

—"Ese hombre" lo quiere sin llamar la atención.

—Hablas entonces de...

—Sí, y debemos asegurarnos de cumplir esa asignación. Nos quiere por lo sigilosos que somos cuando actuamos."

«El trato que hice con esa bandida fue que me ayudaran a capturarlos a cambio de llevarlos hasta el mandamiento. Ojalá cumplas tu palabra, Rebeca», piensa Dark. Enseguida recibe una patada en el rostro que lo hace rodar varias veces por el suelo. Saca una granada de humo que imposibilita la buena visión del hechicero. Logró moverse cuanto podía para luego encontrar un punto clave dónde pegarle. Sin embargo, él tampoco podía verlo. Ninguno de los dos se encontraron entre la niebla. Una vez bajó, Mael crea una barrera que empuja y aplasta a Dark contra el muro. «¿Qué sucedió? ¿No podía verlo a pesar de haber usado mis lentes especiales?», se pregunta Dark, tratando de llevar la mano a su bolsillo y sacar otro artefacto.

—Si te lo preguntas, fue la patada que conecté. En el momento exacto, pude volverme invisible para ti durante unos segundos. —explica él.

—El jefe está herido. —informa uno de los bandidos.

—¿No ha podido con tan solo un hechicero? ¿Cuánto poder tiene ese hombre?

Sin dudar ni un segundo más, le disparan ambos cazadores con unas redes que atrapan a Mael. Estas se vuelven pegajosas, evitando eficazmente que pueda librarse con facilidad. La barrera desapareció una vez queda ocupado. Dark tose de nuevo mientras cae al suelo de rodillas. «Las heridas que me causó ese primer daño están molestando cada vez más. Si duro mayor tiempo en combate, posiblemente se vuelvan más graves. Debo acabar, como mínimo, a este tipo y quizás encargarme de los otros dos», plantea él. Realiza varios intentos vagos de levantarse, pero al concluir que es inútil, le apunta con una mini pistola que parece de juguete.