—Puff, increíble. Tu precisión es tan buena en el pool como en las armas. —comenta Leo, suspirando.
—Vamos, no te rindas. Quizás algún día pegues un golpe de suerte y metas todas. —le ilusiona Kevin, posando con el palo de pool.
—Pero, aun así, no serás mejor que yo en... —asegura, y se tira encima de la mesa como si fuese suya, apoyando su brazo para competir en fuerza—. ¡Adelante!
—Uno: esta mesa es de El Bar. No tuya, pelotudo. Dos: no competiré en algo que ya sé quién será el ganador.
—¿Crees que no hay forma de superar a tu adversario durante un combate?
—¿Qué debo aprender para superarte? Tú solo llevas buen entrenamiento. Eso es lo que necesitaría: tiempo.
Leo está oficialmente fuera del equipo. A pesar de eso, Kevin lo sigue considerando su amigo, y no duda en invitarlo a jugar y beber en El Bar. Ambos disfrutan de tardes juntos. Por otro lado, el resto del equipo no se siente preparado para acercarse y tratarlo. No hay rencores, no al menos por parte de ellos. De vez en cuando, Collette compite en lucha con él, midiendo la fuerza de los dos. Esto ayudó a que el Dragon Slayer mejorara notablemente en habilidades físicas, sobre todo la fuerza.
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—¿No te da curiosidad la luna? —pregunta la vampira, tirada en la orilla del lago.
—Me gusta viajar, y ese sería un lugar exótico y super alucinante. —confiesa Lucy, caminando por el jardín lleno de flores—. Me encantaría pero, ¿cómo se llega a la luna?
—¿Jamás te hablaron de llegar al cielo? —interroga Boonie mientras observa los peces del lago muy de cerca.
—Mmm, un hombre en la calle me habló de cómo ir al cielo y que sería bendecida si lo hago.
—¡¿Y por qué nunca lo di... ?! —preguntaba Boonie cuando estuvo por alzarse, pero Collette la tumbó al lago.
«No recuerdo bien ese momento. Pero ya que conozco parte de la historia, quisiera volver a escuchar sus palabras», se retracta Lucy, frotándose la barbilla. Boonie sale del agua empapada. Le muestra una expresión terrorífica a la vampira con su cabello despelucado y mirada amenazadora. Pero Collette no se siente intimidada en ningún momento. Sin embargo, recibió un empujón que la tira al suelo para comenzar una pelea entre las dos. «Vaya, en un instante, esta conversación se volvió... una pelea. Parecen niñas», piensa Lucy, negando con la cabeza.
—¿Y si mejor dejan esa tontería para centrarnos en lo interesante? —les pregunta, recibiendo una mirada seria por parte de ambas que se detienen un momento.
Sin habérselo esperado, la mojan por casi toda la ropa. Aprieta los puños y cierra los ojos con un intento de calmarse. Lo estuvo logrando, casi se contiene. Sin embargo, la vampira le echa otro chamuscón en la cara. Esta vez no se lo podía perdonar. Le metió una patada a Collette que la hizo gemir de dolor. Las tres empezaron a pelearse una con la otra hasta que cayeron al agua.
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—¡¿Eh?! ¡¿Tocan competencias externas?! —se pregunta Drake al ver un anuncio pegado en la pared del pasillo.
—Eso es correcto, señorito Sanderict. —admite Restrict, caminando con el carrito lleno de anuncios para pegar—. Esta vez participarán tercer y cuarto año para representar a la escuela. ¿Te sientes preparado?
—¿Crees que lo estaría?
—Bah, no hay de qué temer. Aquí no habrá nada en juego, exceptuando la reputación de Prometheus como director y la imagen exitosa de la escuela.
—No ayudas.
Wizard Academy, la escuela de renombre que tanto compite contra Bextruz. Los retos cambian cada año, y suelen darle a los estudiantes situaciones donde el trabajo en equipo sea fundamental. Siempre se llevan a cabo en Hasltatt, esta no será una excepción. Utilizarán el campo de tierra amplio, activando muchas Place Sphere que construirían temporalmente un escenario enorme. Muchos invitados irán a Bextruz para quedarse durante el tiempo necesario. En marzo comenzarán las competencias externas, donde se observarán todas las destrezas y habilidades de los estudiantes. Hasta que llegue ese día, entrarán y recibirán hospedaje aquellos que vienen de lejos a espectar.
—Falta poco menos de un mes para que comiencen. —lee Drake en voz alta.
—Me informaron que subiste a la clase E como mago. —confiesa Restrict—. En verdad estoy orgulloso de ti, te has vuelto un mago promedio, muy lejos de ser un novato.
—Bah, sí.
—¿Qué? ¿No te sientes orgulloso?
—Sí, pero no quisiera recibir ese tipo de atención. Vendrán muchos invitados de varias partes del mundo.
—¡Noooo! ¡Ahora tocará participar en algo tan importante! —grita Rooper unos metros detrás de ellos cuando ve el anuncio. «¿Participo? No, no quisiera meterme en una competencia contra tantos habilidosos. O mejor sí, me serviría como progreso y quizás logre algo.
—¿Qué le pasa a Rooper? —se pregunta Drake, observándolo junto a Restrict.
"Desde pequeño siempre fue dedicado en lo que hacía. Le daba mucho empeño a sus actividades. Pero no era bueno en nada de lo que practicaba ni aprendía. Estuvo en entrenamientos de fútbol hasta que se torció el tobillo. Probó jugar basket, solo que su cabeza era un imán de pelotas, donde siempre le golpeaban. Supo que no fue bueno para dominar balones, así que estudió italiano. No pasaron más de dos meses cuando dejó el curso al haber repetido dos veces el mismo nivel sin avanzar. Rooper siempre fue curioso, y decidió aprender artes marciales. Tampoco era lo suyo, no le gustaba que le golpearan en ninguna parte del cuerpo. Le huye al dolor.