The Magic World

C167: Siempre serás bienvenido a casa

—¡Finalmente habrá una competencia de manera oficial!

—Dos escuelas de renombre. ¿Wizard Academy logrará superar a Bextruz?

La noticia vuela rápidamente en varias partes del mundo. «Competencias externas: Bextruz vs. Wizard Academy». Seres venidos de reinos, pueblos, aldeas y otras escuelas viajan a Hasltatt y a la escuela para quedarse durante esta época. Las competencias durarán una semana, y serán bastante intensas. Los boletos para entrar al estadio desaparecieron entre tantas ventas. No pasaron ni cinco días cuando ya apartaron todos los puestos. Distintas culturas visitan el pueblo, y una de esas será la familia de Collette, quienes fueron de los primeros en comprar los boletos.

—Oh, my. Aquí hace un calor infernal. —comenta Olga, echándose aire con un abanico—. Si no fuera por la refrigeración que llevamos, la sangre se habría calentado. No se podría disfrutar igual.

—Olga, siempre te preocupas por la comida. —se queja Samantha de brazos cruzados con un gran sombrero que cubre su rostro—. Pero tienes razón, el calor podría matarnos a pesar de tener estos collares. ¡¿Por qué nos trajiste aquí, Kyriel?!

—Mara no paraba de molestar. Insistió mucho en venir. —responde con voz temblorosa y nerviosa. De repente un libro impacta a un lado de su rostro.

—¡Yo no insistí nada! ¡Tú aceptaste en la primera vez que lo pedí! —aclara ella

—Basta, basta. Mejor cálmate, enana que se cree inteligente. —le ordena Alex, fastidiado—. Yo no quería venir. La verdad, es molesto que tantos humanos nos observen y algunos hasta muestren miedo.

Mientras ellos pasean por las calles de Hasltatt, un ser de figura femenina camina entre esquinas disimuladamente. Está encapuchada, tratando de ocultar casi por completo su cuerpo. Al visualizarlos detalladamente a la distancia, nota que no son humanos como el resto de pueblerinos. «¿Vampiros? ¿Qué hace una raza como esa en un lugar así?», se pregunta, extrañada. El hombre del puesto de frutas trata de atenderla de manera cordial, pero ella lo evadió rápido y continuó su recorrido. Esta vez, siguiendo a la familia Miracle.

¥¥¥

Mientras tanto los estudiantes de Bextruz...

—Deben tener cuidado con las venenosas. Aunque no lo crean, serán capaces de generar alucinaciones, temblores, confusión y hasta sueño... —habla y habla Beatriz en la clase, recorriendo la mesa larga del campo.

—No me gustan las plantas. —confiesa Kim.

—Yo prefiero ver cualquier otra clase que no sea sobre plantas. —dice Agnes, tirada en la mesa del aburrimiento hasta que de repente una planta devora la mano de Bakugo—. ¡WUAAAH! ¡ESTÁ VIVA Y TIENE HAMBRE!

—¡No puede ser! ¡Tenía razón! —grita Bazasel, observando cómo la planta se vuelve mucho más grande y eleva a Bakugo sin soltarlo—. ¡Las plantas dorminarán el mundo y provocarán la extinción de los demás seres!

—Ash, mejor cállate, Bazasel. —le pide Lucy de brazos cruzados.

La planta que ahora es de gran tamaño jala de un lado a otro al pobre Bakugo, quien solo quería darle de comer y terminó tomándole casi todo el brazo. Beatriz pide que se calmen, pero nadie la escucha en principio. La clase se vuelve un completo escándalo sin control. Agnes corre alrededor de la mesa para no ser atrapada, y aumenta la velocidad al notar que muchas otras plantas empiezan a atacar. Leo vuela por los aires para rescatar a su compañero, sin embargo, choca accidentalmente con Drake, quien tenía las mismas intenciones. Ambos caen y reciben un buen golpe en el trasero. Intercambian miradas por un momento hasta recordar que el dragon slayer abandonó el equipo. La incomodidad volvió nuevamente a ellos.

Boonie recuerda los tiempos que estuvo en Blood Sacred y tanto que le advirtió a Leo de no acercarse a las plantas del bosque. Al principio quedó paralizada. Cuando dio la vuelta un segundo, una planta le echa gas adormecedor que la tumba igual que en ese entonces. Zed, en cambio, disfruta ver cómo su rival sufre por los aires. Solo está sentado de brazos y piernas cruzadas con una leve sonrisa. En la forma híbrida, Bazasel trata de salvar al compañero. Sin embargo, fue mandado lejos de un empujón cuando recibe el golpe de esa planta. Entre tanto alboroto, Beatriz camina tranquilamente hacia la planta, acaricia una de las hojas de buen tamaño y la endulza. Esta baja a Bakugo al calmarse. Ahora parece un perro queriendo caricias.

—¡La profe Beatriz es asombrosa! —opina Alaric.

—¡Alucinante! —comenta Agnes dentro de un armario.

—No es que sea asombrosa, tontuelos. Simplemente sé cómo manejar a una planta. —explica ella, malhumorada—. Si supieran más acerca de ellas, no tendrían que formar un alboroto por algo así.

En la clase de Merlín...

—No entiendo, esta sustancia no sirve. —confiesa Zed, observando detenidamente la combinación que hizo para crear la pócima.

—No se trata de si la sustancia sirve o no. Deben crear la combinación de materiales y elementos perfectos para crear la pócima o hechizo. —aclara Merlín mientras camina por todo el salón con las manos en la espalda.

—A ver, a ver. Quizás esto funcione. —dice Melo, emocionado.

Él lleva la pócima hasta el puesto de su compañero Bazasel para tirársela encima. Las risas de Melo no tardaron en llegar al convertirlo en una gallina. Con el ceño fruncido, Bazasel lo persigue para picotearlo, pero será casi imposible al ser tan pequeño y poco habilidoso en esa forma. Se cayó a los pocos segundos de iniciar la carrera. Quedó rendido en el suelo. De repente alguien se le acerca y le echa un líquido en la espalda. Es Lucy, quien lo trae a la normalidad con un efecto revertido. A varios les dio ternura el momento, ya que ella detesta a Bazasel. Aun así, decidió ayudarlo, porque la salud de todos siempre estará por delante.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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