Faltan 2 días...
—¡Han vuelto los magos de Bextruz!
—Mira eso, la nueva generación de héroes.
—¡Mama, mama! ¡Quiero verlos!
—¡Tenemos esperanza en ustedes, jóvenes magos! ¡Crezcan y luchen por el bien de todos los reinos y pueblos!
Como era de esperar, las personas en Hasltatt los recibieron con el mejor ánimo. Lanzaban flores y confeti a las carrozas que pasaban por las calles. Un montón de gente animando, otros celebrando. Bebidas eran vendidas como pan caliente. Muchos tomaban y brindaban por la nueva generación de magos. La felicidad de esas personas cubre a cada uno de los estudiantes, llenando de alegría sus corazones. Sintieron muy a gusto la bienvenida. Dejaron sus equipajes en el hotel en las respectivas habitaciones que les tocó para luego bajar a las calles. No quieren perderse ni una hora más de la actividad que tiene la zona. Los pueblerinos decidieron mantenerse activos las 24 horas del día por toda esta semana, y así brindarles el mejor disfrute a los jóvenes.
—¡Mira qué flores tan hermosas! —dice Makiu, acercando su rostro a una de estas que se encuentra en la tienda—. El olor que emite es riquísimo~.
—Ya no quiero relacionarme con ninguna flor. —confiesa Bakugo, apartándose de ella.
—Entonces no sé para qué me sigues. —contesta ella de mala gana, sin dirigirle la mirada—. No puedo imaginarme qué te gusta a ti si nada te emociona ni satisface.
«Esta chica indecente... », piensa, irritado. Pero se calma al reflexionar un poco sobre ese comentario. «Los odio tanto».
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—Esta vez reconocerán mi valor. —asegura Melo para si mismo, observando desde muy abajo el enorme estadio donde se realizarán las competencias. También sujeta un collar con la foto de alguien importante dentro de un corazón.
—Uy, uy, uy. Un chicuelo tiene algo que demostrar. —habla Shey a su lado, sorprendiéndolo por completo.
—¿Por qué escuchas conversaciones privadas? —le pregunta Jake mientras la toma del brazo para arrastrarla y seguir caminando.
—¿Una conversación privada consigo mismo?
—¡Por supuesto! No se trata más que de un hombre con aspiraciones personales. —responde Jake, y tiene un intercambio de miradas agradable con Melo, quien le sonríe sin darse cuenta—. Ah, por cierto, creo que a esos dos chicos los he visto antes.
—¿Fue en una de las misiones? ¿Qué hacen aquí? —interroga Shey, extrañada.
—Me enteré que Wizard Academy optó el mismo plan que Bextruz: adelantar el año de pasantías. —cuenta Melo de brazos cruzados—. Ellos también realizan misiones desde segundo año.
—¡Wuah! ¡Qué copiones! —comenta ella.
Uno de ellos es Harry, quien está interesado en comprar arte en Hasltatt. Mide 1,67, piel bronceada, ojos grises con ojeras y una cara de distraído que no se la puede quitar nadie. Su postura es enjorobada. Tiene el cabello pintado de varias tonalidades: morado, rojo, un poco de anaranjado, verde y blanco. No solamente el estilo se nota allí, sino también en la vestimenta que trae. Zapatos de suela lisa de los 90s, pantalones anchos sin tomar el ruedo, camisa hipie más grande que su talla y una chaqueta gruesa. No importa adónde vaya, siempre tendrá puesto algún suéter o chaqueta. Es un apasionado por su don, habilidad que combina perfectamente con él.
—Escúchame, cabeza de vómito. —le habla su compañero, Mihael—. Estamos a punto de perdernos la obra teatral que tanto deseaste ver. Me partí el culo para conseguir las entradas. ¡ASÍ QUE MUÉVETE O TE MUEVO!
—Ya, ya. Relájate un poco o sufrirás de tensión alta muy joven.
—¡¿QUÉ VERGAS ME ESTÁS CONTANDO?! ¡NO ME HAGAS REPETIRLO!
Mihael, un amigo cercano de Harry. A diferencia de él, Miha es muy imperactivo, altanero y dominante. Posee un cuerpo de buena musculatura que mide 1,82 de estatura. Su cabello parece una melena de león, rubio y abundante que combinan con sus ojos claros, verdes encantadores para cualquier dama. Tiene piel blanca con pocas pecas en el rostro. Viste mono ancho de color verde oscuro, camisa blanca, teniendo un estampado de su banda preferida, zapatos de tacón negros y sarcillos de aros chiquitos. Curiosamente, las cejas son bastante claras, de un tono amarillo que le pinta bastante bien. Sin haberse percatado de que los observaban, ambos se dirigen al teatro.
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—¡Muévete, enano debilucho! —le ordena Kim a Rooper, empujándolo con tanta fuerza que lo tumba al suelo.
—¿Por qué tienes que ser así conmigo~? —pregunta él, sin ganas de levantarse para no recibir otro empujón—. ¿Qué te hice para merecer esto?
—¡Ser demasiado inútil! ¡Ese es un completo pecado!
—Ahg, no entiendo por qué Kim tiene la necesidad de molestarlo. —confiesa Larazy, cansada de ver esa escena tan repetida.
—Está traumada la pobre. —supone Alaric, caminando junto a Larazy con las manos dentro de los bolsillos.
—¿A qué te refieres?
—¿De dónde saca ella que ser inútil es un pecado? —pregunta con las cejas bien alzadas—. La conozco lo suficiente para asegurar que ella no se acepta así misma, y lo paga con ese debilucho de allí.