The Magic World

C176: Motivación

«Para ellos, nosotros somos los villanos que desean tomar las drogas. Para nosotros, ellos son los villanos», comprende Bazasel el rol que tienen mientras vuela a baja altitud entre los edificios. Ash se mueve por los tejados al estirar su mano y trepar. Jake y Shey se mantienen en el nivel de las calles. «Nos dividimos tratando de abarcar las tres ubicaciones señaladas en el mapa, pero no sabemos cómo lo hará el otro equipo. Jake y Shey van juntos, es posible que ellos también manden una pareja», analiza Bazasel detenidamente. «Ash y yo debemos tener cuidado por si nos aparecen dos enemigos a la vez, ya que están en un nivel semejante al nuestro».

—Las plantas serán muy molestas para entrar y salir. —advierte Jake, estando a un paso de entrar en la zona tomada por plantas.

—¿Por qué lo dices? —pregunta Shey—. No parecen moverse.

—Estas reaccionarán a cualquier contacto que tengamos con ellas, y el suelo está repleto. No sería conveniente que nos ataquen tantas con un posible enemigo que venga hacia acá.

—Oh, oh. La clase de Beatriz en verdad te nutrió el coco, eh.

—¡Sé seria! —exclama él, y le viene una idea repentina—. Oye, quítate los pies.

—¿Para qué quieres que... ?

—¡Que te los quites! —le ordena mientras la alza y pone de cabeza.

Finalmente separa sus pies del cuerpo y comienza a flotar, habilidad que estaba buscando Jake. Ella entiende siglos después. Las piernas de él son cubiertas de humo, generándolo bastante para flotar también. Sin perder más el tiempo, ambos se adentran en la zona verde; donde es estrecho, de muchas plantas violentas con variedad de tamaños y poca estructura de los edificios que queda. Apenas se puede ver el sol, debido a la cantidad de plantas que hay.

¥¥¥

«Llevamos alrededor de cinco minutos, y todo está muy tranquilo», se percata Ash una vez llega a la cápsula. Rompe la ventana de la torre, 30 pisos de altura, y entra a la oficina; hallando el producto en el escritorio. «Fue demasiado simple, ¿no habrá alguna trampa? ¿Acaso ellos están tardando en llegar?». Él toma la cápsula lentamente, da la vuelta y flexiona las piernas para saltar. Sin embargo, uno de los libros es abierto por si solo, soltando una luz que Ash evita recibir de frente. Al agacharse, nota que alguien sale con armadura medieval y una espada, tratando de cortarle. Actuó rápido, extendiendo su mano para tomarle el casco y arrojar todo su cuerpo al otro extremo de la oficina.

Él esperaba algún otro movimiento del caballero, pero ese no era el enemigo original; tan solo forma parte de una habilidad. De repente algunos libros caen de los estantes, abriendo sus páginas a un sin fin de mundos. Un príncipe que ataca a caballo, muchas palomas volando, un samurái que desenvaina su espada y la muerte misma con una oz. Todos van directo hacia Ash. Actuó por instinto, retrocediendo y saltando del edificio de espaldas. Su cabello es agitado con fuerza. El tiempo pasa lento cuando él intenta analizar la situación. «Tiene que ser un don relacionado con libros y personajes. Quizás el usuario no estaba presente en la oficina. Llegó primero y decidió tenderme una trampa». Exceptuando a las palomas, los demás se quedaron arriba. Pero una serpiente de gran tamaño que estaba en pisos inferiores lo atrapa, enrollando todo el cuerpo y ejerciendo suma presión.

—Supuse que alguno de ustedes se atrevería a saltar. —confiesa Wizard de buen humor y orgulloso de su planificación—. Era mucha presión para ti, ¿no es cierto, Ash?

—¡¿Qué?! ¡Obviamente me preocupé por la cápsula! —contesta a la ligera, como si la presión de la serpiente no fuera suficiente.

—¿Cómo puedes hablar así? —le pregunta Wizard con su tono suave, frotándose la barbilla. Con la ayuda de un águila, se acerca a donde está su enemigo. —Tienes un cuerpo peculiar. La serpiente te aplasta, pero a ti no te duele nada.

—¡Es porque soy de goma! ¡Pero la cápsula no, idiota!

—Comprendo. —De un segundo a otro, le arrebata la cápsula y ordena que la serpiente lo estripe.

—¡Basta, chico cobarde! ¡Ven y pelea antes de llevártela!

—Hay combates que no tienen sentido, y ahora mismo no tengo ninguna intención para pelear. —responde, suavemente, Wizard mientras se lleva la cápsula volando encima del ave.

—Maldita sea, no puedo dejar esto hasta aquí sin haber conseguido nada. —se motiva a si mismo.

Recoge bastante aire, todo lo que pueda para agrandar su cuerpo y ser liberado por la serpiente. Sin embargo, este fue un intento inútil. El animal lo presiona tan fuerte que el aire recibido es soltado casi inmediatamente.

¥¥¥

—Vaya, vaya. Mi viejo rival. —dice Sandoval mientras camina con una mano en el bolsillo, típica sonrisa simpática y la mirada fijada en el director—. Han pasado cuatro años desde la última vez que pisamos el mismo suelo.

—Sandoval, cuánto tiempo que no nos vemos. —comenta Prometheus, relajado frente a la enorme pantalla que hay en el estadio.

—Hemos cambiado un poco la manera de hacer las competencias. Ahora tenemos una pantalla gigante y nos visitan mayor diversidad de seres.

—Ujum. —dice mientras le sigue prestando atención a la enorme pantalla, dejando a su rival apartado.

—¡Eh! Vi que tienes a unos jóvenes peculiares en el tercer año.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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