—El equipo de Wizard Academy obtiene un punto al llevar el producto a la base. —informa el presentador, acomodándose la corbata, y el público grita enardecido.
«No puedo escuchar a la gente desde acá, pero estoy seguro de que están gritando con mucho ánimo y de buen humor», piensa Wizard con las manos apoyadas en la cintura, regresando a la zona en que estuvo la primera cápsula. Va encima del águila que lo llevó a la base. El clima cambia bruscamente. Pasa de ser oscuro, nublado con ciertas gotas de lluvia cayendo a estar bien soleado. Ahora las nubes están despejadas, y los rayos del sol son ardientes. A penas han pasado 23 minutos desde que comenzó la competencia. Respirando aire profundo, Wizard recuerda el día que habló con Sandoval, aquella motivación que le generó para participar.
"—Nosotros, los magos, somos especiales por desarrollar dones. —comentó esa noche, tomándolo por el hombro con una sonrisa amigable—. Eres el único de tu familia que posee uno, ¿no?
—Sí.
—Eres muy especial, Wizard. No es casualidad que te hayan puesto este nombre tan simbólico. ¿Sabes por qué la academia se llama así?
—Nunca lo han mencionado, pero supe que fue por un mago legendario.
—Correcto, correcto, y tú tienes el mismo nombre. Dudo mucho que sea solo una coincidencia. ¡Tú debes ser más que especial!"
«Jum, ¿más que especial? Nadie de mi edad debería compararse a mi poder mágico», piensa, apretando los puños. De repente comienza a sentir la presencia de varios reunidos, y encuentra a Mihael subiendo al tejado del edificio. Fue pan comido clavando sus garras a cada ventana e impulsarse continuamente. Sorprendido, se une a la fiesta pronto. Los puños y brazos de Shey son disparados, Helaines los esquiva con facilidad al predecir el ataque. Luego tira cierta cantidad de espuma, la cual es detenida por el humo de Jake mientras suelta la cápsula al recibir un puñetazo de Mihael. Estuvo a punto de darle otro, pero fue pateado en el rostro por Ash, quien se desplazó a una velocidad sorprendente. Por último, aparece Wizard, llevándose una entrada vistoza al abrir su libro y soltar a varios caballeros listos para combatir.
—Esto no es bueno. —opina Ash—. Hay dos cápsulas en juego y muchos reunidos.
—Sería arriesgarse demasiado. —supone Mihael, parándose frente a él con su gran tamaño imponente.
—Deberíamos... —estuvo por sugerir Jake, pero fue interrumpido por un choque ruidoso detrás suyo. Fue Ash, lo mandaron a volar e impactó en el concreto. —¡Deberíamos separarnos!
—No lo repitas más. —ordena Wizard mientras realiza varios movimientos con sus manos.
El libro fue elevado y liberó un soplo muy fuerte que tumbó a Helaines, Jake y Shey. Él tomó la cápsula rápidamente, pero, a penas la revisa, Shey lo toma por los hombros desde atrás. No solo el águila se asustó por lo sorpresivo, sino que él sintió un escalofrío de pies a cabeza. «Ni pienses que te saldrás con la tuya», le susurró. De inmediato lo llevó hasta la calle donde el resto se encuentra. En plena caída, llamó a su libro para que le proporcionara una soga. Así pudo amortiguar perfectamente, evitando todo daño y soltándose de Shey, quien pega nuevamente sus pies. La cápsula quedó a una esquina de la calle intacta.
—Veo que quieren amargarte la vida. —bromea mientras se limpia las manos en el pantalón.
—Ánimo, Wizard. Juntos podremos trabajar bien en equipo. —le anima Helaines, entusiasmada.
—El mago Deametry está fuera de combate.—informa el presentador.
—Jujuo, Bazasel pudo contra él. —asume Shey, orgullosa de su compañero.
—Tu esfuerzo no quedará en vano, Bazasel. —declara Jake con determinación.
—Sorprendente. Deametry no era de los mejores, pero tampoco lo considero un mal rival. —confiesa Wizard.
—Supongo que debemos dar más empeño. —dice Helaines en posición de combate.
"—¿Sabes cuál es el significado de los dones? —preguntó aquél viejo de la granja, observando el atardecer después de un largo trabajo.
—¿Significado? ¿Qué significado tendrían? —interrogó Jake junto al señor mientras comía pan.
Luego de tantos insultos y malos tratos, se volvieron buenos amigos. El viejo le enseñó a trabajar en la granja, conociendo el valor del dinero y esfuerzo. Los padres de Jake eran personas muy ocupadas. Atendían todos los días a cada cliente que iba al negocio. Al ser una zona rural y de un solo camino de tierra, permitían que él se fuera para aventurarse de vez en cuando. Sus aventuras eran casi siempre con el viejo al que le tuvo cariño. Cruzaron ríos, se columpiaron en lianas hasta caer al lago, escalaron lugares empinados y la cima de colinas. Jake no solo aprendió de fauna, sino también de la flora. Las localidades estaban repletas de bosquejos. El viejo era conciente de que ese niño debía aprender a cómo vivir en su entorno.
—¡Sí! ¿No te parece extraño que solo algunas personas desarrollan dones?
—Mmm, no lo sé, barbudo. Hay mucha gente que los tiene.
—Pero la mayoría no. Podrás convertirte en un hechicero y crear desde tu energía vital la magia. Aunque esto no sucede para aquellos que desean tener dones.
—¿Dices que son los elegidos?
—Todos nacemos por una razón. Mi razón es estar con estos animales y tener la producción necesaria para quien lo necesite. —responde con los ojos cerrados y una ligera sonrisa—. Nunca tuve la necesidad de maximizar mi don.