4.

Han pasado cinco años, a sus dieciocho años, Ayse y Gevherhan se casaban con importantes hombres del imperio, Ayse se casaba con un ministro del consejo imperial y Gevherhan con el gran visir y mano derecha de su madre, el sultán.

Las criadas alistaban a Gevherhan hasta que el sultán Jimin entró, mirando a su hermosa hija, que se veía espléndida en aquel vestido de novia.

Se acercó a ella y le sonrió, dando una señal para que todas las criadas abandonarán los aposentos de la sultana.

Gevherhan se levantó e hizo una reverencia tomando la mano de su madre.

— Siéntate — sonrió levemente mientras se sentaba en donde estaba su hija, quién se sentó al lado de él.

Estirando su mano, acarició el rostro de su hija, su niña, se casaba con quién ella eligió y pidiendo autorización al sultán, le pidió celebrar una boda el día de su cumpleaños, que era hoy.

— Una vez me preguntaste, si quería que tu vida la pasarás sola para cómo he vivido la mía — volvió a tomar la mano de la menor. — es cierto, llevó muchos años solo.. — suspiró, tenía su harem pero no se había enamorado, no después de lo que pasó con Kadir, su primer amor, aunque cierto chico de 23 años había comenzado a ocupar su mente y poco a poco, su corazón. — cuando Kadir, mi favorito y mi único concubino, falleció, yo aún era demasiado joven, solamente tenía dieciséis años, recién había ascendido al trono, la mitad de mi corazón.. — su voz poco a poco se iba quebrando dando pasó a una voz sollozante. — y mi alma, se apagaron cuando el dió su último suspiro, la muerte no solo se lo llevó a él — sus ojos se encontraban cristalizados mientras miraba a su hija con una triste sonrisa. — también se llevó mi juventud, mi alegría y todo lo que tenía, perdí a la persona que más amaba.. — aquello le dolió a Gevherhan, sabía que su madre en su juventud tuvo un concubino pero nadie excepto él y su abuela sabían lo le había pasado. — perdí a mi amado Kadir, creí que con el tiempo el dolor pasaría, pero.. — un fuerte sollozo de los labios de su madre, se escuchó en sus aposentos. — en cada respiró, sentía que moría, probé la muerte antes de morir y así entendí — miró los ojos de su hija, que tenían pequeñas lágrimas acumuladas. — que el amor, es la muerte..

Lo último dejó a Gevherhan pasmada, jamás pensó que su madre vió morir a su amado, ahora se arrepentía de haberle dicho aquello ese día que discutió con su hermana.

— ¿Sabías que solo pude llorar por un día? — sonrió irónicamente. — porque no tenía tiempo, por el bien del imperio y la dinastía, me arranqué el corazón, lloré por dentro, nunca le dije nada a nadie y terminé callando — acarició las manos de la menor. — tu también debes callarte, por el bien de tu hijo, te callarás y sin importar lo que te pueda suceder, debes enfrentarlo como una sultana — volvió a acariciar sus manos, le decía la verdad, por el bien de Ferhat, su nieto e hijo de Gevherhan, que tenía un año, debía callar lo que sentía porque si tus enemigos te veían débil o hallaban tu debilidad, atacarán cuando menos lo esperase.

— Yo no soy tan fuerte como tu, madre — dijo Gevherhan mirando al mayor.

— Lo serás, porque tu eres mi hija — sonrió levemente mientras le besaba la frente a la menor. — ahora prepárate, quiero que estés lista, eres la sultana más hermosa el día de hoy, hija mía.

Se levantó y acarició suavemente la mejilla de su hija, para luego salir de los aposentos de Gevherhan.

ººººº

Ambas sultanas estaban ya listas, paradas en la entrada del harem mirando a su madre.

Ayse y Gevherhan caminaron hasta su madre e hicieron una reverencia, sonrieron mirando a su progenitor.

— Mi sultán, se ve hermoso el día de hoy — halaga Jungkook con un dulce tono de voz mientras sostenía al príncipe Aslan, de dos años, hijo de él y Jimin, además de Murad, de siete años.

— No tanto como tú, querido mío — sonríe Jimin hacía su favorito.

Todos en el palacio sabían que si tocaban, insultaban o se atrevían a decir algo malo de Jungkook, se les castigaría con la muerte.

En el harem, envidiaban a Jungkook, especialmente Candan, él deseaba las ropas que vestía Jungkook, deseaba todo lo que él tenía, Candan solamente deseaba ser el favorito de Jimin, pero ese puesto estaba ocupado por el estúpido de Jungkook.

— Luego de tres embarazos, tiene un cuerpo hermoso y su piel es tan brillante como la porcelana, sigue igual de hermoso que siempre — susurraban algunas esposas de los altos ministros del imperio y de algunos pashás.

Jungkook sonreía mientras sostenía a su pequeño príncipe.

Aslan era tan parecido a Jimin, solo su cabello era parecido al de él.

— Nuestros príncipes estuvieron toda la mañana preguntando por usted, mi señor, pedían estar con su madre a cada minuto — ambos pequeños asistieron a las palabras de su padre, Jimin le permitió a su favorito criar y adoptar a Murad, el pequeño estaba más que feliz. — insistieron demasiado, majestad, por eso, tuve que interrumpir su charla con Adem Agha en la mañana, lamentó aquello.. — bajó la mirada a modo de disculpa.

El mayor llevó su mano al rostro del menor, y acaricio su mejilla haciendo que este levanté su mirada.

— Verte a ti y a nuestros príncipes, me alegró la mañana, mi sultán — nadie se sorprendió al escuchar lo último, todos sabían que Jungkook ostentaba el título de "sultán" debido a que embarazó a Jimin y el bebé fue un varón, pero aún no lo habían elegido como el otro gobernante.

La boda era elegante y muy hermosa, Gevherhan y Ayse estaban con sus maridos, mientras éstos las mimaban.

— Reparte oro, plata y joyas a todos en el palacio, que sepan que las hijas del sultán Jimin, se han casado y que de la sultana Gevherhan nació un príncipe, dales a todos la gran noticia — le pidió a Berat Kalfa, quién asintió e hizo una reverencia.