The New Sultan Of The Empire [kookmin].

7.

 

La sultana Ayse había dado a luz a dos príncipes mientras estaba encerrada en sus aposentos, el sultán había decidido no ejecutarla, manteniéndola así, encerrada.

Jimin tomó al primer príncipe en sus brazos, para luego proceder a decir algunas palabras, su nieto tenía un rostro muy tierno.

— Que Alá te proteja y este siempre esté a tu lado, mi pequeño príncipe — susurró cerca del rostro del bebé. — tu nombre es Hanzade, Hanzade, Hanzade.

Ayse sonrió levemente mientras miraba a su madre, con su hijo en sus brazos.

—Que lindo nombre que ha elegido, su majestad — habló por primera vez en todo ese momento, la joven sultana.

Jimin solo miró a su hija, con un rostro serio y procedió a dejar a Hanzade en los brazos de Jungkook, tomando al segundo bebé de los brazos de Berat Kalfa para decir lo mismo que había dicho anteriormente, nombrando al bebé, Ahmed.

— Mehmed, Mihrimah, es todo, vuelvan a sus aposentos — le dijo a sus nietos mayores, hijos de Ayse, que tenían actualmente 4 años, los menores hicieron caso al sultán y salieron de los aposentos de su madre. — Berat, llevala con la nodriza, no quiero que Ayse vea a Mehmed y a Mihrimah, tampoco a mis nietos.

Jungkook miró a su esposo, que lucía tan elegante en aquel sencillo vestido negro, como signo de luto por la muerte de sus hijos.

— Su majestad, su majestad... — comenzó a pedir Ayse, preocupada. — no lo haga, ese castigo es peor que la muerte, por el amor de Alá, se lo ruego, no me separé de ellos — decía con lágrimas en sus ojos. — créame, ya aprendí mi lección, ya tuve mi castigo..

El mayor solo levantó su mano impidiendo a su hija seguir hablando.

— Esta es la última vez que nos vemos, ya no quiero que vivas más en el palacio, apenas te recuperes, te irás de aquí — seguía mirando a su hija. — te exilió a Amasya.

Jimin salió de los aposentos de su hija, sin mirar atrás, se sentía dolido y traicionado por su propia hija.

— Su majestad, su majestad, no lo haga... — rogó a su madre mientras veía las puertas cerrarse. — sultán, le ruego, ayudeme, no debe pensar en mí, debe pensar en mis hijos..¿Va a dejar que crezcan sin madre?, sultán, por favor..

Con sus ojos algo cristalizados, Jungkook miró a la joven sultana con rencor, no podía sentir nada por ella, más que odio.

— ¿Qué creías que iba a suceder, Ayse? — decía con ironía marcada en su voz. — ¿Qué olvidaríamos lo que hiciste?, mejor agradece que su majestad, te haya perdonado la vida — sentenció el mayor. — pasarás el mismo dolor que yo, yo perdí a mis hijos, y tú sufrirás al estar lejos de los tuyos.

Al salir de los aposentos de Ayse, Jungkook se acercó a su esposo y lo abrazó por la cintura ocultando el rostro del rubio en su pecho.

Sentía que su corazón se quemaba, el dolor de su esposo lo sentía arder en su pecho, le dolía demasiado.

El día que habían hecho el funeral de sus hijos, Jimin se derrumbó totalmente frente a las tumbas de sus príncipes, lamentándose el haberlos dejado solos, el no haberlos protegido, el no haber regresado antes de la guerra.

ººººº

 

— ¿Qué hará con Mehmed, Mihrimah, Hanzade y Ahmed, su majestad? — preguntó mirando a su esposo, tenía bastante curiosidad.

Jimin suspiró, esperaba esa pregunta de parte de su Haseki, la verdad ni él mismo sabía qué hacer.

Haber separado a los pequeños de Ayse, era el peor castigo para ella, que la muerte.

— No lo sé, mi amado — acarició suavemente la mano del menor. — no lo sé, no sé qué hacer..

Jungkook beso el dorso de la mano de su sultán, y acarició está, tratando de calmarlo.

El rubio, de repente, pensó en sus nietos, extrañarían a su madre.

— Berat Kalfa — llamó a su criada, quién rápidamente ya estaba a su lado. — envía mi decreto a Ayse — la mujer asintió y escuchó atentamente a su majestad. — el príncipe Mehmed, la sultana Mihrimah, los príncipes Hanzade y Ahmed, serán criados por Jungkook, mi esposo y si alguien se atreve a oponerse a mi decisión, será castigado.

Berat Kalfa asintió y salió de los aposentos del sultán para ir a los de la sultana Ayse.

Jungkook estaba sorprendido, ¿Porque su majestad, lo eligió a él en vez de dejar que la nodriza o un criado del harem, criará a los príncipes?, Sin cuestionar alguna decisión de su esposo, se arrodilló frente a él y tomó el borde del vestido negro, para luego besarlo.

— Gracias, su majestad, haré lo mejor que pueda para criar a los príncipes, haré lo necesario para cuidarlos y protegerlos, así sea necesario dar mi vida por ellos — agradeció mirando a su esposo, quién acarició su mejilla.

El menor debía admitir que sentía algo de pena por la sultana Ayse, pero ella misma estaba pagando las consecuencias de sus actos al cometer un crimen tan atroz como el asesinato, solo por un odio sin sentido de su parte y de parte de la madre de su sultán, trató de entenderla pero no pudo hacerlo, él amaba a Jimin, lo amaba verdaderamente con todo su corazón, sin importar todas las riquezas que el mayor pudiera darle, lo amaba a pesar de todo lo que dijeran de él.

Jungkook se levantó y se volvió a sentar al lado de su esposo, a lo que el rubio nuevamente, sostuvo su mano dando un pequeño beso en el dorso.

— No te elegí solamente porque eres mi Haseki o por la reciente pérdida de nuestros hijos, como una forma de que sanes tu dolor, Jungkook, sino porque he visto cómo los has tratado, la forma en la qué los cuidas, querido mío — sonrió ladinamente al ver el sonrojo en las mejillas de su amado. — tienes ese amor paternal que cualquier bebé o niño necesita, por eso, te elegí a ti para criar a mis nietos, se que los cuidarás mejor que su madre o su padre, porque tengo pruebas de que Ayse y su esposo, no los cuidaban bien, y por Alá, se que los cuidarás bien y los amarás.




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