The Non - Holy Bible | Oscuro Advenimiento

PRÓLOGO

No es pecado engañar al Diablo

Bajo una tormenta y al borde de un acantilado, una pareja realizaba una plegaria en coro: la pareja no podía tener hijos, que es lo que más anhelaban, pero no sólo porque ya eran algo mayores y era muy difícil tener hijos a esa edad, sino por la infertilidad.

El Altísimo nunca respondió a su petición, pero el ansia de la pareja en tener prole hizo que llamaran al ángel caído: al Diablo. Era su última carta, pero, a pesar, nuevamente, de las plegarias, no obtuvieron respuesta alguna. Ya con la tristeza habiéndose devorado su ser, decidieron acabar con su sufrimiento por la vía fácil: arrojarse al vacío. Pero, intempestivamente, alguien los sujetó mientras caían: Lucifer.

Lucifer había escuchado su llamado y, de forma superheroica, salvó a la pareja (o más bien revirtió su decisión) de morir. La pareja se encontraba asustada: nunca pensaron tener al Maligno tan cerca, ya que es conocido, no por escuchar plegarias, sino por devorar personas sin remordimiento. Lucifer apaciguó su susto al ofrecerles lo que más deseaban, es decir, hijos. La pareja, aún envuelta en llanto y a la vez asustada, aceptó firmar el pacto con el Diablo.

Con la aterradora espontaneidad y emoción de firmar un pacto con el mismísimo Diablo y cumplir con su mayor deseo, olvidaron que todo contrato tiene condiciones y cada favor se paga: a partir de ahora, cada mujer de la descendencia que conciba una niña tendrá que ser ofrendada al Diablo, no sin antes dar a luz.

La pareja quiso deshacer el contrato, pero fue muy tarde: ya habían firmado y no hay vuelta atrás. En un intento desesperado, se lanzaron al vacío para arruinar el pacto. Y así fue, impactaron contra el suelo, pero sorprendentemente seguían impolutos: no pueden morir hasta no cumplir su parte. A estas alturas, ya no querían tener hijos, ya que era horrible el pensar que debían, si se diera el caso, sacrificar a su propia hija, pero no había vuelta atrás.

Tras muchos años, alrededor de este pacto, se formó una secta, y yo tengo la "suerte" de ser mujer descendiente de este par. Después de saber la existencia de esa maldición, llamado pacto, no pienso tener hijos.

El porqué de mi sapiencia sobre el pacto es el contacto que tuve con un ser celestial. Ella me habla a través de mis sueños y me ha dotado de conocimiento absoluto. También me ha advertido de mi porvenir si no cumplo con la cadena, porque supónese que no debería yo saber sobre el pacto; sin embargo, a pesar de adquirir conocimiento absoluto a través del ser celestial, es algo sospechoso que, generación tras generación, cada madre desaparezca o muera misteriosamente.

Quizás no fui la única en darse cuenta, pero las anteriores fueron "desaparecidas" a tiempo.

De esta manera, mi vida está en peligro. Así que me siento en el deber, que ya me había comentado aquel ser celestial que, dejándome ya de misterios, es Lilith, de escribir todo lo que sé y, así como me dijo ella, en un futuro no muy cercano, llegará la persona indicada que leerá este libro y contribuirá al regreso de Lilith a la Tierra.

Yo, por el momento, seguiré fingiendo no saber nada de esto, con la esperanza de que, con su regreso [de Lilith], acabe con esta masacre sectaria.

Quien me da su testimonio aprueba este libro:

«Ciertamente, volveré de las tinieblas».

Bienaventurado quien lea las palabras de esta profecía, pues el tiempo de cumplirse está cerca.



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En el texto hay: profecia, diablo, lilith

Editado: 20.09.2024

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