Muchos de ustedes pensaran que estoy muy loca pero los primeros 3 años de secundaria amaba ir y me iba muy bien el simple hecho de poder tener una vida normal y ser una adolecente común me encantaba hasta que llegue a mi último año y comencé a sentirme rara, es como si no estuviera sola, pero era en lugares donde sí tendría que sentirme así. Ej.: caminando hacia el colegio, bañándome o cuando mi mama se iba a trabajar y quedaba sola. Sentía como que alguien me estaba observando, los primeros meses no le di mucha importancia, pensé que era mi imaginación o el cansancio por todos los trabajos que tenía atrasados, al ignorar ese presentimiento desapareció y entonces me olvidé y seguí con mi vida y tratar de llegar a fin de año sin nada.
Hasta que un día caminando hacia el colegio sentí de nuevo ese presentimiento y la verdad sabía que era, pero quería ignorarlo pensando que eran cosas normales, pero en mi interior muy en el fondo sabía que era, pero no quería aceptarlo y ese día decidí afrontarlo.
- Si vas a acosarme y a espiarme al menos ten un poco de decencia y háblame – dije caminando sin mirar atrás
~ JAJAJA-
- ¿solo eso? ¿un simple JAJAJA? - dije con gran ironía, pero seguía caminando hacia el colegio.
~ ya era hora que me dejaras de ignorar- dijo con un tono burlón
- ¿tienes una mínima idea de los años que pasaron? - dije muy enojada
~ claro que sí, pero sabes al igual que yo que si te dejé en paz todos estos años y ahora volví fue por algo no?
- ¿paso algo con mis hermanos? O ¿con mi papa? - dije deteniéndome y fingiendo que buscaba algo en mi mochila para que nadie notara o pensara que estaba hablando sola.
~ no, no les paso nada, pero ellos te necesitan y tú tienes ese presentimiento que ellos te necesitan y por eso yo volví por tu maldito presentimiento- dijo la voz gritando
- yo no te obligue a venir, solo apareciste, yo estaba bien así, nadie te pidió que vinieras a hacer el papel de “conciencia”- seguí caminando
~ ambos sabemos que no soy tu conciencia si no tu guardián y no precisamente tu ángel.
- mi querido Klaus de ángel no tienes nada y eso lo notaria cualquiera, si alguien pudiera verte u oírte- dije con mucha ironía-
~tienes que volver Raven, tu nunca ignoraste tu intuición porque cuando la ignoras cosas malas pasan.
- ¿ no se supone que tienen que pasarme cosas a mi alrededor? Ya que soy la reina de oscuridad y tú eres mi demonio protector.
~…….
- ¿ahora no dices nada? ¿te vas a quedar callado?
~ ellos te necesitan, no importa quienes seamos, ya a estas alturas tienes que tenerlo ya aceptado, y tendrías que volver y ya.
- no, no puedo y tampoco quiero volver
~ ¿acaso Raven Paige tiene miedo de confrontar a sus hermanos por alejarse de ellos? ¿o es miedo a tu papá? - Klaus tenía un tono muy burlón y ya me estaba hartando
- eres el único que puede irritarme en muy corto tiempo, no les tengo miedo, solo es que esa vida ya no es mía, esta es mi vida y mi familia ahora es mi mamá ella no me obliga a hacer cosas que no quiero o a actuar de manera en la que no quiera.
~tu padre siempre supo quién eras y de donde venias, venimos del punto oscuro del mundo demonios monstruos y tú eres la reina de esa parte del mundo, ¿tú piensas que tu padre te va a querer cambiar? ¿Que tu padre quiere que seas alguien más de quien estas destinada a ser?
- ¿Sabes lo que se siente descubrir a los 8 años quien eres y para que estas destinada a vivir? ¿Qué tu padre en vez de sentarse junto a ti a consolarte y darte su apoyo te dijo “que fueras fuerte y que son cosas para las que estoy destinada y que tengo que aceptarlo y no tenerte miedo”? ¿de qué te trate como rata de laboratorio y que seamos nada mas eso para él y que solos nos preste atención cuando se trata de su trabajo o experimentos porque como familia ya ni nos tiene en cuenta? Claro que no si eras un demonio y para lo único que serviste todo este tiempo fue para torturarme, solo déjame en paz y te lo digo por última vez… YA NO VOY A VOLVER- mis ojos cambiaron de color del enojo y Klaus desapareció.
Pasaron años desde la última vez que me enfurecí tanto que mis ojos cambiaban de color del enojo, hace tanto que nadie me fastidia como solo Klaus sabe. Pero en cierto punto no me molestaba que el volviese, si no, que él tenía razón, que no tendría que ignorar mi presentimiento. Pero, por otro lado, mis hermanos y mi papa son capaces de afrontar las cosas sin mí, no dependen de mí, cierta parte de mi sabía que todo iba a estar bien y esa era la parte de que quiera continuar con mi vida normal, pero la otra parte de mi cada vez estaba más y más preocupada. A pesar de todo ese revuelco dentro mío decidí continuar mi camino y llegar a el colegio y continuar con mi día.