III

Cuando desperté estábamos siendo trasportados; como aun sentía un fuerte dolor de cabeza apenas y podía comprender o reaccionar a lo que estaba pasando, pero cuando llegamos a una celda completamente aislada me lanzaron dentro, no obstante, no dejaron a Dustin dentro, quien aún seguía inconsciente, sino que lo seguían cargando mientras el líder cerró la puerta.

+ Con esto aprenderás a nunca volver a meterte conmigo, niño. + su sonrisa era horrenda y llena de maldad + Nadie insulta al gran Dimitri, y se sale con la suya. +

Finalmente me logré recuperar un poco de mi malestar y caí en cuenta de lo que estaba pasando; el guardia que acompañaba a Dimitri caminaba a su lado, con mi hermano en brazos, mientras se alejaban por el pasillo.

+ ¡Déjenlo en paz!, es a mí a quien quieren. + gritaba impotente desde la celda + Déjenlo ir y llévenme a mí. ¡Dustin¡¡Dustin! ¡Liberen a mi hermano! + continué gritando hasta que me quedé sin voz.

Pasé tres días en esa celda sin comida ni agua, lamentándome constantemente por todo lo que podrían estarle haciendo a mi hermano; en todo ese tiempo no había visto a una sola persona, y estaba tan aislada que me era imposible enterarme sobre lo que estaba pasando en el lugar; al cuarto día Dimitri volvió a aparecer.

+ Según tengo entendido tú y ese otro niño tienen una relación bastante cercana, ¿Cierto? + Dimitri me hablaba, pero yo estaba tan débil que no era capaz de siquiera levantar la cabeza + Dime ¿Qué estarías dispuesto a hacer para salvarlo? + reuní toda la fuerza que había en mi cuerpo y lo miré directamente a los ojos, a lo que el simplemente sonrió + Bien, me agrada esa mirada, el odio es un gran motivador. +

Después de eso fui sacado de la celda y llevado a una gran carreta donde me sentaron en una silla que estaba justo al centro, me colocaron un chaleco bastante extraño con varios dispositivos, me dieron un mensaje, y justo antes de que cerraran las puertas volvió a aparecer Dimitri.

+ Si haces exactamente lo que te pedimos, prometo que no le haré daño a tu hermano ¿Entendido, niño? + yo simplemente asentí y cerraron las puertas.

El camino fue turbulento y largo, pero de un momento a otro nos detuvimos y se escuchó un fuerte estruendo afuera; cuando todo se calmó las puertas fueron abiertas y una fuerte explosión provino del chaleco que me habían colocado, por suerte entre las personas que abrieron la puerta estaba un evolucionado con un gran control sobre el fuego, de manera que la explosión fue contenida y el daño fue casi nulo.

Me llevaron a un cuartel subterráneo muy bien escondido, donde fui alimentado, curado e interrogado; yo les di un mensaje, tal como me lo habían ordenado, y al día siguiente la base estaba siendo atacada por las Bandanas rojas, por lo cual fue necesario evacuar.

El lugar donde nos refugiamos era decadente e improvisto de cualquier comodidad, pero aun en esas condiciones fui cuidado y alimentado por las personas de ahí, << Solo son buenos conmigo porque quieren información, pero no lograran engañarme, yo solo me preocupo por mí y mi hermano>> pensaba constantemente, pero había una persona en particular que siempre iba a verme, sin importar cuanto lo ignorara él seguía visitándome para hablar, era un hombre de piel morena; bastante alto; en aproximadamente sus cuarentas, aunque con una muy buena condición física; su cuerpo lucia las marcas de heridas pasadas, indicando la cantidad de peleas en las que se había involucrado.

+ Te traje un postre. + comenzó a decir y yo simplemente lo ignoré; se demoró un par de segundo antes de continuar + No confías en nosotros, y realmente no tienes motivos para hacerlo, pero si pudieras ayudarnos todos estaríamos muy agradecidos contigo; afuera se está librando una gran batalla, muchas personas están muriendo, y con tu ayuda podríamos parar esto en un instante +

Me miro un tiempo, pero yo continuaba actuando indiferente ante sus suplicas; finalmente se dio cuenta de cuan inútiles serian sus esfuerzos y se preparó para irse, pero estando justo en la entrada se detuvo.

+ Se que no tienes motivos para ayudarnos, pero en un pueblo no muy lejos de aquí hay una niña que está sufriendo, no sé cuánto tiempo más vaya a poder resistir, y lo único que me impide poder ir en su ayuda es esta batalla + podía notar en su voz y su mirada el dolor y la tristeza que sentía.

+ Ellos tienen a mi hermano menor, dijeron que si obedecía no le harían daño, lo lamento + fue lo único que pude decir.

Él me dirigió una mirada comprensiva y me dijo + Te prometo que en cuanto me sea posible salvaremos a tu hermano + después salió.

El tiempo paso y las Bandanas rojas fueron expulsados del cuartel; posteriormente también fueron expulsados de un pueblo cercano, permitiéndoles a todos descansar de la batalla por un rato. En ese momento de aparente paz el hombre que siempre me visitaba fue en busca de la niña de la cual me había hablado, no obstante, yo me quedé en el cuartel, pese a mi reiterada negación, donde era constantemente vigilado.

En más de una ocasión intente escapar de ese lugar, pero fue en vano ya que siempre conseguían atraparme; en la última ocasión que intente escapar logre salir del cuarte, y entonces me di cuenta de que no conocía ese lugar, ni sabia como llegar a donde estaba mi hermano, y entendí que por el momento mi única esperanza era permanecer allí y adquirir información, y sabía exactamente a quien preguntarle, solo necesitaba que volviera de su búsqueda.

Cuando escuche que aquel hombre volvería, elaboré un plan con el cual poder obtener información y, de ser posible, acercarme a donde estaba mi hermano. No paso mucho tiempo antes de que aquel sujeto regresara y entonces puse en marcha mi plan, comenzando con reunirme con él.

+ Me han informado que habías intentado escapar en varias ocasiones, + aquel hombre, justo como lo había esperado, fue a visitarme + pero un día simplemente te detuviste, ¿A qué se debe esto? +