IX

+ Meredith, detente + le pedía de forma constante, pero ella decidía ignorarme + no tiene sentido continuar; retírate ahora que aun puedes +

+ Hermana, debes detenerte + Dustin también buscaba, en vano, detenerla + o si no te vas a lastimar +

+ Dustin tiene razón + seguí insistiendo + tu cuerpo no resistirá tanto; lo que has hecho ya de por si es asombroso, no tienes por qué exigirte tanto; tu oponente es un monstruo a comparación, nadie te vera mal si te rindes ahora +

No importaba lo que dijéramos el orgullo de Meredith estaba en juego, por lo cual no se detendría hasta el final, sin importar el costo.

+ Sí, niña, escucha a tus hermanos y ríndete, ya no puedes hacer más; debes reconocer que este es tu limite + dijo su oponente, pero eso solo motivo aún más a Meredith.

+ ¡Nunca! + gritó Meredith con fuerza.

En menos de un minuto mi hermana terminó con toda la carne restante en su plato; con forme se acercaba al final la gente la aclamaba e incitaba a seguir; cuando finalmente termina se escucho un gran bullicio por parte del público.

+ Buena pelea niña, realmente me has sorprendido. Acepto mi derrota + le dijo Evelyn con una extraña mirada de felicidad, orgullo.

+ Gracias, tú también fuiste una digna oponente. + respondió de vuelta Meredith + Ahora, si me disculpas, tengo que ir al baño + en menos de un segundo se levantó, cubriendo su boca, y salió corriendo; Dustin y yo la seguimos para verificar que estuviera bien.

+ ¡¿Meredith?! + gritó Claude la vio pasar + Leo, Dustin, ¿Qué sucede? + nos preguntó al vernos.

+ Ella y Evelyn tuvieron otra de sus competencias + le alcance a responder.

+ ¡¿De nuevo?! + fue lo ultimo que alcanzó a decirnos.

Al llegar con al baño, Meredith ya estaba vomitando y yo comencé a reprenderla por sus absurdas acciones.

+ Les dije a ambas que esa era una mala idea, pero, como de costumbre, no quisieron escucharme. + le hablaba mientras estaba recargado en el marco de la puerta, al igual que Dustin + Les dije que debían detener sus competencias sin sentido; cuando comenzaron a competir en el campo de entrenamiento no tenía problemas, pero esto de competir con la comida me parece un auténtico desperdicio. Primero fue la competencia de comer alitas picantes, la cual ganó Evelyn; a eso le siguió la competencia de comer caracoles, la cual, asquerosamente, ganaste tú; a continuación, fue su competencia de comer dulces, la cual resulto en un empate, y con ambas en la enfermería por dolor de estómago; y ahora tú estás vomitando por comer demasiada carne + su imprudencia me hacia enojar y se notaba en mi voz.

+ Pues a mí me pareció una competencia muy reñida + Dustin hablo despreocupadamente, causando que lo reprendiera con la mirada.

+ Gracias hermanito, tú si lo entiendes + respondió Meredith.

+ No la alientes + le dije a Dustin.

Dustin levanto las manos y habló + Ok, ya entendí… Yo mejor me voy. Suerte hermanita + fueron las últimas palabras antes de retirarse.

Seguí reprendiéndola hasta que comenzó la clase de Magenta; una vez terminadas nuestras clases, y estando en nuestra habitación, procedí con su regaño.

+ Espero que ahora me hagas caso cuando te digo que algo es una mala idea + le dije.

+ Es curioso que lo digas, + esta vez Meredith respondió + ¿Me podrías recordar quien ocasiono un apagón en todo el cuartel al realizar sus experimentos? + su comentario y su desvergonzada sonrisa me hicieron enojar.

+ Eso y esto son cosas completamente diferentes + le respondí.

+ ¿Cómo podría ser mejor causar un apagón que vomitar en un baño? + insistió ella.

+ Porque eso fue en nombre de la ciencia y el conocimiento, mientras que lo tuyo es un desperdicio sin sentido +

+ ¿Y acaso no tu pequeño “experimento” terminó por quemar la instalación eléctrica de ¡Tres niveles!? + cuando dijo eso ambos caminamos hasta estar cara a cara.

+ ¡Solo se quemaron unos fusibles y un par de focos! + yo ya me encontraba demasiado enojado.

+ ¡Uy que diferencia!; casi ocasionas un incendio, pero aun así mi “desperdicio” de carne es peor + ella también ya estaba bastante enojada.

+ ¡Es imposible hablar contigo! +

+ ¡Es porque eres un fastidio!, siempre quieres que las cosas sean a tu manera +

+ ¡Eso es mentira!, el problema es que tú siempre actúas sin pensar +

+ Dustin, ¿Podrías decirle a tu hermano que es un mandón desesperante? + Meredith se dirigió al joven, quien estaba acostado en la cama.

+ Dustin, ¿Podrías decirle a tu hermana que es una salvaje inconsciente? + yo hice lo mismo a sabiendas de que me daría la razón.

*Wooow* + A mí no me metan en su discusión; yo mejor iré a entrenar con Evelyn + respondió Dustin cobardemente antes de salir del cuarto.

Seguimos así durante algunas horas; hacían ya más de 32 meses desde que nos habíamos alojado en el cuartel central; durante todo ese tiempo habíamos estado encerrados, forzados a convivir todo el día y todos los días, sin la presencia de alguna otra persona de nuestra edad, evidentemente esto ocasionó que comenzáramos a pelear de forma cada vez más frecuente; el hecho de que Meredith y yo tuviéramos 17, y Dustin tuviera 14 años, no ayudaba en nada a la situación. De no ser por las visitas vacacionales a casa de Magenta, no habríamos aguantado tanto tiempo.

Ante tales circunstancias Claude, Magenta y Evelyn decidieron tomar cartas en el asunto hablando con nosotros.

+ Chicos, lo hemos estado platicando + comenzó a decir Evelyn + y consideramos que ya tienen la edad suficiente para poder realizar algunas misiones de practica +

+ Para esto tuvimos que pedir un permiso especial al concejo, + continuo Magenta + y tras muchas semanas de alegatos finalmente nos dieron una respuesta + estuvimos unos segundos en silencio, en espera de que Magenta continuara, pero en su ligar habló Claude.