Capitulo 1 "Apocalipsis"

Grabadora:

“4 de Julio 2028

¡Hola!, Mi nombre es Luke Jones, nací un 14 de abril del 2010 en Lexington, Kentucky…

Me pregunto si alguna vez mis padres se habían imaginado que algo tan catastrófico ocurriría, la ciudad donde me vieron crecer murió y dio paso a un apocalipsis, hace cerca de 7 meses mi vida cambió, todo cambió.

Un 17 de marzo, semanas antes de que todo ocurriera, fue el último día que vi a mi padre, ese día una llamada llegó a mi casa preguntando por él, El “Dr. Jones”, una invitación a el edificio “The Planet´s Cure”, una reunión con la Sra. Luz Roden, una científica quien pretendía ser la persona encargada de salvar lo insalvable que era la tierra del daño que todos le hicimos, que al final la única dañada era ella… como decía, ella acudió a los mejores expertos para que trabajen junto a ella en su proyecto activista por eso no me sorprendió que mi padre, el científico más premiado del país fuera invitado, muchos tardaron en darse cuenta lo que realmente pretendía Roden aunque yo lo sospeche desde mucho antes, un poco después de que mi padre desapareciera las autoridades hicieron absolutamente nada al respecto, ni siquiera fueron capaz de…”

La grabadora que había encontrado en la mañana emitió un pitido indicando la batería baja antes de poder siquiera mostrar las condiciones en las que vivo

¡Carajo!... Aunque pensándolo bien pretendo que en algún momento alguien vea la grabación, pero si ya no hay nadie más eso es una idea realmente tonta, hace tiempo que no lo hay, porque el maldito proyecto arrasó con todos

Esta mañana había estado tan emocionado por haber encontrado la grabadora que hasta me había olvidado que necesitaba ser recargada pero la electricidad ya es cosa del pasado, al igual que la comunicación vía objetos electrónicos, cosa que para alguien nacido en la generación Z como yo es mucho peor que el fin del mundo. Lexington, Kentucky ya no era lo mismo y seguramente el resto de las ciudades se encuentra igual.

En mi caso, los primeros días no fueron tan duros poseía de comida, agua y encontraba refugio fácilmente, pero al pasar los meses la comida era escasa, solo era cuestión de suerte comer una vez al día, ya que mi única alimentación son los productos envasados que se pueden conseguir en las pocas tiendas que quedan, por otra parte, el caminar bajo el sol la mayor parte del tiempo buscando los envasados adquiere de tomar mucha agua, cosa que era difícil de conseguir, porque obviamente la ciudad se está decayendo y el agua que se estanca generalmente está sucia.

Y sí, tuve mucha suerte porque no me tocó vivir lo que han pasado la mayoría, los que decidieron seguir e idolatrar a quién solo prometía

Por otra parte, el césped crece al punto de dificultar la caminata, el musgo se adueña de las casas dando una sensación de soledad y abandono, puesto que mi único refugio son los restos de una casa alejada del centro de la ciudad, una que probablemente en un pasado fue el acogedor hogar de una gran familia, lo supe desde que vi una de las pocas cosas que sobrevivió al musgo y la suciedad, una fotografía de una familia, dos padres y sus cuatro hijos, los ojos iluminados y las sonrisas tan naturalmente sonrientes de los seis hicieron que fuera fácil reconocer el amor que había entre todos ellos, algo extraño para mí que desde mis 15 años mi círculo familiar empezaba y terminaba en mi padre porque luego de la muerte de mamá éramos solo él y yo, en otras palabras solo era yo

Me dirigía a la ciudad o lo que antes era una ciudad, es inevitable darse cuenta que la naturaleza se va apoderando de todo, Ya nada era igual, anímales caminado por las calles, los edificios destruidos, casas totalmente desbastadas y calles desaparecidas, en otras palabras, Lexington exterminado.

Antes de que se me acaben las provisiones debo pensar que voy a hacer cuando se agoten. Y Sí, me he pregunte muchas veces porque no cazar ya que hay tantos animales, pero he visto gente siendo perseguidas por otras que hacer un mínimo de ruido correría el riesgo de que me casen a mí

Cada mañana me despierto para después hacer el mismo recorrido, por lo que estoy lo suficientemente acostumbrado para no quejarme, caminar y caminar por las mismas calles destruidas, ver los edificios a la mitad, y sobre todo pensar que voy hacer cuando se me acabe la comida, no puedo pensar en otra cosa que no fuese eso.

La tristeza, la depresión y el luto son cosas que pude superar, pero la esperanza de una normalidad siempre estará, el poder tener el mínimo contacto con alguien era algo tan insignificante que hoy se me hace extremadamente necesario, la frase “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” me identifica perfectamente porque si esto nunca hubiera pasado estoy cien por ciento seguro que estaría en mi computadora haciendo el mínimo esfuerzo por socializar.

Por el silencio que hay en Lexington pude oír pasos de personas que se acercaban lentamente, realmente esto es muy bueno, realmente estoy feliz porque después de unos largos 7 meses de soledad finalmente había encontrado a alguien. Debo acercarme despacio porque obviamente luego de todo lo que he pasado es difícil confiar en extraños.

Tratando de ser lo más cuidadoso con mis pasos me acerco para tratar de observar cuantas personas hay y si son de esas en las que alguien podría confiar, mis pasos eran muy lentos y mis latidos muy rápidos, al estar cada vez más y más cerca sus voces se podían oír con facilidad logrando entender claramente lo que decían

—Sector B-16 en Lexington, despejado.

Y logré verlos, dos hombres vestidos de negro, ambos exactamente con el mismo traje, haciendo lo que parecía hablar por una clase de radio que llevaban en sus muñecas, ¿despejado? ¿Acaso buscaban sobrevivientes?, la oportunidad de estar a salvo, lo que había estado esperando por largos meses se me estaba dando frente a mis ojos, es hora de estar seguro, de poder saber sobre mi padre, aunque mi cuerpo tiembla por la razón de que sean las primeras personas en ver en mucho tiempo y aún desconfío de ellos, mi mente solo quiere acercarme a pedirles ayuda, solo hacía falta un impuso de valor, inhale hondo y me decidí