The Prophecy of Old Habits

Chapter One - The dragonfly

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The dragonfly

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Una mano con muchos anillos, un anillo resaltaba entre todos una libélula me entregó un par de hojas, parecían gastadas. Era un manuscrito sobre mí, sabía esto gracias a que esta persona en el momento que tuve las hojas en la mano me dijo - Ofelia… el tiempo llego, tienes que enterarte de la razón por la que llegaste aquí- Hasta ese momento me di cuenta que estaba en un tipo de habitación, tiene paredes blancas y el piso era de un tono más oscuro. No había ninguna ventana, ni muebles más que una cama y un tocador con un espejo grande.

-¿Q- qué es esto? ¿Quién eres tú?.....- Lancé las preguntas al aire - El quien soy no importa mucho, pero para no dejarte con dudas. Mi nombre es Ivy, Ivy Season- Dijo con una sonrisa amable. -Y esto- dijo señalando los papeles - son tu historia, y lo que llamó nuestra atención para reclutarte, Cariño necesito que lo leas y recuerdes y vivas esos sentimientos ok?... Solo así se me permitirá llevarte conmigo-Luego de decir esto se dio la vuelta y se fue, cerrando la puerta detrás de ella.

Con mucha confusión tomé los papeles y empecé a leerlos. 13 December, la fecha estaba borrosa en el manuscrito….

Ophelia Thérèse y Erik Charpentier cruzaron el umbral de su nueva casa ahora como una pareja recién casada, sus manos entrelazadas. La madera crujía bajo sus pies mientras entraban en la penumbra de la sala de estar. La chimenea estaba encendida, y las llamas danzaban, proyectando sombras en las paredes.

-Bienvenidos a nuestro hogar, Mon cher- susurró Erik con una sonrisa suave en el rostro, su voz llena de emoción y cariño.

Ophelia sonrió, sintiendo el peso de su vestido de novia. Era un vivienne westwood su sueño desde pequeña era algún día tener un vestido de esta diseñadora, elegante traje de novia largo en color blanco. Tiene un corte fluido y una silueta que fluye con gracia. Las mangas son largas y el escote es alto, con detalles de encaje. La cintura parece estar ajustada, y la falda se extiende hasta el suelo, lo que añade a la elegancia del conjunto. El velo se enredó en su cabello oscuro, y ella río. -Nuestro hogar, repitió. -Es difícil creer que finalmente estamos aquí.-

La casa era pequeña pero acogedora igual de acogedora como el pueblo donde se encontraba Ivory Green. Las paredes estaban adornadas con cuadros de paisajes mágicos: bosques encantados, montañas nevadas y lagos profundos, el lugar perfecto para crear una familia, un hogar. Erik la rodeó con los brazos, su mirada intensa. -¿Estás feliz, Mon cher?, preguntó.

Ophelia asintió. -Sí, más de lo que puedo expresar. Estoy cumpliendo mi sueño casándome con el hombre que amo.Tu Erik.- *Lo que no sabían es que esta felicidad era frágil, como un cristal que puede romperse en cualquier momento*.Decía en el manuscrito con tinta.

Él acarició su mejilla. -No permitiré que nada nos separe, Ophelia. Ni la distancia ni el tiempo. Somos uno ahora.

Juntos, exploraron la casa. La cocina tenía una mesa de madera algo gastada, donde compartirian comidas, secretos y besos robados y la mayoria de su vida. Porque es hasta que la muerte los separe. no?

La habitación principal estaba llena de velas perfumadas y sábanas blancas. En el dormitorio, Erik la tomó en sus brazos y la llevó hacia la cama. Ophelia asintió el latido rápido de su corazón, sentía sus emociones de la manera más pura, en la forma que Erik la miraba estaba llena miles de promesas, la promesa de noches interminables.

-¿Crees que este sea nuestro final feliz?, preguntó Ophelia .

Erik la besó con ternura. -Creo en nosotros, en este momento. Y eso es suficiente.

Así, en la penumbra de su nuevo hogar, Ophelia y Erik se entregaron al amor. Las llamas de la chimenea danzaban, como testigos silenciosos de su unión.

El mundo exterior quedó atrás. En ese instante, solo existían ellos dos, estos recién casados, en el umbral de la felicidad.

。。。

14 December

Ophelia y Erik terminaron la mudanza a su nueva casa con la emoción de comenzar una nueva etapa en sus vidas. La casa, rodeada de árboles y con un jardín encantador, parecía el lugar perfecto para formar una familia. Con tres habitaciones en la plaza de arriba más dos baños parecía el lugar correcto para formar su familia juntos El aire fresco y el canto de los pájaros les daban la bienvenida.

Al día siguiente de su llegada, mientras Ophelia organizaba las cajas en la sala de estar, escucharon un suave golpe en la puerta. Erik se apresuró a abrir, y allí estaban: los vecinos. Una pareja mayor, sonriente y amable, con una canasta de bienvenida en las manos.

-¡Hola! -dijo la mujer, extendiendo su mano-. Somos los Rodríguez. Bienvenidos a la vecindad.- Ofelia y Erik se presentaron y agradecieron el gesto. Los Rodríguez les contaron sobre la historia de la casa y los vecinos que habían vivido allí antes. Había una sensación de comunidad y calidez en el aire.

-¿Les gustaría venir a cenar esta noche? -propuso el señor Rodríguez-. Será una buena oportunidad para conocernos mejor.

Ofelia y Erik aceptaron encantados. Los Rodríguez se despidieron con una sonrisa y prometieron volver más tarde. Ofelia se sintió agradecida por la bienvenida y emocionada por la nueva amistad que estaba por comenzar con sus vecinos.

。。。

La noche llegó, y los Rodríguez tocaron la puerta puntualmente. Ofelia y Erik los recibieron con alegría. La mesa estaba puesta con manteles blancos y velas encendidas. Los aromas de la cocina llenaban la casa.




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