Capítulo 5: Revelaciones en la Noche

La noche en Santa Lucía se había tornado aún más oscura. Las luces del pueblo parpadeaban a lo lejos, y el frío parecía más penetrante mientras Laura y David se apresuraban hacia el encuentro con Nicolás. La atmósfera se cargaba de una tensión palpable, como si el aire mismo estuviera esperando el próximo giro en la historia que se estaba desarrollando.

Al llegar a la plaza principal, encontraron a Nicolás esperando cerca del antiguo ayuntamiento, un edificio que, aunque en ruinas, aún mantenía una dignidad silenciosa. Su expresión era grave, y la luz tenue de la lámpara cercana no hacía más que acentuar la preocupación en su rostro.

— ¿Qué has encontrado? — preguntó Laura tan pronto como se acercaron.

Nicolás no respondió de inmediato. En su mano, sostenía un viejo cuaderno de cuero, desgastado por los años. Lo abrió lentamente, mostrando páginas arrugadas y amarillentas. Laura y David se acercaron para ver mejor.

— Esto lo encontré en la casa de Hugo — dijo Nicolás—. No tenía idea de que lo guardaba. Pensé que era mejor que lo vieras tú.

Laura hojeó las páginas con cuidado. El cuaderno estaba lleno de anotaciones y dibujos que parecían sacados de una mente atormentada. Había bocetos del río, mapas del pueblo con marcas y notas escritas con una caligrafía temblorosa. Algunas páginas contenían fragmentos de pensamientos caóticos y desesperados.

— Parece un diario —comentó David, observando a Laura con curiosidad—. ¿Qué dice?

Laura se detuvo en una página que parecía particularmente importante. El texto era denso y confuso, pero lograba discernir algo que hacía que su corazón latiera con fuerza. La página estaba llena de garabatos, pero al final, había un mensaje claro:

"La verdad siempre sale a la superficie. La sombra que se oculta en el agua no puede permanecer en la oscuridad para siempre. María podría haber encontrado lo que buscamos."

Laura se quedó paralizada, leyendo y releyendo esas palabras. La mención de María era directa y sin ambigüedades. Parecía que Hugo había estado buscando respuestas o intentando entender algo que el resto de ellos había preferido ignorar.

— Esto... esto es muy inquietante — dijo Laura finalmente—. Hugo estaba claramente obsesionado con el río, y ahora parece que María podría haber estado investigando lo mismo.

Nicolás asintió, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y determinación.

— Sí, y eso no es todo —añadió—. Encontré otra cosa en el último cajón del escritorio de Hugo. Un viejo sobre con un mapa del río y unas coordenadas anotadas a mano. Parece que él estaba buscando algo específico en el río.

David tomó el sobre y lo examinó con cuidado. En su interior había un mapa antiguo, cubierto de anotaciones y símbolos que parecían no tener sentido a primera vista. Sin embargo, al compararlo con los bocetos del cuaderno, comenzaron a hacer conexión. Había una marca cerca de una zona específica del río, un lugar que Laura recordaba vagamente, pero que nunca había visitado.

— Tendremos que ir allí — dijo Laura con firmeza—. Necesitamos saber qué estaba buscando Hugo y si eso tiene algo que ver con la desaparición de María.

La noche era fría y el viento soplaba con fuerza mientras el trío se preparaba para regresar al río. Los secretos del pasado estaban a punto de salir a la superficie, y cada uno de ellos sabía que enfrentarse a esos secretos podría cambiar todo lo que creían saber sobre sí mismos y el pueblo.