The ship of the Sailor

#9 THE SHIP OF THE SAILOR

LIAM BENNET

- Tiene razón señor Bennet, así que porfavor, le pido que olvide esto cuando estemos en el trabajo.

- Dime una cosa Beatriz, ¿esto es lo que haces en tus tiempos libres?, estoy muy seguro que con tu paga, no es necesario que estes... ¿Que nombres utilizas para esto?

- Me prostituyo señor, soy una prostituta, pero, no por dinero, eso no me falta, lo hago por placer, y también es una buena forma de ganar ingresos adicionales. 

NARRADOR OMNISCIENTE

- Con que te gusta el placer - dijo Liam con una sonrisa pícara en los labios, y Beatriz asintió - ¿Fue Ray, quien te envió acá? ¿Qué te dijo?

- ¿El señor Dónovan?

- Si, el mismo

- Si, el me contrato y me pagó para que hiciese todo lo que usted guste - Liam sonrió para sus adentros, su amigo lo conocía muy bien.

- Bueno, entonces, embebelo - ordenó Liam desabrochandose los pantalones

- ¿Qué? - dijo Beatriz desentendida, pues, la actitud de su jefe había cambiado radicalmente

- Lo que oíste, chupalo, para eso estas aquí ¿no es así?

- Si

Pará Beatriz no era nuevo hacer algo como eso, pero, no se imagino ver ese lado del señor bennet, aún así, hizo lo que le pidio, se acercó y se arrodilló, agarrando el miembro de su jefe y metiéndolo a justas penas en su cavidad oral, una y otra vez frenéticamente, mientras se iba masturbando a ella misma hasta finalmente acabar.

"Apóyate en la cama boca abajo" fue la siguiente orden y ella obedeció sin rechistar, Liam se acercó a una de sus cómodas y sacó un profiláctico de ella, se dirigió donde Beatriz y se puso el preservativo tan rápido como la penetro, haciendo que de ella salga un sonoro gemido, una combinación de placer y dolor, Liam se sostuvo de sus curvas y empezó arremeter fuertemente contra ella, Beatriz lejos de sentir dolor, empezó a sentir puro placer, un placer tan exquisito, tan primoroso, que de ser por ella hubiera muerto feliz en ese momento; sus cuerpos de arreaban una y otra vez, uno contra el otro, cambiando a distintas pocisiones, Beatriz cada vez que cabalgaba, se sentía ir a una colina, ella de jinete y viendo un arcoiris cuando llegaba a la cima, así pasaron unas horas, hasta que acabaron el coito y Liam fríamente le dijo "vete una vez que estés cambiada, si quieres bañarte, pero, no te quiero ver aquí más tiempo" ese comentario le cayó como balde de agua fría, ella pensaba que habían compartido algo especial, nadie le había echo el amor como el, pero se equivocaba, eso no fue más que sexo con un hombre experimentado, avergonzada y un poco indignada, se cambió inmediatamente y salió de la casa, en fin, para Liam, las vidas y sentimientos de las personas no tenían importancia, el era el rey de su propio juego, envíaba a sus piezas a la guerra, sin importar que mueran en el intento, después de todo, lo importante es protejer al rey, pero había una persona que era la excepción, su amigo, su hermano, Ray.

LIAM BENNET

El sexo con Beatriz no estuvo tan mal, no entiendo porque salió corriendo, bueno, tampoco me interesa, hace aun rato me llamaron de la empresa para decirme que el presidente había muerto y que seré el nuevo presidente a partir de mañana, cuando acabe el sepelio, doy un gran suspiro cuando escucho mi celular sonar.

- Diga - contesté

- Me sorprende que aún no hayas guardado mi número - dijo Wilson al otro lado de la línea

- A mi me sorprende que llamaras dos veces con el mismo número, dime, ¿arreglaste lo que te pedí?

- Si, empiezas el lunes, me sorprende que mi "sobrino" quiera dedicarse a la docencia.

- Me pregunto, después de cuantos años que no escucho esa palabra, "tío" - escuche su risa ronca

- De vez en cuando hay que hacer algo por la familia, ¿no crees?

- No pienses que te devolveré el favor, porque esta tu me la debias.

- Tienes razón, ah, y, antes que cortes, agradecería que la próxima vez no te pasaras de bestia con Sailor, después de todo yo soy quien termina pagando el hospital.

- No prometo nada, ¿ya sabes donde esta?

- ¿Te interesa? O, ¿quieres ir a acabar con lo que empezaste?

- No seas absurdo, no soy tan aburrido, simplemente tenía curiosidad

- Bueno, entonces te diré que acaba de despertar, mañana iré por ella, dime, ¿conocer a una tal Clara Gómez?

- No, ¿por?

- Necesito que me ayudes con algo, te prometo que te divertiras.



 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.