LUCIA JOHNSON
- ¿Por qué no abres la maleta y lo averiguas por ti misma? Estoy seguro que te sorprenderás
Mire la maleta y luego mire a Wilson, algo anda mal, tengo un mal presentimiento acerca del cadáver que trae en el bolso.
- ¿Tienes miedo? - ironizó - haz visto muchos cadáveres en tu vida, no creo que uno más haga la diferencia
- Eres un maldito infeliz, algún día te voy a matar y... - no pude terminar la frase, la bofetada de Wilson me hizo callar y dejó mi mejilla ardiendo.
- No te atrevas a faltarme el respeto Lucía, recuerda que puedo hacer lo que se me plazca contigo, ahora, agradecería que abras el obsequio que te traje de bienvenida.
Algún día te voy a matar, después de todo lo que pase por tu culpa, lo voy a disfrutar, por ti, perdí a una de las personas que más quize en este mundo.
Flashback
Después que mi madre me vendiera, me dejaron inconsciente y desperté en una cabaña, al abrir los ojos, encontré a un niño pelirrojo viéndome muy de cerca.
- ¿Como te llamas? - preguntó inmediatamente
- Lucía; me llamo Lucía, ¿donde estamos?
- La verdad es que no lo se, ¿que edad tienes?
- Nueve ¿y tu?
- Diez, por cierto, me llamó Cristhian
- ¿Sabes por qué estamos acá? - pregunté, pero, antes que respondiera, sonó una alarma y puso una cara de pánico.
- Ven ¡Rápido!, o vendran por nosotros - no sabia que estaba pasando, aun así, no hice ninguna pregunta y lo seguí hasta afuera de la cabaña, donde pude ver a unos seis niños formados - formate en esa fila, y no digas nada - advirtió, y yo me fui a formar, tenía miedo de incluso preguntar.
Al cabo de unos segundo segundos apareció Wilson, aunque en ese entonces no sabía cómo se llamaba, para mí solo era un hombre malo, al cual le tenía miedo; atrás de él aparecieron otros hombres, reconocía a algunos, después de todo, eran los mismos que me llevaron, una vez que Wilson estuvo al frente de nosotros empezó a hablar.
- Desde ahora harán todo lo que yo diga, no quiero berrinches, ni lloriqueos, claro, si es que no quieren morir - dijo con una pequeña sonrisa, mi cuerpo temblaba, quería gritar, quería reclamarle, quería decirle por qué me alejo de mi madre, y estuve apuntó de hacerlo, pero, una niña se me adelantó, se puso a llorar tan fuerte que pude ver el odio en la cara de Wilson, casi inmediatamente uno de los hombres la estampó contra el piso, sin embargo, eso no detuvo sus llantos y empezó a gritar "¡Quiero ir con mi mamá! ¡No quiero estar aquí! ¡Ayuda!" los hombres empezaron a patearla repetidas veces, mientras los niños de alrededor solo observaban aterrados y Wilson miraba la escena con una cara de satisfacción, la niña empezó a vomitar sangre junto con lo que parecía que había comido, de todas maneras, no se detuvieron hasta que dejó de gritar, la mataron, nadie dijo nada, todo fue puro silencio, todos los niños, incluyéndome, estabamos temblando de miedo, nadie quería ser el siguiente.
- ¡Es una pena que ahora solo queden siete de ustedes! - Wilson rompió el silencio, sacandonos a más de a uno un pequeño gritillo, apenas audible - Quiero que sepan que soy muy poco tolerante, así que espero no tener problemas con ustedes, también detesto que me dejen hablando solo, así que necesito que me digan si entendieron, entonces, ¿entendieron? - todos dijeron un "si" bajito, pero al parecer eso bastó y nos dijo que vayamos a la sala de comida, donde nos dieron frejoles que sabían horrible, después de eso nos fuimos a la cabaña donde desperté.
- Chicos ella es Lucía - dijo Cristhian una vez que estuvimos adentro y los demás me empezaron a presentarse: Amy, Aki (eran hermanos, Amy de 13 años y Aki de 8 años), Saul (de 12 años), Andrea (de 10 años) y Paola (de 9 años), esos eran los nombres de todos niños.
Al día siguiente, la misma alarma sonó y nos levantamos inmediatamente a formar, nos obligaron a pelear entre nosotros hasta que nos desvanecieramos, después comimos de nuevo esos horribles frijoles, ese patrón se repitió días y días, hasta que una mañana encontramos en cuerpo de Amy colgado en un árbol, se suicidó, ¿la razón?, un día antes, un hombre se emborracho, y violo a Aki hasta matarlo, encontramos su cuerpo con la ropa desgarrada, sus partes sangrando y lágrimas secas en los ojos, Wilson, ese mismo día mató al hombre que hizo eso, al parecer estaba prohibido emborracharse, hasta para ellos, bajaron el cuerpo de Amy y se la llevaron, tal vez al mismo lugar que Aki y la niña que golpearon hasta matarla, ese día y el anterior apenas comimos, después de todo eran órdenes de Wilson, poco a poco nos fuimos recuperando de sus muertes, Cristhian y yo nos volvimos muy cercanos, era como mi hermano, Paola y yo nos llevábamos muy bien, después de todo tenía mi misma edad, pero, con Andrea siempre fue diferente, desde que murió Amy y Aki, se volvió fría y apenas hablaba, me hubiera gustado hacer algo por ella, sin embargo, no lo hice y esa impertinencia y mala actitud, un día la mató, Wilson no soporta que lo desobedecan, ella le sacó el dedo medio y le dijo "pudrete" cuando le ordenó que limpiará la cocina, eso fue suficiente para sacara su arma y apretara el gatillo.
Los días siguieron pasando, me distancie de Andrea y ella empezó a cambiar mucho, hacía todo perfectamente, Wilson la ponía como ejemplo, una tarde se llevaron al Cristhian, llore bajito sin hacer escándalo, para que no se lo llevarán, le dije que me llevarán a mi, pero, se lo llevaron y no volvió, al día siguiente me llevaron a mi, no dije nada, solo obedeci sumisamente, me llevaron a un cuarto, donde me amarraron a una camilla y inyectaron un líquido morado en mis venas, inmediatamente me empecé a retorcer de dolor, sentía que mi cuerpo quemaba, después la temperatura bajó, sentí que me iba a quebrar del frío que hacía, me desmaye y cuando me desperté me encontraba en la misma camilla, todavía atada, y con Wilson mirandome de una manera placentera, con sí hubiera logrado algo.
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Editado: 03.09.2019