#13 THE SHIP OF THE SAILOR

LIAM BENNET

¡Enserio no puedo creerlo! ¡Era un gato! No puedo creer que pensara que tenía un hijo de verdad.

- ¿Y? ¿Vas a pasar o te quedaras afuera? - dijo Lucía viéndome seriamente, no dije nada y entre cerrando la puerta, volví a mirar a Lucía pero ella se encontraba mimando a Romeo por lo que di un suspiro y pase a la sala, su casa es más acojedora de lo que parece.

- Lucía, pienso dejar de enseñar - volvió rápidamente a verme con una cara incrédula

- ¿De verdad? - casi podía sentir alegría en sus palabras.

- ¿Alguna vez te he mentido?

-...

- No tenías porqué pensarlo, no pienses que te liberarás de mi tan fácilmente - dije cogiendola de la barbilla obligándola a que me mire.

- Al menos no tendré que verte en la preparatoria, bueno, mientras más antes tomes tu té, más rápido te iras, siéntate mientras voy preparando.

- Pensándolo bien ¿no tienes alcohol?

- Tengo.

- ¿Tienes? - conteste asombrado

- Si

- Pensé que no tomabas

- Y no lo hago, Dunia me regalo una caja el otro día para que lo tomáramos juntas pero al final no bebimos

- Entiendo, entonces ¿me podrías dar una lata?

- Como gustes, pero recuerda que después debes de conducir, no me hago responsable de lo que te pase - salí de la habitación y volvió con una caja y una botella de jugo - toma todo lo que gustes

- No planeaba contenerme, tolero muy bien el alcohol - dije sarcásticamente - ¿no quieres beber conmigo?

- A diferencia de ti, yo no lo tolero, tomaré jugo, no hagas nada extraño, ahora vuelvo - Lucía de fue a alguna parte y me quede tomando el alcohol yo solo, al cabo de un tiempo me sentía mareado, mire la lata y el alcohol tenía un porcentaje de 80%, con razón, sonreí al ver la fugaz idea que paso por mi mente, no me gusta llevarme por el alcohol, pero esto va a ser interesante Lucía.
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LUCIA JOHNSON

- ¡hay joder mi cabeza! - expresé moviendo mis manos hacia ella para masajearla o esa era mi intención - ¿pero que? - dije cuando vi mis muñecas atadas a la cama.

- Al parece ya despertaste, llevas una hora dormida - dijo Liam entrando a mi habitación

- ¡¿Qué demonios te pasa?!

- Nada, pensé que sería divertido atarte mientras me respondes unas preguntas, no vamos a divertir Lucía - abrí mis ojos con desesperación, recordé lo que me hizo antes ese tipo, soy una idiota, se que dicen que hay que tener a tus amigos cerca y a tus enemigos a un más cerca pero estoy segura que este no era el contexto, solo a mi se me ocurre meter un asesino a mi casa ¿porque confíe en el? ¿Por qué? Después de todo lo que me hizo.

- ¿Este era tu plan desde el principio? - dije mirándolo mientras avanzaba hacia mi - Me das asco.

- No empecemos con los insultos Lucía, sabes que no me gusta que me falten el respeto, si tienes miedo que haga lo mismo que la otra vez, no tienes porque preocuparte, no tengo ganas de eso ahora mismo - hablo sentándose en la cama y cruzando las piernas - claro, siempre y cuando me digas lo que quiero saber

- Eso depende

- ¿Quien te dio esa habilidad?

- Siguiente pregunta

- ¿Como te volviste una asesina?

- Siguiente pregunta

- ¿Como conociste a Wilson?

- En un campamento macabro

- ¿Campamento macabro?

- Si, de echo creo que el era el líder ¿Por qué no se lo preguntas a él?

- El que pregunta soy yo

- Tu no responde mis preguntas, yo tampoco respondo las tuyas

- Se te olvida que eres tu quien está atada.

- Bien - dije gruñendo

- ¿Responderás?

- Solo si me desatas

- Y yo te desatare si respondes - bufé en silencio y empecé a hablar

- Esta habilidad no la tuve porque quise, de echo hicieron experimentos con nosotros

- ¿Nosotros? ¿Quienes?

- Unos niños que conocí en el campamento

- ¿Ellos también tienen poderes o algo asi?

- Murieron Liam, todos están muertos, Wilson mató a mi padre y le pagó a mi mamá por mi, me llevo a lo que parecía ser un campamento donde nos obligaban a trabajar nuestro físico, mataban a los que no obedecían las órdenes, después poco a poco fuimos desapareciendo, no sabía dónde los llevaban hasta que me tocó a mí, inyectaron una especie de suero en mi brazo y cuando desperté me dio unas pastillas y eso es lo que activa mi habilidad. - el se quedó viéndome con el ceño fruncido y después me desató

- No era tan difícil responder las preguntas, no me veras por un tiempo - dicho esto se levantó y se fue dejándome anonadada.

Los días pasaron y es como si se hubiera espumado, llegó otro profesor y seguí mi vida normal, hasta que me llegó un mensaje de Wilson, al parecer tenía un nuevo trabajo.

- Que quieres Wilson - dije sentandome en un silla de la cafetería.

- Este es tu nuevo trabajado, lo quiero sin fallas - dijo entregándome un sobre y saliendo del lugar, al parecer era un narcotraficante que se hacía llamar Harry, el chico estaba que le daba problemas a la organización y lo querían muerto, me sorprende que puedan matar a alguien de 17 años sin remordimiento, bueno, aunque seré yo quien lo mate.

No estaba de humor para planear, así que hice lo primero que se me vino a la mente, comprar mercancía, si soy un cliente, tendrá que venir, me movilice por los bajos barrios con la ayuda de unos amigos y logre tener un encuentro con el, con la escusa de que quería cocina, y dicho y echo, apareció, ya me encontraba con mi traje de Sailor por lo que tomé la pastillas y me acerque una vez que estuvo en el punto de encuentro, no había lugares donde enconderse, así que fui de frente, bien me vio sacó un arma y me apuntó.

- ¡No te acerques! ¿Que es lo que quieres? ¿Dinero? ¡Si es así te lo daré todo! - no le hice caso y seguí avanzando, el empezó a disparar y yo empecé a esquivar las balas acercándome lentamente.

- No te lo tomes a mal, te metiste con la organización equivocada.