—Hola Eli aquí estoy de nuevo.
Helene se sentó al lado de él y se acercó a su cara.
—Esto va a ser muy cliché, pero…No se si llegues a despertar.
Con esto último la rubia lo beso, y al separarse Elijah empezó a fruncir el ceño. Helene llamó a un doctor y salió corriendo sonrojada.
—Será… ¿Qué fue mi beso? —Dijo para sí misma. —No, no creo es imposible, esas cosas solo pasan en Disney y cuentos de hadas.