Cap 3: Most important things
—¿Oye Elijah tienes algo que hacer hoy?
Le pregunta curiosa Valerie.
—Señorita Valerie por vigésima vez está semana y apenas es miércoles ¡La falda cuatro dedos por debajo de la rodilla no cuatro dedos por debajo de la licra!
Valerie nunca lleva la falda como es le gusta llevarla más corta y cuando escucha al profesor solo rueda los ojos sin que se de cuenta, para luego girarse con una sonrisa.
—Disculpe señor, es que mi madre no ha tenido tiempo de arreglarla.
Mentira, la madre de Valerie es ama de casa y hasta ella misma sabe coser, pero eso no lo sabe el profesor Navarro.
—Mire a la señorita Baird, ella si usa la falda como es.
Dice el señor Navarro refiriéndose a Helene.
—Mañana la veré como es.
Con estas últimas palabras el señor Navarro sale del aula de clases.
—Respondiendo tu pregunta… Sí y no.
—Eres ilógico solo responde una cosa.
Helene se da cuenta de la conversación y se acerca.
—Seguramente mis padres me pidan que los ayude con algo.
Valerie sonríe.
—Oh, tan caballeroso como siempre ayudando a tus padres, bueno te dejo.
Valerie se va y Helene se gira hacia Elijah.
—No tenías nada que hacer, ¿verdad?
Elijah suspira.
—Valerie es buena chica, pero un poco intensa.
Helene opta por dejar ese tema de lado.
—¿Irás al concurso?
Elijah le da una sonrisa de lado a Helene y se acerca a ella inconscientemente.
—Si.
Helene sonríe abiertamente.
—Genial, ¿qué canción escogiste?
—The parade.
“The parade” es una canción que Elijah escribió hace algún tiempo, la canción habla de cómo muchas chicas quieren estar con alguien, pero ese alguien solo piensa en una.
—Esa es muy buena seguro que los cautivará.
—¿Quieres ir conmigo a manejar bicicleta?
—Pero no BMX.
Comenta asustada Helene y Elijah rie.
—Cómo olvidar el día que te puse a hacer BMX.
Helene le sonríe dulcemente y salen juntos de clase.
—Oye… Perdón por… Lo del lunes ¿Si?
Elijah va manejando y Helene va a su lado eligiendo la música.
—¿Hm?
Helene se queda pensando unos momentos y Elijah piensa que ella está considerando si perdonarlo o no.
—Ahhhh ya sé de qué hablas. —Helene sigue escogiendo la música. —Eso ya se olvidó hace rato Eli.
Elijah quita la mano de la palanca y acaricia la cabeza de Helene.
—¿Nunca te ha molestado que te acaricien la cabeza?
Helene mira por la ventana evitando que Elijah mire su sonrojo.
—N…no.
El resto del camino fue silencioso de forma no incómoda. Esos silencios entre Helene y Elijah no eran incómodos ya que se conocen tanto que saben cuando el silencio no es incómodo ni malo. Cuando llegan a la casa de Elijah ambos bajan del coche y suben a la habitación de Elijah.
Helene suspira tirándose sobre la cama de Elijah.
—Extrañe tu cama de ensueño.
—Voy a por las ciclas y bajamos bien Helene.
No hay respuesta.
—¿Helene?
Elijah se acerca a donde Helene está acostada y cuando están muy cerca.
—Bu.
Helene tira a Elijah junto a ella.
—Disfruta de tu cama un momento.
Elijah tiene el corazón a mil mientras Helene está más relajada en su cama.
—Primero: Me vas a matar de un susto un día de estos. —Eljah respira pesadamente y Helene sonríe. —y segundo: Disfruto de esto todas las noches.
Elijah se levanta y se va en busca de las bicicletas mientras Helene sigue acostada.
—Vamonos Helene.
Helene suspira para luego pararse.
—Te extrañaré la camita de ensueño.
Elijah y Helene van en bicicletas a un parque.
—Una pregunta.
—Dime.
—Que tiene el BMX, que no tiene un deporte… —Helene se queda pensando una palabra.
—¿Más común?
—Exacto.
—Sabes yo siempre he pensado que cada persona tiene un deporte que es como… Que haga su click.
—Eres muy poético.
—Mira para mí, cada persona puede encontrar un deporte que ame o que sea su… Escape de los problemas.
Elijah deja escapar una pequeña sonrisa que Helene capta, pero no dice nada ya que está manejando.
—Si tu teoría es cierta entonces no he encontrado el mío.
—Me pregunto cual será.
Elijah y Helene siguen manejando hasta llegar a las afueras de la ciudad aunque van a un paso lento ya que Helene no es muy buena.
—Estoy muerta.
Comenta Helene respirando pesadamente.
—Helene.
La llama Elijah aguantando la risa cosa que pocas veces le pasaba.
—¿Qué?
—Falta el camino de regreso.
Comenta Elijah riendo y Helene pone cara de decepción.
—Eres malo Elijah Moss Buckley.
—Desde cuando me dices Buckley.
—Desde que me hiciste ésto.
Elijah gira los ojos y mira el cielo.
—Mejor mira el hermoso atardecer que nos hubiéramos perdido en la ciudad.
Helene lo mira con nostalgia.
—Ésto me recuerda al día que nos conocimos.