Cap 13: Non-romantic soulmates
—Es hora de dormir Helene.
Helene no se movía de su lugar solo estaba callada, Elijah la cargó como princesa y ella abrió los ojos como platos, ya que quedó cerca de su boca, con un leve sonrojo de parte de ambos Elijah la dejó en la cama y agarró su almohada con una cobija.
—¿No vas a dormir aquí?
Fue lo primero que Helene dijo después de su llorada.
—No, quiero que estés cómoda y que pases buena noche después de esa noticia. —Respondió
—No, quédate… Después de todo ella es tú hermana y no quiero ni pensar en cómo te sientes.
Elijah se iba a negar, pero Helene tiró de él haciéndolo caer al lado de ella, ambos se acostaron a dormir, Elijah muy nervioso y Helene se quedó dormida al instante dándole la espalda, Pasadas unas horas Elijah no lograba dormir así que se levantó y miró su celular 11:55 pm, Elijah suspiro y en eso la rubia se giro quedando al frente de Elijah, el corazón de Elijah estaba a mil, la respiración de la rubia estaba frente al él con sus labios.
Elijah trago seco y se acercó un poco a ella mientras una duda que nunca se había generado surgió, “¿A qué saben los labios de mi rubia?” por un momento pensó en besarla después de todo no se iba a dar cuenta, pero al final no lo hizo y se quedó dormido.
Helene.
Al día siguiente Helene se despertó mucho más temprano que Elijah, se sentía abatida y con muchas ganas de que Nora entrará por la puerta diciendo que es broma y que nunca olvidará a su “hermana”.
Sin hacer ruido salió de la habitación y bajando las escaleras se encontró con Paola haciendo el desayuno.
—Señorita Helene buenos días, disculpe si la desperté.
—No tranquila Paola no fuiste tú solo… No…No es nada.
—Yo estudié psicología Helene y si he aprendido algo es cuando alguien necesita un consejo, un abrazo o solo tu presencia ahí.
—Gracias en serio Paola, pero estaré bien.
—Lo de la señorita Nora nos ha afectado a todos, pero en diferentes medidas.
—¿Cómo sabe usted que…?
—Lo supe por qué la señorita Nora y usted siempre han sido muy unidas, son como almas gemelas, pero no como algo romántico sino como almas que se apoyan una a la otra y siempre están ahí si la otra lo necesita.
Helene hizo una sonrisa sin abrir la boca un poco amarga.
—Hay personas que no nacen para estar juntas sino para apoyarse, se muy bien cuando usted era más joven y sus problemas de dinero, su refugio eran los hermanos, al igual que con Nora, me sorprendí mucho cuando me enteré que tras el incidente de marzo te llamara a tí como un apoyo.
Paola sonrió para sí misma por los recuerdos hermosos que tenía de ambas niñas de pequeñas, Paola es una persona tan genuina que no necesita que los buenos momentos sean necesariamente de ella para ponerse feliz al recordarlos.
—Elijah no sabe lo mucho que Nora lo ama.
—Nora se hundió por él.
—He estado pensando algo y es… Tal vez Nora esté mejor así sin recuerdos dolorosos.
—Helene eso no es cierto, los momentos dolorosos nos forman y nos vuelven lo que somos y si duelen, pero pasará y cuando pase lo único que se quedará será una enseñanza.
—Iré a visitar a Nora y quiero ver como sigue.
—Okey ve yo le aviso a Elijah.
La rubia salió de la casa de su mejor amigo y empezó a caminar, de camino a su casa se encontró con un grupo de viejos tomando trago quienes al mirarla empezaron a seguirla.
—Oye oji-azul según el pronóstico del clima deberías estar en mi cama.
Otro hombre se acercó a ella, se paró a su lado y la tomó del brazo para que dejará de caminar, mientras la rubia trataba de soltarse para huir.
—Ojala fuera comida para darte tres veces al día.
—Suélteme por favor. —Murmuró la rubia con miedo.
Otro hombre se paró frente a ella y la tomó del cabello jalando haciendo que ella lo vea directamente.
—Que bonita me divertiré mucho contigo.
Ella solo podía tratar de soltarse inútilmente así que empezó a gritar.
—!AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡
—Callate zorra.
El tipo que la sostenía del cabello le pegó una cachetada. En eso aparece una cabellera negra que Helene reconoce muy bien.
—Papá. —Dice Helene aliviada mientras el hombre empieza a pegarle a los demás.
—No se vuelvan a acercar a mi hija.
Lucas se fue con Helene al llegar a casa Helene le agradeció profundamente mientras le contaba lo que le pasó. Al finalizar se fue a bañar y se puso unos jeans negros, un jersey mostaza y unos convers.
—Papá ya vengo, iré a visitar a Nora.
—Hija dejame ir contigo, me da mucho miedo.
—Claro.
Ambos empezaron a caminar al salir de la casa. Estaban caminando en silenció porque el padre de Helene estaba sumergido en sus pensamientos.
—Papá ¿pasó algo? —Le preguntó Helene captando su atención. —Te noto pensativo.
—Hija es que… No puedo evitar preguntarme qué hubiera pasado si no llegaba a tiempo, justo ayer ví un artículo de una muchacha que apareció muerta y con signos de abuso y no pude evitar preguntarme… Y si esa fuera mi hija…No se que haría. —La voz de Lucas se empezó a romper un poco. —No puedo perder a la luz de mis ojos y mi orgullo.
—¿Estás…orgulloso de mi?
—Claro que si mi reina, eres mi vida, mira siempre vas a contar conmigo, con tu padre y si antes no te había dicho que estaba orgulloso de ti me aseguraré de decírtelo más seguido.
Lucas abrazó a su hija y al poco tiempo llegaron al hospital.
—Bueno hija hasta aquí te acompaño para darte tu privacidad de hablar con tú amiga.
—Gracias pá.
—Bueno me avisas la hora para venir a recogerte.
Lucas.
Él señor empezó a caminar solo mientras sacaba su celular y empezaba a llamar a la única persona que sabía que se aseguraría al cien por ciento de la seguridad de su hija.
—Hola, Elijah.
—¿Señor Lucas, a que debo su llamada?
Nora