Dylan
Me incorporé en la cama agitado después de sentir algo frio en mi cara, al levantar la cabeza vi a mi hermano con vaso vacío en las manos.
-Levántate idiota que vas a llegar tarde al internado- dijo el y después se fue dejando la puerta abierta.
Suspire un poco cansado y me levante de la cama, y fui rápido a bañarme me vestí con lo primero que encontré en mi armario......eso sonó un poco cliché, pero bueno el punto es que mi familia piensa que voy a un internado, pero en realidad voy a la mejor escuela de magia del mundo. Y no hablo de Hogwarts.
Tome mi maleta que estaba bajo la cama y bajo, y como siempre mi padre está en el comedor leyendo el periódico mi madre en la cocina y mis tres hermanos por toda la casa, así es mi vida de monótona solo que yo soy un mago las vacaciones son totalmente aburridas y siempre espero con ansias volver a la escuela, pero no lo demuestro porque mis papás piensan que es un internado de mala muerte y si ven que me emociono son capases de prohibirme ir.
Sali de la casa sin despedirme total a nadie de esa casa le importo a ellos le da igual que me atropelle un carro es más se enojarían es por el dinero que tendrían que pagar.
Tomé un taxi hacia la estación de Tren, saben la primera vez que fui a la escuela pensé que todo iba a ser como en Harry Potter ya saben cruzar un muro y esas cosas, pero no.
Al llegar visualicé el tren que tenía que tomar, me senté en uno de los asientos de atrás porque iba a ser un viaje muy largo.
Ya mínimo después de unas cuatro horas de viaje y de tener el culo dormido llegue a mi destino. Una estación es medio de la nada, la estación parecía sacada de otra época y era como un patrimonio histórico y solo la visitaban turistas. Y justo al lado está un camino que solo es visible para los magos, y el único que hay para ir al colegio.
Y ahora la parte que más odio...Caminar, es que era un camino un poco largo, me adentré con por el sendero que cruzaba el bosque y me encontré con varios compañeros.
Llegamos a una especie de claro en el boque donde había unas carrosas aladas por Pegasos.
Me subí a uno con una chica de micas que no conocía y con dos chicos que eran nuevos, no me quede a esperar a mis amigos porque de seguro ya estaban allá cabe recalcar que ya es muy tarde.
La carrosa se empezó a mover y en unos minutos ya estábamos en el aire, pero bueno mientras volamos les cuento como entre a la escuela y que paso en mi segundo y primer año.
Me llego mi carta mese antes de cumplir los once años diciendo que fui aceptado en una escuela de magia, al principio pensé que era una broma de mis amigos ya sabían que estaba obsesionado con Harry Potter, pero a mis amigos no les gusta que eso ni que hable de eso tampoco, lo que no entiendo porque ellos pueden hablar de futbol a cada rato y yo no puedo hablar de Harry Potter.
Mis amigos estaban descartados y a mis hermanos les importa un bledo mi les importa un bledo mi cumple, es más creo que ni se acuerdan de eso y Facebook se los recuerda. Así que también va descartado, la carta tenía una dirección y yo sin miedo al éxito buscando que me secuestren porque era lo más probarle en ese momento la seguí, llegue a una casa antigua y muy deteriorada y la idea de que sea una broma o secuestro volvió, pero en lo que me acerque un poco más la casa que antes las paredes que estaban sucias se volvieron de un blanco muy elegante, las rejas que estaban oxidadas se volvieron todas de color negro y se enderezaron, el piso que parecían piedras rotas colocadas sobre el barro, se volvió de mármol y las jardineras que estaban todas sucias descuidadas y marchitas se volvieron jardín de flores hermoso, con rosas, claveles, lirios, tulipanes y con muchas mariposas alrededor, no podía creer los que veía incluso me talle los ojos pero todo seguía igual, y cuando di un paso atrás todo volvió a estar deteriorado y empecé a caminar para la casa y se volvió a acomodar y a estar perfecta como antes, eso me asusto pero seguí caminando hasta llegar a la puerta.
No había ni tocado cuando una señora de más o menos cuarenta años me abrió tenía un vestido marrón una túnica morada u un tocado de plumas verdes, muy rara combinación.
- ¿Dylan Dagger? – me pregunto la señora, yo solo asentí y ella me abrió la puerta para pasar, tenía miedo, pero igual lo hice total nadie me iba a extrañar.
-Me llamo Madan Campbell recepcionista de la escuela academy luminix y la encargada de orientar a los hijos de mundanos ¿vienes con tus padres? – apenas estaba procesando lo que dijo con preste atención a la pregunta hasta que me grito y solos negué.
-Perfecto, sígueme para llenar tu planilla- dijo y la seguí por toda la casa hasta la tercera planta.
Yo pensando que me iban a dar una hoja de papel y me resultaron dando un pergamino de noventa cm, más sucio que mi conciencia en ese tiempo ahorita esta peor, pero sigamos y tuve que escribir con pluma lo cual no salió bien porque me manché todo.
Luego de eso me invito una taza de té y me platico sobre el mundo mágico, sobre la escuela las reglas, de cómo funciona la magia y las varitas etc.
Cuando menciono las varitas me emocione mucho siempre quise una porque las de la colección de Harry Potter no me sirve jeje.
En mi primer año no hice mucho solo adaptarme, y en el segundo pues me metí un poco en problemas, bueno es año entre a las carreras de Pegasos y casi me mato, pero voy agarrando el hilo, en clase de encantamientos transforme a mi mejor amigo en Gallina, Casi mato a un hada pensando que era un mosquito y en clase de criaturas no sé cómo mis amigos y yo terminamos volando en un dragón. Y la selección fue peor.
Entramos al gran salón todos los nuevos, todos los profesores estaban ahí y los alumnos de último año.
-Hagan una fila todos, y van pasando de uno en uno para seleccionarlos en sus casas, las cuales son:
Pegasus: Fuerza, valentía, impulsivos, destreza, amor por el deporte
Editado: 08.11.2024