En el ajetreo del primer día de clases en primer grado de secundaria, William se encontraba en su pupitre, observando el entorno. Un pequeño nudo se formaba en su garganta al ver cómo todos en su salón estaban felices por el regreso a clases. Observar cómo los demás se reunían con sus grupos de amigos, contando todas las cosas que hicieron en vacaciones y lo mucho que se extrañaron, hacía que se sintiera ajeno a ese lugar.
Estaba en la primera fila, siendo espectador de la alegría de los demás. Le encantaba la idea de ir y aprender cosas nuevas; sin embargo, se sentía demasiado solo. Nadie era grosero con él, pero más bien parecía que todos pasaban de su presencia. Se preguntaba si no era lo suficientemente interesante para que les resultara fácil a los demás tratarlo como el "fantasmita" del curso.
De repente, el bullicio se dispersó cuando la maestra ingresó al aula. Todos notaron que detrás de ella iba un niño al cual nunca habían visto antes, captando la atención de todos en la sala.
-Buenos días niños. Espero que estén felices de este regreso a clases, un gusto, me presento, Yo soy la Ms.Paty y sere su maestra este año. -Tomó una pausa para agarrar la mano del niño y hacer que de un paso al frente.- Él es su nuevo compañero, se llama Alexander, quiero que sean amables con él, viene de otro país por lo cual no habla muy bien el inglés y todo esto es nuevo para él ¿Okey?
Todos estuvieron de acuerdo al principio, la mayoría se mantenía curioso ante la llegada de Alexander pero no se limitaban a sólo verlo y a murmurar entre si.
-Bueno, vamos a ir presentándonos, Van a decir sus nombres, lo que hicieron en sus vacaciones y que es lo que les gusta hacer.- Prosiguió hablando, mientras tanto Alexander se dirigiría a su puesto.
William no puso nada de atención sobre las presentaciones del resto, solo observaba en silencio a Alexander, no le importaba ser discreto, tenía mucha curiosidad en él y aunque sabía que era casi imposible llegar a ser su amigo creía que era alguien interesante, cuando se presentó notó su tartamudeo y mala pronunciación, era tan malo hablando que la profesora tuvo que intervenir para poder detener las risas de el resto y evitar que siga con aquella presentación, tal vez para algunos les pareció algo ridículo su intento, pero eso solo despertaba más la curiosidad de William.
¿De donde será? La MS. Paty dijo que no hablaba inglés ¿será asiático? Sus ojos son algo chinos y se ve un poco amarillo...pero su cabello es rizado y es esta algo quemado, no entendí nada de lo que quiso decir, tal vez si hubiera hablado su idioma hubiera sabido más o menos de que parte es...
Y de repente fue sacado de sus pensamientos por la voz de su profesora.- William, preséntate por favor. - Solo asintió con la cabeza, levantándose rápido y por un micro segundo hizo contacto visual con Alexander, haciendo que se sienta algo nervioso.
-Bueno, yo me llamo William pero mis abuelitos me dice Wil, de hecho estas vacaciones me las pase con ellos, siempre los veo pero esos meses hicimos cosas diferentes como pescar y fuimos al zoológico...-mientras hablaba acomodaba sus lentes y sus cabellos castaños claros, estaba feliz de compartir un poco de él, con el resto.- me gusta pintar y tocar instrumentos, también averiguar sobre cualquier cosa desconocida, se podría decir que soy demasiado curioso.- Una gran sonrisa estaba adornando su rostro pero al notar que realmente a nadie le interesaba, ni siquiera Alexander lo miraba e incluso la sonrisa de la profesora era más que forzada, se comenzó a desanimar, pues se sentía como un completo tonto.-...Y también creo que hablo demasiado.-Dijo lo último soltando un suspiro antes de volver a sentarse. Esta vez su mirada estaba clavada en sus manos, jugaba con sus dedos mientras evitaba llorar, no quería llorar en clases, pero a veces se visualizaba a si mismo como un cachorro abandonado en medio de la nada, asustado y sin saber a donde ir o en quien refugiarse.
●●●
Las clases transcurrieron con normalidad, nada salió de la rutina de siempre aparte de la llegada de Alexander, al cual noto nervioso pero en cierto punto feliz por andar en un nuevo lugar, o eso fue lo que supuso.
Al final de clase se demoro en salir, demoro en guardar sus cosas y reviso si su puesto no tenían nada de basura, se despidió de sus compañeros que se quedaron a la limpieza y escuchando un pequeño "Hasta mañana" estaba casi seguro que era un tipo de susurró de lo bajo que lo escucho, pero la intención era lo que contaba ¿No? Camino lento para hacer mas tiempo y cuando se aseguro de que casi todos se fueron fue directo a la salida.
Mientras agarraba su bicicleta noto que ya quedaban pocas personas, sonrió levemente y se puso en marcha hacia su casa, pensaba que ir en bicicleta tenía sus pros y sus contras. Se demoraba alrededor de 20 minutos en cada trayecto y era horrible cuando hacía demasiado sol, o incluso cuando llovía, pero lo bueno es que siempre veía algo nuevo que podía contarle a sus abuelitos, y aunque pensaba que su motivo principal era muy tacaño, al final del mes termina con una buena cantidad se ahorros por no ir en bus.
Al llegar a su casa, dejo la bicicleta en el estacionamiento y apenas entrar voto la mochila al suelo, comenzó a buscar a algunos de sus padres, pero por el silencio sabía que nadie estaba en casa, sin embargo siguió buscando algún rastro de vida
-¡Mamá!...¡Papá!. Ya estoy en casa.
Silencio, nada más que silencio.
Al asomarse en la cocina se dio cuenta de la nota que había dejado su madre, al acercarse y leerla, decía algo como;
"William, A tu padre y a mi nos ofrecieron un trabajo temporal, todo fue muy rápido entonces no te dijimos nada, llama a tus abuelos y diles que te vas a quedar solo, volveremos en un mes, si es que no es que más tiempo. Te llamaremos cuando podamos, cuídate hijo.
Editado: 16.03.2024